Muy fan de...

Muy fan de... Sonia Castedo

Hola, Sonia, bombón. El sábado te vi en la tele, en Un tiempo nuevo, metáfora de lo que te viene ahora que has dejado el bastón de mando, aunque no hayas perdido el dominio de la situación. Qué manera de torear en soledad imputadísimaimputadísima ante la adversidad, frente a ti se acojonaría hasta Manolete. ¡¿Qué desayunas?! Muy fan.

Dijiste que habías elegido ese plató para dar explicaciones porque en las ruedas de prensa los periodistas lo tergiversan todo. Malvados. Y pese a que en cuatro días tienes que declarar en el juzgado por una de tus dos imputaciones, estabas más crecida que Ibaka. Grande.

Yo, Sonia, quiero ser como tú, más dura que el pedernal ante los ataques. No te cortas ni con la colección de cuchillos japoneses de la teletienda. Repasemos tus míticas perlas:

–“La muerta viviente huele mejor que usted” (respuesta al concejal de IU que te llamó “zombie” y “muerta viviente” en un pleno en el que pedían tu dimisión). 

–“Y es verdad. En Alicante hay cosas que huelen mal y mucho. Y que el agua a veces no les vendría nada mal por encima” (respuesta a la oposición que hablaba de la necesidad de limpiar la ciudad de corrupción).

–“Sabéis que cuando Sonia Castedo hace algo, lo hace cuando le apetece, cuando ella lo decide y sin avisar" (respuesta a los periodistas sobre si ya habías tomado la decisión de abandonar el cargo…).

Fiel a tu última premisa –formulada en tercera persona, síntoma, según los entendidos, de un narcisismo evidente– dimitiste donde te dio la gana y cuando te pareció bien: en Facebook el 23 de diciembre, día de tu cumple. Felicidades. Me gusta.

Me sorprendió que grafitearas tu decisión en el muro de Facebook, no es de mujer valiente, sincera y echada p’alante como tú. Es un gesto más propio de esos que se acobardan cuando toca afrontar el adiós, los que evitan una despedida razonada y razonable –como mandan las normas básicas de educación–, esos que rompen por Whatsapp, reduciendo el cariño que pudo existir en el pasado al emoticono de una caca con ojos.

Yo defiendo que quien evita la última conversación con el “abandonado”, no es que haya dejado de querer, es que en realidad nunca quiso. No es que haya perdido el respeto por el otro, es que nunca lo tuvo. Cuando uno cree estar en poder de la razón, como en tu caso, no tiene sentido esconderse. No sabría decir si hay más de cobardía o de desprecio en un portazo 2.0 y eso, Sonia, no se compadece con tus sentimientos.

Tantas veces declaraste tu amor incondicional por tus ciudadanos, qué menos que demostrarlo en el momento de la despedida en el salón de la casa del pueblo, órgano que representa su soberanía, durante el último pleno del año –22 de diciembre, tan solo un día antes de tu feisbukdimisión–, mirando a los ciudadanos a los ojos para decirles con tu cálida voz de locutora de bingo y tus pausas dramáticas: “chau (PAUSA) pescao”.

Pero no, saltaste las fogueres con maestría y ni siquiera acudiste, excelentísima doña Sonia Castedo Ramos, al pleno del 5 de enero que formalizaba tu renuncia. Despacharon sin ti en tres minutos, lo que tarda en cocer una patata en el microondas (siento la comparación, “lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks” ya estaba cogido).

Entiendo que las redes sociales te fascinen. Es tan sexy dejar mensajes enigmáticos por ahí, como el que cerraba tu felicitación navideña en Facebook, cinco días antes de tu dimisión:

“Ojalá afrontemos el Año Nuevo como yo lo hago siempre: con el optimismo renovado de un valiente aventurero. Es la mejor forma de conseguir que TODOS NUESTROS SUEÑOS y TODAS NUESTRAS AMBICIONES no sólo permanezcan intactas, sino que se acrecienten con el paso del tiempo…”

Algunos interpretaron tus mayúsculas como una clara intención de fundar tu propio partido.

Tendría morbo el pulso en las urnas entre aquella con la que tantos populares evitaron salir en la foto y el partido que le dio la gloria. Que se pusiera a prueba el tirón de unos y otra, para comprobar cuántos de los votantes dan su confianza al Partido Popular y cuántos dicen sí a “lo que diga la rubia”.

El sábado, en la tele, lo negaste tajantemente. Dijiste que abandonabas definitivamente la política y que te vas a poner a trabajar… Si te parece, nos guardamos todo esto en “favoritos” para poder consultarlo en el futuro.

En tu tiempo nuevo, te has abierto cuenta personal en Twitter. Será interesante comparar tu número de followers con el de esos compañeros que según tú te han dejado sola –a pesar de que aseguras no haber hecho nada digno de reproche–. Estaremos atentos a los posibles cruces de mensajes si los hubiera o hubiese…

Un caricaturista del ‘Charlie Hebdo’ repudia las repentinas muestras de apoyo

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De momento, has empezado suave y cariñosa con tus tuits, pidiendo comprensión a tus followers, porque eres novata, y dedicando bonitas palabras incluso a la mismísima Encarna, en un momento épico de resurrección:

Veremos cuánto tarda en salir la Sonia políticamente incorrecta que llevas dentro, como tú misma reconociste en plató en ese momento Jeanette: “♪Yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así♪”

Termino antes de que me conmines a hacerlo con tu fabuloso: “Vaya finalizando bombón”, pero como follower y fan tuya que soy, seguiré los acontecimientos para ver en qué acaba lo tuyo…

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