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Cultura

Libros peores que otros

Imagen de 'Bestsellers'.

Son ya muchos años acudiendo a esta cita semanal en infoLibre, por lo que entiendo que existe entre ustedes y quien firma una cierta confianza, y que esa confianza me obliga a ser sincera. Así que lo digo desde ya: este texto es fruto de un chasco.

Intenté, como hice ya el año pasado, saber qué novelas eran las peores de 2019, las más decepcionantes; y pedí a un buen número de escritores españoles que me ayudaran en la tarea. Por decirlo suavemente, no tuve éxito. Unos no quisieron meterse en ese jardín, hubo quien alegó falta de tiempo, otros me dijeron que ellos sólo leen cosas buenas… Se ve que no les apetecía.

Adelanto que algunos valientes sí respondieron. Pero, de momento, no digo quiénes. Ni cuál fue su apuesta. Déjenme contarles antes un par de cosas.

El peor libro...¿de cuántos? Es obvio que nadie se lee todos los libros que se publican en el mundo, ni siquiera todos los que se editan en su propio país, en su propio idioma. Por lo que, cuando buscamos "el peor", en realidad queremos decir uno malo entre los más publicitados y vendidos o, simplemente, uno que nos haya defraudado, bien porque esperábamos más de su autor, bien porque nos habían hablado maravillas de esa obra que ahora no colma las expectativas.

Es decir: si el señalado es un éxito comercial, confirmamos por enésima vez que los que conquistan los puntos de venta no pueden ser buenos, literariamente hablando; si la designada es la obra decepcionante de un escritor por lo demás admirable, siempre encontramos atenuantes: "La última novela de Stephen King es más mala que los nazis, pero le amamos — escribió Juan Soto Ivars—. De lo que yo quería escribir, y este libro es una excusa, es del motivo por el que no me importa que tus últimos libros sean flojos".

Escrito lo cual, hay algunas creencias bien asentadas, tal y como demuestra un repaso por blogs y páginas de crítica literaria. Por ejemplo, que entre los peores libros de la historia están los que conforman la saga Crepúsculo, de Stephenie Meyer; El código Da Vinci de Dan Brown, y la tetralogía Cincuenta sombras de Grey de E. L. James. También es verdad que ni Meyer, ni Brown ni James pretendieron nunca pasar a la posteridad por su calidad literaria, así que, a buen seguro, su aparición en esas listas de libros malos les trae al pairo.

El peor libro...¿en qué sentido?

Por otro lado, hay mecanismos ya testados para poner el marchamo de "malo", o de "peor", si bien no a obras completas, sino a fragmentos. El Bad sex award, también conocido como "El premio literario más temido de Gran Bretaña", premia (en fin) la peor escena de sexo. Instituido en 1993 por Auberon Waugh, editor de Literary Review, y la crítica Rhoda Koenig, distingue "la descripción sexual más horrorosa en una novela que, por lo demás, es buena". Este año, los ganadores han sido Didier Decoin (por unas líneas de su novela La oficina de estanques y jardines) y John Harvey (por Pax).

Y luego está el Lyttle Lytton Contest, atribuido por Adam Cadre, escritor estadounidense conocido a la ficción interactiva. Lo que Cadre recompensa son los peores inicios. Pues bien, el ganador de 2019 es Lachlan Redfern, que empieza así su texto: "‘¿Estás bien?’, pregunta mi hermana Tlaloc. 'Estás tan verde como los loros que viven en esta parte del continente'".

A lo que vamos: el peor libro

Hay quien sí se atreve. Y no sólo porque yo se lo pida.

Escaparate Literario es una iniciativa de Lector Cero, empresa que ayuda "a los escritores a hacer realidad su sueño de publicar". Y Montse Martín, encargada del departamento de correcciones literarias, publicó en noviembre su lista de grandes decepciones, encabezada por La nostalgia del limonero, de Mari Pau Domínguez ("un quiero y no puedo que me ha dejado una sensación extraña") y Terra Alta, de Javier Cercas ("me ha parecido una novela en bruto, un borrador").

Es una sensación parecida a la que expresa Alexis Ravelo, él sí, en respuesta a mi pregunta. "No es un texto escrito; simplemente redactado —dice el escritor canario de la obra ganadora del Premio Planeta—. Casi no tiene estilo y, el poco que tiene, no es bueno: metáforas lexicalizadas, reiteraciones innecesarias y muy poco sentido del ritmo. En cuanto al contenido de los primeros capítulos (no seguí más allá), asumo que el tópico es una de las fuentes del género policial y no tengo nada en contra, pero los buenos novelistas saben hacer que la cosa funcione y Cercas parece no saber. Todo (situación, descripciones, personajes, diálogos y hasta las referencias literarias) es de cartón piedra, creado sin gracia ni ganas, desabrido como un telefilme de los que dan a la hora de la siesta. Y, ya puestos, prefiero el telefilme".

Ya puestos, Carlos Mayoral hubiera preferido que nadie publicara un cómic versionando El primer hombre, la novela póstuma de Camus, "y, como quiera que yo no había leído la novela original, pues me lancé a por ella. Y, no diré ‘qué desastre’, aunque sólo sea por tratarse de un feligrés camusiano éste que te habla. Pero sí diré que me decepcionó. Ya tenía reservas con respecto a publicar obras póstumas inacabadas, pero, aunque las dudas siguen, si fuera por esta novela decantaría el debate interno. Falta de ritmo, inconexa, torpe. No sé qué hubiera pasado si la posterior edición la hubiese vigilado el maestro francés, pero desde luego sin esa vigilancia ha terminado por parecerme un desacierto de novela".

Por su parte, Almudena Solana se decantó por "un libro de memorias: Educated, de Tara Westover. La educación y la superación de las adversidades unidas en un libro de memorias, tal vez sobrevalorado".

Tal vez… Ese es el motor de algunas críticas, la decepción que se siente al medir la distancia que va del dicho (la fama que precede a la obra) al hecho (la percepción del lector). Es el tipo de reacción que compartió en Twitter el periodista Juan Ignacio Wert tras leer lo último de Houellebecq.

 

A través de la red social, Ekaitz Cancela me remitió su crítica de Ciberleviatán, de José María Lassalle, "sin duda" el peor del año para él. Y Òscar Muner señaló Reina Roja, de Juan Gómez Jurado: "Escasa verosimilitud. Situaciones muy poco creíbles. Incoherencias en el relato. Capítulos prescindibles que no aportan nada solo para un supuesto lucimiento del autor".

De lolitas y fariseos

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Entonces...

Cada año se elabora la lista de los mejores, pero nadie suele poner tanto empeño en señalar a los peores. Teniendo en cuenta que la publicación de esas listas suele coincidir con la Navidad, que saca lo mejor que hay en nosotros, es muy probable que esté bien que así sea.

Sin embargo, apuntar los fiascos, sobre todo si están bien razonados y es fruto de un arrebato, puede ser también útil. Esperamos que lo dicho les sirva.

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