Interior abre una investigación para detectar posibles fallos en el dispositivo policial del 22-M

Este lunes, un día después de que decenas de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) se manifestaran de forma improvisada en su sede de Moratalaz (Madrid) en protesta por la actuación de sus mandos durante las marchas del 22-M, el director adjunto operativo (DAO), Eugenio Pino, convocó a los sindicatos mayoritarios del Cuerpo. En su reunión, el DAO anunció la apertura de una información reservada para estudiar posibles fallos e este despliegue policial integrado por 1.700 agentes. Según fuentes conocedoras del contenido de este encuentro, Pino pidió tiempo a los agentes para recopilar la información necesaria y no descartó la apertura de expedientes. Según fuentes de los servicios de emergencia, la noche del sábado, durante las Marchas de la Dignidad, resultaron heridas un centenar de personas. Sesenta y siete de ellas eran policías. Por su parte, la Policía detuvo a 27 personas.

Fuentes del Sindicato Unificado de Policía (SUP) –el mayoritario– consultadas por infoLibre sostienen que el anuncio por parte del Ministerio del Interior de la apertura de una investigación interna no es suficiente. "No queremos tener a esos jefes. No los respetamos y no nos protegieron", insisten.

Además del secretario general del SUP, acudieron a la convocatoria del DAO los líderes de la Confederación Española de Policía (CEP), la Unión Federal de Policía (UFP) y el Sindicato Profesional de Policía (SPP).

Horas después de esta primera cita, a las 17.00 horas, los sindicatos que asistieron a la reunión con el director adjunto operativo, a excepción del SPP, se reunieron para seguir articulando una respuesta a lo ocurrido el sábado en las inmediaciones de la plaza de Colón. Acordaron que este miércoles, a las 12.00 horas se celebren concentraciones en todas las comisarías de España. Los agentes portarán pancartas con los siguientes lemas: "Apoyo UIP y en rechazo a los violentos" y "Dignidad profesional ¡Responsabilidad!". Además, se leeerá un manifiesto cuyo texto definitivo no está todavía perfilado.

Esa misma tarde, Pino ha vuelto a convocar a los secretarios generales de los sindicatos mayoritarios para comunicarles los avances de la investigación reservada abierta este lunes.

"Error de coordinación"

Los sindicatos ponen el foco en los 67 agentes de Policía heridos en enfrentamientos con un grupo de violentos y, sobre todo, en los hechos que llevaron a que un subgrupo de antidisturbios –unos 15– fuese rodeado por "unos mil manifestantes violentos, armados con piedras y barras metálicas" que no dudó en emplear estas herramientas.

A juicio del SUP, "este error de coordinación debe suponer la dimisión del responsable o responsables que permitieron que quince policías quedasen aislados, sin apoyo, impidiendo que intervinieran otros efectivos que solicitaban acudir en su ayuda".

Fuentes policiales conocedoras de los sucesos de la noche del sábado precisan que justo en el momento en el que los agentes fueron rodeados por los manifestantes violentos, desde la Brigada de Información se alertó por la emisora de que los agentes corrían un riesgo muy serio. "Ayudadlos que los matan", pudo escucharse según las mismas fuentes. "Se tardó mucho tiempo en dar la orden de ayudar", precisan al tiempo que subrayan que tenían la orden de no actuar "en la medida de lo posible".

En este último extremo coinciden en el Gobierno, donde también atribuyen en cierto modo un ejercicio de dejación de funciones a los organizadores de la marcha.

En el Ejecutivo aseguran que ya se contaba con la posibilidad –como ocurre en situaciones similares– de que "un grupo de violentos" intentaran "reventar" el acto. También se había apuntado a la posibilidad de que recurriesen a "técnicas de guerrilla urbana".  

Antecedentes

En la tarde del domingo, varias decenas de agentes antidisturbios de las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional se reunieron desde las 15.00 horas en una asamblea improvisada en su sede central motivados por el malestar contra sus responsables.

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El origen del malestar, según señalaban las fuentes consultadas, fue el modo de dirigir las unidades por parte del comisario Jefe de las UIP, José María Ruiz Igusquiza y el jefe de la UIP en Madrid, el inspector jefe Francisco Javier Virsea. Los policías se quejaron de haber estado sometidos a "órdenes caóticas" y de que se cuestionen sus intervenciones.

"Para todos los que podáis se ha quedado ahora a las 15.00 horas en donde las furgonas en Moratalaz para ver qué medidas se toman o qué cojones se hace porque esto es una puta vergüenza", decía uno de los mensajes que difundido el domingo por redes sociales para convocar la asamblea.

Otro mensaje se quejaba directamente del responsable: "Al parecer Igusquiza está preguntando quién disparó primero sin permiso. Esto es lo único que le importa a los que mandan. ¡Que rueden cabezas ya!"