Lugares (imaginarios) para perderse

Manuel Jabois: un hombre ¿tranquilo? en Innisfree

Manuel Jabois: un hombre ¿tranquilo? en Innisfree

Galardonada con el Oscar a la mejor dirección, El hombre tranquilo marca 1952 con un punto rojo en el calendario. Ford lo ha vuelto a hacer. Considerado por muchos como el mejor director de cine de todos los tiempos, John Ford dirige este filme, que se sale de sus western habituales, para contar una historia de amor desarrollada en un pequeño pueblo irlandés.

Una de las características de las –incontables– películas de John Ford es el fuerte carácter de sus protagonistas, casi siempre masculinos. En El hombre tranquilo el personaje de John Wayne, un boxeador retirado que vuelve al lugar de origen, queda prácticamente eclipsado por Maureen O'Hara, una pelirroja “con todas sus consecuencias”, algo similar a lo que ya ocurría en una de sus anteriores obras maestras, Las uvas de la ira, donde la fuerza del personaje de Jane Darwell cobra un papel fundamental.

Sin embargo, si hay algo que caracterice por encima de todo a la película, es el tributo que el director rinde a su Irlanda natal. "John, hijo ¿ya no recuerdas cómo era? El camino serpenteando por la ladera hasta llegar a la iglesia". Ahí está, perdido en algún rincón de Irlanda, Innisfree. El pequeño pueblo es en realidad el protagonista por excelencia de la cinta. Viéndolo entendemos el por qué de su otro Oscar: mejor fotografía a color. Un lugar donde el verde, las calles de piedra y las tabernas, marcan diferencia. Pero, ¿a quién podría interesarle un pueblucho de la Irlanda profunda? Eso se preguntan los pueblerinos al comienzo de la cinta, desconcertados por la llegada de Wayne. Manuel Jabois lo tiene clarísimo: “Me gusta la idea del retorno a las raíces, el paisaje tan verde siempre me ha recordado a Galicia”.

Maureen O'Hara y John Wayne en la película 'El hombre tranquilo'.

El periodista gallego destaca su gusto por las “pelirrojas iracundas” y su predilección por las amistades propensas a pelear durante horas con el único fin de acabar emborrachándose. Y eso, nada más y nada menos, es lo que hace brillar a Innisfree: los vicios más profundos convertidos en virtud. Una comunidad que parece estar aislada del mundo, donde todo gira entorno a las relaciones de amor y amistad, las carreras de caballos, las peleas y el alcohol. “Además es el pueblo al que varios amigos han confesado que se irían a vivir, así que estaría bien acompañado”, recalca Jabois, quien parece haber planeado al detalle su escapada. “Y si algo va mal, están John Ford y John Wayne para solucionarlo”. Qué más se puede pedir.

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Y en el mundo real…

Manuel Jabois colabora desde principios de año con el diario El País, cuyo trabajo compagina con su sección en Onda Cero, Propios y extraños. Actualmente se encuentra embarcado en la preparación de su próximo libro, del que dice no poder contar mucho, solo que saldrá publicado, si todo va bien, a finales de año. 

Jabois comienza su carrera periodística de la mano del Diario de Pontevedra, donde se inicia como corresponsal, y al que seguirán diarios como De luns a venres, El Progreso, o las resvistas JotDownRetranca –la misma que, como buen gallego, lleva por bandera–. Aunque más asiduo a la prensa escrita, el periodista también guerrea ante los micrófonos de Onda Cero. Manuel Jabois ha colaborado hasta el 2015 con el diario El Mundo, para después mudarse a El País. El periodista gallego cuenta con el Premio Nacional de Periodismo Julio Camba, y ha publicado varios libros: A estación violenta (2008), Irse a Madrid (2011), Grupo Salvaje (2012) y Manu (2013). 

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