Cultura
Peter Singer: "El movimiento en favor de los animales debe organizarse mejor políticamente"
Peter Singer (Melbourne, Australia, 1946) es un filósofo de referencia para todos los defensores de la causa animal. Singer, que enseña hoy bioética en Princeton, en Estados Unidos, se dio a conocer por haber sido uno de los primeros, con su manifiesto y luego obra titulada Liberación animal, en analizar la condición animal y en reivindicar derechos para los animales no humanos. La editorial Taurus acaba de recuperar este ensayo, convertido en un clásico del movimiento casi desde su publicación en 1975. Se suma a una larga nómina de títulos, casi todos relacionados con la ética y el activismo. Es también un gran seguidor del activista Henry Spira, al que dedicó su libro Ethics into action (De la ética a la acción), que forjó una metodología de la campaña política y luchó victoriosamente contra la experimentación en animales. Habiendo sido capaz de hacer ceder a McDonald's, el FBI o L'Oréal, su trayectoria permite, para Peter Singer, dilucidar nuevas metodologías y "preceptos para cambiar el mundo".
Pregunta. Su libro, Liberación animal, que inauguró una reflexión sobre esta causa, fue escrito hace más de 40 años. ¿Qué ha cambiado desde entonces?Liberación animal
Respuesta. Muchas cosas. En aquel momento, nadie pensaba que los animales pudieran constituir una cuestión política seria. El interés por los animales parecía estar reservado a las señoras mayores, con sus gatos. Había cierto desprecio hacia las personas que se preocupaban por estos asuntos. Esto ya no ocurre. Hay muchas organizaciones que se encargan de estas cuestiones y mucha más gente como para considerar que esto no tiene importancia.
Más allá de eso, algunas leyes han impuesto cambios reales en el tratamiento de los animales. Había abordado sobre todo, en Liberación animal, la manera en que eran maltratados los animales de granja, y esto ha sido mejor regulado, incluso si todavía se hace mucho daño en las granjas industriales. Pero ha habido un gran progreso, y este libro y las ideas que contenía han avanzado.
Asimismo, en los últimos años hay un empuje importante del modo de vida vegano. Cuando escribí mi libro, nadie comprendía lo que este término podía significar. La lucha vegana se ha extendido, y esto hace posible ya el desarrollo de alternativas a las industrias animales, reduciendo su poder económico.
P. ¿Significa esto que tenemos que empezar por volvernos todos y todas veganos? Dicho de otra manera: ¿el combate está en cambiar uno mismo o en poner la cuestión animal en la primera fila de la escena política?
R. Se puede lugar en los dos frentes. Podemos reconocer que la gente no se encuentra en el mismo nivel de toma de conciencia. Algunos están dispuestos a hacerse veganos y a no comprar productos de origen animal. Otros están dispuestos a ser vegetarianos. Y una gran mayoría querría que el sufrimiento animal se redujera, pero no está dispuesta aún a cambiar su consumo. Este grupo es el más significativo políticamente. Y la prioridad está, entonces, en empujarles a que su voto se preocupe de las cuestiones animales, y no a transformarles en vegetarianos.
P. ¿Qué falta aún para defender la causa animal?
R. Falta un verdadero enlace político. El movimiento en favor de los animales debe organizarse mejor políticamente. Necesitamos que los votos cuenten de verdad y que permitan castigar a los políticos que no se ocupen de estos asuntos.
P. La causa animal, ¿es una política transversal entre los distintos partidos, o se inscribe más en la izquierda, en un proyecto emancipatorio general?
R. El combate por los animales me parece constitutivo de la izquierda, pero puede concernir también a la derecha. Matthew Scully, que fue una de las plumas de George Bush, es muy conservador. Escribió un libro excelente sobre el asunto, donde no habla de los derechos de los animales, sino de la piedad por los animales. Se sitúa en una perspectiva cristiana, pero llega a las mismas conclusiones que yo. Pienso que se puede utilizar la dimensión religiosa para llevar a personas más conservadores a reivindicar un tratamiento más decente para los animales.
P. ¿Por qué era relevante para usted la figura de Henry Spira? ¿Por qué escribir su biografía?
R. Me parecía importante hacer público y mostrar cómo alcanzó esos éxitos, sobre todo a favor de la causa animal, utilizando estrategias que pueden servir también para cualquier movimiento activista. Consiguió, como nadie antes que él, reducir el sufrimiento animal y mejorar la manera en que vivían los animales. ¿Cómo llegó a ello? Henry Spira no era rico y no estaba predestinado a estar al frente de una gran organización. Quería dar a conocer la manera en que una persona sola puede marcar la diferencia.
