Música

Niños Mutantes: “La gente ya no se traga lo que la radiofórmula les vende”

Niños Mutantes.

No todos los grupos pueden presumir de cumplir 20 años sobre los escenarios de forma ininterrumpida. Pero de lo que sí que no puede hacer gala (casi) ninguna banda es de recibir como regalo sorpresa un disco homenaje con versiones de sus temas. Y no son versiones cualquiera: los intérpretes —algunos consolidados, otros en auge— son grupos de la talla de Lori Meyers, La Habitación Roja, Havalina, Russian Red, El Imperio del Perro, Novedades Carminha... Y así hasta 22 canciones.

Por si fuera poco, el proyecto —que recibió el nombre de Mutanciones— tuvo una edición en directo, en la madrileña sala La Riviera. Una fiesta-concierto de grandes éxitos de Niños Mutantes, que estuvieron acompañados por casi todas las bandas que colaboraron en este disco de versiones. Juan Alberto, cantante de la formación granadina, se muestra emocionado cada vez que le preguntan por estos homenajes, y explica a infoLibre cómo han vivido este aniversario y su visión de la escena indie.

Pregunta. ¿Cómo han sido estos 20 años mutando?

mutando

Respuesta. Es difícil de resumir, porque es la mitad de nuestra vida, pero ha merecido la pena y sigue mereciendo la pena. En media vida se aprende mucho; por ejemplo, a dominar nuestro oficio, que empezó siendo una afición pero con el paso de los años aprendes cómo subir a los escenarios, cómo construir música con más herramientas que al principio...

Pero hemos aprendido grandes enseñanzas de la vida. A diferencia de otros grupos, que les une solo la música —que no es poco—, a nosotros nos une una relación de amistad que lleva ya dos décadas y que son lazos más que familiares. Eso no tiene precio. También hemos sabido detectar a los impostores y apreciar el trabajo hecho con honestidad dentro de la música, donde cuesta llegar a estar a un cierto nivel de consideración, algo que nosotros hemos trabajado peldaño a peldaño.

P. Quizá la mayor sorpresa de este 20º aniversario sea Mutanciones, un disco homenaje en el que una veintena de artistas de la escena indie española versionan vuestras canciones. ¿Esperabais algo así?Mutancionesindie

R. Para nada. Si a todo el mundo que tiene una carrera larga en la música le dedicaran un disco de versiones, lo hubiéramos esperado. Pero es algo que solo se hace con el que se muere o el que se jubila, y nosotros nos sentimos muy vivos. No esperábamos que veintitantas bandas, con gente que admiramos muchísimo, hicieran canciones nuestras. Ha sido un regalo muy grande, el mejor de nuestra vida.

P. ¿Cómo os sentistes al escuchar vuestra música interpretada por estos artistas?

R. Es una experiencia muy intensa. Es curioso ver que las canciones siguen manteniendo su personalidad, siguen siendo nuestras, pero a la vez son también de otra gente. 

Las bandas que han colaborado en el disco forman parte de nuestras referencias actuales o lo han sido en el pasado. Ver que Fernando Alfaro o Napoleón Solo, que llevan poco tiempo pero que los admiramos muchísimo, hacen nuestras canciones es muy emocionante. Los resultados hacen que las canciones renazcan porque muchas veces a fuerza de repetirlas durante tantos años acabas olvidando un poco el sentido original que tenían y las emociones que la inspiraron. Al oirla en voces de otros vuelven a renacer y recobrar esos motores iniciales. Es muy bonito: recomendaría a todo el mundo que les hicieran un disco de versiones (risas).

P. ¿Alguna que os ha calado especialmente?

R. No ha habido una sola versión que nos haya dejado indiferentes. Todas nos han llegado al corazón, pero por motivos históricos la que más nos ha llegado al alma fue la de Fernando Alfaro, que además fue la primera que escuchamos y dio el pistoletazo de salida a todas las mutanciones. Era muy especial. Nosotros empezamos como grupo después de ir a un concierto de Surfin Bichos en Granada a mediados de los noventa. Es como una cuadratura del círculo, un cierre de ciclo que es muy especial para nosotros.

P. Hace unas semanas celebrabais un concierto-fiesta de 20 aniversario en La Riviera de Madrid, con muchos artistas y amigos invitados. ¿Cómo vivisteis esa experiencia?

R. Llevo 20 años tocando y no exagero si digo que ha sido la noche que mejor me lo he pasado y más me he emocionado encima de un escenario. Fueron 18 colaboraciones, que en algunos casos era solo una persona pero en otros eran grupos completos. Verlos a corta distancia, cantando nuestras canciones y entregándose a la causa mutante es muy impactante. Es uno de esos momentos mágicos que te da rabia que duren tan poco y no puedas repetirlos de nuevo. Son sensaciones inmensas.

