Ciudadanos se hace un lío con sus propuestas sobre la investidura de Rajoy

Ciudadanos consiguió el pasado domingo el respaldo de 3,1 electores, lo que le sirvió para sumar 32 escaños, ocho menos que en el 20D. Un resultado que consolida a la formación como cuarta fuerza, pero le hace depender de los movimientos de PP y PSOE para tener peso en las negociaciones que acaben llevando a un candidato a la Moncloa. De hecho, Rivera sólo tendrá un papel principal en el caso de que los socialistas mantengan su negativa a favorecer que el PP conserve la presidencia del Gobierno. 

No obstante, incluso en el caso de que Pedro Sánchez perseverara en su oposición a dar el Gobierno al PP serían varios los dilemas ante los que se encontraría la dirección del partido naranja. De hecho, cuando apenas han pasado cuatro días desde el escrutinio electoral, varios de sus dirigentes se han lanzado a verter versiones contradictorias sobre cuál es la postura respecto a las negociaciones para formar Gobierno. 

Uno de los aspectos principales es el veto a la continuación de Mariano Rajoy como presidente, una cuestión ampliamente defendida en la campaña, pero de la que Rivera amagó con desdecirse apenas horas después de los comicios, cuando señaló en una entrevista el lunes por la mañana que nunca había habido un veto al líder del PP. "No vamos a apoyar ningún Gobierno de Mariano Rajoy", dijo horas después en rueda de prensa para intentar calmar el revuelo formado por sus declaraciones. 

De hecho, si algo llamó la atención en esta campaña fue la hostilidad de Rivera con Mariano Rajoy. Fue muy duro con él en el debate a cuatro celebrado el lunes 13 de junio. "Se lo digo de corazón, creo que la nueva etapa política de España necesita un nuevo Gobierno, y le pido, por favor, que reflexione", le dijo tras recordarle el caso Bárcenas. "Usted aparece en estos papeles, y solo por eso es muy difícil confiar", añadió.

Días después contribuyó a reforzar la idea de que su partido no quiere tener nada que ver con este PP insistiendo en que su formación no favorecerá la continuidad del presidente en funciones en la Moncloa, ya sea con el voto a favor o con la abstención. A la pregunta de si descartaba la abstención para que gobierne Rajoy, respondió: "Sí. No queremos que Rajoy gobierne, que siga gobernando, queremos cambio de entrenador, de Gobierno, de personas".

Tras el escrutinio, del que Rajoy salió reforzado, varios responsables de la formación han mantenido durante esta semana que el actual líder del PP "no es la persona más adecuada para llevar a cabo las reformas contra la corrupción que España necesita". Sin embargo, el argumentario viró este jueves cuando el portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta, apartó la exigencia de vetar a Rajoy y planteó que lo principal es hablar de contenidos. 

En una entrevista en Los Desayunos de TVE, el dirigente del partido naranja señaló que no es el momento de hablar de "nombres" para presidir el Gobierno y que lo primero es ver si hay "disposición" por parte de los conservadores para cumplir las condiciones de regeneración que marca Ciudadanos. Aunque el partido sigue fiando su apoyo a que se lleven a cabo reformas en la justicia, la ley electoral o el sector educativo, estas declaraciones sí suponen un cierto volantazo en el sentido de que no cierran la puerta a un apoyo al PP con Mariano Rajoy. 

Negociación a tres 

La otra cuestión sobre la que ha virado Ciudadanos es su exigencia de una mesa de negociación a tres con PP y PSOE para favorecer la creación de un Gobierno constitucionalista. Los dirigentes de la formación son conscientes de que dependen de conservadores y socialistas para tener peso en las negociaciones que acaben llevando a un candidato a la Moncloa. Y que sólo tendrán un papel principal en el caso de que el PSOE sí mantenga su veto al PP, aunque eso implique alianzas con fuerzas como el PNV. 

El miércoles, el secretario general del partido, Matías Alonso, insistió en que Ciudadanos rechazaba reunirse solo con el PP porque sin el PSOE no había "pacto posible". Era el enésimo intento del partido naranja por erigirse en árbitro de una negociación "sin condiciones" para la formación de Gobierno. Pero horas después, en el Congreso, de nuevo Girauta dejó caer que el partido ya contemplaba la posibilidad de una negociación a solas con el PP, sin la presencia del PSOE, que por el momento se sigue negando a aceptar la propuesta. Aunque reiteró que lo óptimo sería ese encuentro a tres, también dijo que no tenían inconveniente en "sentarse a hablar con quien sea". 

Este jueves, en los Los Desayunos de TVE, de nuevo Girauta contribuyó a abonar esta posibilidad no siendo tan rotundo como otras veces al ser preguntado sobre la posible adhesión a un pacto con el PNV. Si hace tres días lo había visto "bastante impensable", en esta ocasión señaló que era "muy complicado" sumar a los cinco diputados vascos. El papel de los parlamentarios del PNV es indispensable si el PSOE sigue manteniéndose firme en su negativa al PP, aunque seguiría sin salir la suma que mantendría al PP en la Moncloa. 

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Dos años y moción de confianza 

También Girauta sorprendió este jueves poniendo una nueva posibilidad encima de la mesa: alcanzar un acuerdo para investir a un presidente "al menos" para media legislatura con el compromiso de una cuestión de confianza a los dos años. Horas después, por la tarde, el vicesecretario general, José Manuel Villegas, contradijo estas palabras en los pasillos del Congreso insistiendo en que su propuesta no es investir a un presidente para que a mitad de legislatura se someta a una cuestión de confianza.

Aseguró que el partido no tiene previsto plantear esta posibilidad "como una condición, ni siquiera como una posibilidad" y aseguró que el portavoz de la formación en la Cámara baja simplemente había respondido "a una especulación, a una posibilidad" que se le había planteando en la entrevista. En este sentido, reiteró que la posición del partido no había cambiado "en absoluto" y que su propuesta sigue siendo una mesa a tres entre PP, PSOE y C's.