P. ¿Cuáles fueron sus principales éxitos?
R. Permitió que se pudieran comprar cosméticos no testados en animales, imponiendo que grandes empresas como Revlon, Bristol.Myers o L'Oréal modificaran sus prácticas y consagraran medios para desarrollar alternativas a los tests practicados en animales. Millones de ellos fueron salvados así de mucho sufrimiento. Consiguió también de empresas como Procter and Gamble que dejaran de envenenar a los animales para testar sus nuevos productos.
Después de estas acciones victoriosas que concernían a los tests practicados en animales, se consagró a la suerte de los animales usados para alimentar a los humanos. Si los experimentos en animales concernían a millones de ellos, en el campo de la alimentación se trataba de cientos de millones, o miles de millones cada año, solo para los Estados Unidos. Le llevó tiempo, pero consiguió que una empresa como McDonald's redujera el estrés y el sufrimiento de los animales que usaba para sus hamburguesas. Contribuyó a modificar la manera en que la industria alimentaria trata a los animales.
P. ¿Qué estrategia llevaba a cabo para conseguir esos resultados políticos?
R. Primero: obtener información fiable sobre elementos que, de ser publicitados, podrían resultar embarazoso para algunos. Por ejemplo, en el caso de la campaña contra la empresa de cosméticos Revlon, utilizó la Freedom of Information Act para obtener documentos que Revlon había debido entregar al Gobierno para obtener la aprobación de este con respecto a la seguridad de los nuevos productos que la empresa quería comercializar. Estos documentos daban información precisa sobre la experimentación hecha sobre animales.
Segundo: nunca exagerar la información de la que se dispone, porque tu credibilidad es esencial y depende de ella.
Tercero: si se desea cambiar la manera de proceder de una empresa o institución, comienza por dialogar con ella. "Tenemos documentos que muestran un comportamiento inaceptable. ¿Estarían dispuestos a cambiarlo?". En algunos casos, las empresas aceptaron modificar su actitud. En la mayor parte de ellos, sobre todo el principio, cuando nadie sabía quién era ni de qué era capaz, nadie le escuchaba.
Spira empezaba entonces una campaña, haciendo presión, como sobre un tubo de dentífrico, hasta que el tapón saltara. Hacía pública la información. En algunos casos, recolectaba fondos para permitirse una página completa en el New York Times. En el caso de Revlon, la publicidad preguntaba: "¿A cuántos conejos deja ciegos Revlon en nombre de la belleza?". Revlon era una compañía preocupada por la belleza y la eleganzia, y esto cuadraba mal con la idea de dejar ciegos a conejos para testar sus productos.
La campaña no exigía que Revlon cesara la experimentación inmediatamente, porque Spira sabía que eso le impediría poner sus productos en el mercado, y que no era posible pedir eso. Entonces, al mismo tiempo que aumentaba la presión, le parecía necesario presentar maneras de desbloquear la situación. Pidió a Revlon que dedicara una parte de su beneficio a buscar alternativas a los tests practicados sobre conejos.
Presionar a una empresa, pero con un objetivo realista que pudiera conseguir: esa era su estrategia.
P. ¿Esta estrategia puede ser duplicada en cualquier lucha política? ¿Se puede definir verdaderamente una metodología para una acción política exitosa?
R. Me parece que sí, en todo caso para movimientos que disponen de una diana específica, con consumidores y usuarios sobre los cuales se puede actuar. Esto puede concernir tanto a empresas privadas como a públicas. Pero es verdad que si quieres actual sobre el desarme nuclear, por ejemplo, es sin duda diferente.
P. ¿Se trata de cambiar progresivamente el sistema o de hacerlo lo mejor posible dentro del sistema tal y como funciona.
R. Esa es una manera de cambiar progresivamente el sistema. Si volvemos a los animales y la industria de la carne, cada paso que se da, cada etapa que se alcanza en la mejora del bienestar animal, aumenta mecánicamente el precio de los productos vendidos. Esto vuelve más fácil la competencia con otros productos menos caros, y productos vegetales pueden ser así competitivos frente a productos animales.
Al final, se desarrollan hoy hamburguesas que saben a carne pero que no la contienen. Henry Spira era consciente de esto. Le parecía que dirigirse hacia un mundo vegetariano sería más fácil si producir carne costaba más caro. Es evidente que esto lleva mucho tiempo. Pero si piensas que se puede abolir la industria de la carne en diez años, esto no se producirá, y es importante avanzar hacia eso progresivamente. _____________
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Traducción: Clara Morales
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