P. El mundo de la música tiene fama, por lo general, de ser muy competitivo, también en la escena indie. ¿Es habitual que haya reconocimientos tales como Mutanciones?indieMutanciones

R. La escena es competitiva, como cualquier profesión, pero también hay muy buen rollo, al menos en nuestro caso. Cuando la escena indie era algo muy pequeño y estábamos empezando, a finales de los noventa, las actitudes eran mucho más hostiles entre las bandas. Había mucha distancia. Ahora nos da la impresión, no solo por nuestra relación personal con otras bandas, sino por lo que venimos viendo desde hace años, de que hay buena relación en general.

Como en todos los gremios, hay cierta hipocresía a veces: abrazas a alguien y en cuanto te das la vuelta te despellejan. Pero, en general, veo una actitud muy participativa, de colaborar unos con otros. Una de las cosas más bonitas de estos años en la música es que entre mis amigos haya gente que admiro como Julio de la Rosa o León Benavente, y también que bandas nuevas se acerquen a nosotros y acabemos teniendo relaciones personales con gente que tiene intereses muy parecidos a los nuestros. Es una oportunidad que da la música y que no se suele tener en otros ámbitos de la vida. En un gremio que se dedica a trabajar sobre los ritmos, las armonías y las emociones hay afinidad que muy profunda.

P. Habéis sido muy crítico con ciertas letras del indie español. ¿Qué les pasa a esas composiciones?indie

R. Con los años hemos aprendido a respetar a cualquiera que se suba a su escenario, porque no es nada fácil exponerte de esa forma. No nos gusta la gente que en las letras de sus canciones no dice nada. Nosotros hemos intentado transmitir siempre sensaciones intensas partiendo de las experiencias propias, tratando de ser honestos y hablar de cosas que nos importan realmente. Quizá por eso otra gente puede identificarse con ellas. Las letras que no dicen nada y se hacen solo por rellenar el espacio, no merecen la pena, pero no somos nadie para juzgar: cada uno que siga el camino que quiera.

De todos modos, no creo que ni nosotros ni prácticamente nadie aporte mensajes nuevos. Las canciones no dejan de ser una parte más de la literatura universal que siempre habla de los mismos temas: amor, odio, paso del tiempo, la sociedad, la exaltación de la fiesta... Hay unos diez temas en los que puedes agrupar todo lo que está escrito en la historia de la música. Las canciones no se salen de eso. En nuestro caso, no sé si tenemos un signo distintivo, pero con el paso del tiempo hemos conseguido llegar a unos mensajes directos que no necesitan muchas interpretaciones y que pueden llegar al corazón. Intentan provocar emociones en el estómago, el corazón o el cerebro.

P. Ahora sois un grupo más que consolidado, y supongo que miraréis a la cantera. ¿Qué grupos emergentes veis con más potencial?

R. A nosotros nos parecen muy buenos, en Granada, Trepàt, que tienen actitud, canciones, talento y ganas. En Sevilla, El Imperio del Perro, en unas coordenadas estilísitcas muy diferentes, también nos han sorprendido. Novedades Carminha no es un grupo joven porque ya van por su tercer album, pero nos parece que va a tener muchísimo recorrido. También Ángel Stanich, que es un tío con mucha proyección. Por otro lado, Belice, que son jovencísimos y muy interesantes. Aunque no sea a nivel comercial, el Niño de Elche, que recientemente lo hemos visto en Granada, tiene la propuesta más revolucionaria y rompedora que hemos visto en décadas. En los últimos años, nos parece que la escena nacional está en un momento muy dulce. 

P. ¿Por qué?

R. Por primera vez la gente ha empezado a ver la música como un posible camino profesional, y se dedican a ello exclusivamente. Eso tiene que ver con que el público cada vez tiene más interés por la música independiente. No sabemos si es una moda que igual que ha venido se irá. Esperamos que no sea eso, que sea un signo de que la cultura musical va avanzando en este país y que la gente ya no se traga solo lo que la radiofórmula tradicional les vende.

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El público investiga un poco más y está abierto a otros canales de conocimiento de música que introducen a artistas que dicen mucho más que los productos de las multinacionales. Es verdad que dentro del indie actual no todo es independiente al 100%, pero tampoco hace falta que todo tenga denominación de origen y sea perfectamente alternativo. Las multinacionales están dando sus últimos coletazos y acabarán desapareciendo.

P. ¿Qué ha pasado para que esa gran industria discográfica esté en caída?

R. Los cambios de las redes e Internet han sido importantes, pero no son la única causa. Las multinacionales afrontaron la música de una forma tan comercial que creyeron que podían engañar a todo el público, ofreciéndoles bazofia que era de usar y tirar. Han muerto, y han muerto merecidamente porque han hecho mucho daño, sobre todo al buen gusto. 

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