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El alcalde del PP de Badalona, al banquillo por incitar al odio al inmigrante

Carteles discriminatorios en Badalona

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El Juzgado de Instrucción 2 de Badalona ha decretado la apertura del juicio oral contra Xavier García Albiol (PP) alcalde de la localidad por repartir en 2010 (junto con Alicia Sánchez Camacho) panfletos electorales que vinculaban a gitanos rumanos con problemas de seguridad y delincuencia en la ciudad.

La jueza considera “sólidas y consistentes las acusaciones formuladas” por la Fiscalía y la acusación particular (SOS Racisme Cataluña) que atribuyen a Albiol un delito de provocación al odio, a la discriminación o a la violencia por el que solicitan un año de cárcel para el ahora alcalde, informa Europa Press. En un auto se establece que el órgano competente es el Juzgado Penal de Barcelona, y que no se puede interponer ningún recurso contra la decisión de apertura de juicio oral.

Por su parte, SOS Racisme Cataluña ha lanzado un comunicado felicitándose por la apertura del juicio y por ser “la primera vez en Cataluña y en el resto del Estado español que un político es juzgado por este motivo”.

Al parecer, aproximadamente 15.000 dípticos habrían sido repartidos por los populares en los barrios de Llefiá, Sant Roc y La Salut de Badalona. Contenían fotografías de gitanos rumanos con lemas del tipo: “inseguridad”, “delincuencia”, “vandalismo”, así como la imagen de una pintada con el mensaje “no queremos rumanos”.

Ataques contra el honor

Semanas después del suceso (que tuvo lugar el 24 de abril de 2010, un año antes a las elecciones municipales), Albiol siguió promocionando esta actitud con comentarios del tipo: “Aquí no tenemos campamentos de gitanos como en Francia, aquí la situación es aún peor, están repartidos por los barrios de la ciudad haciendo la vida imposible a los vecinos y encima, cuando nos quejamos, nos atan y nos tachan de racistas”.

A mediados de septiembre la Audiencia de Barcelona obligó al Juzgado de Instrucción 2 de Badalona a reabrir la causa archivada por considerar que este tipo de expresiones suponen un ataque contra la dignidad personal y el honor del colectivo de gitanos rumanos.

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