LOS ABUSOS DE LA BANCA
Bankia sólo ha devuelto el 60% del dinero invertido por los preferentistas
Bankia ha anunciado que devolverá 1.500 millones de euros a unos 200.000 pequeños accionistas que acudieron a la salida a Bolsa de la entidad financiera en julio de 2011 atraídos por un folleto de oferta pública de títulos que el Tribunal Supremo consideró engañoso en una sentencia del pasado enero. El reembolso de la inversión realizada por los minoristas será íntegro y con un interés del 1% anual. El mismo que pagó a los preferentistas en el proceso de arbitraje con que Bankia intentó atajar la avalancha de demandas judiciales. Ése es también el objetivo de la iniciativa recién publicitada para la salida al parqué. Pero ahí acaban las similitudes. Terminado el arbitraje en septiembre de 2014 y sumando las 21.555 reclamaciones presentadas en los tribunales por la estafa de las preferentes, Bankia ha devuelto sólo el 60,2% del dinero invertido en estos instrumentos híbridos por los 294.905 minoristas afectados.
Según las cifras del último informe emitido por la Comisión de Seguimiento de Instrumentos Híbridos de Capital y Deuda Subordinada, dependiente del Ministerio de Presidencia, de los 6.231 millones de euros que constituyeron la emisión de preferentes y derivados de las cajas de ahorros integradas en Bankia, los clientes recuperaron 2.166 millones gracias al arbitraje. A esa cifra hay que añadirle los 1.589 millones de euros que los perjudicados reclaman ante los tribunales.
Los jueces de primera instancia han fallado a favor de los ahorradores en el 86% de los casos. En instancias superiores, Bankia las ha perdido prácticamente todas. La suma de ambas vías de recuperación de lo invertido asciende a 3.755 millones de euros. En otras palabras, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri se ha librado de devolver el 40% de la emisión de estos complejos productos financieros.
El 25% de los solicitantes fueron rechazados
En abril de 2013 Bankia abrió el proceso de arbitraje para los compradores de preferentes y derivados emitidos por Caja Madrid, Bancaja, Caixa Laietana y las cajas de La Rioja, Canarias, Ávila y Segovia. Un “gestor independiente”, la auditora KPMG, seleccionaba las solicitudes de arbitraje, elaboraba un informe y lo remitía al cliente, que debía renunciar a la reclamación judicial y acudir a la junta arbitral de consumo. Ésta, finalmente, emitía un laudo. En el 97% de los casos, ese laudo ha sido favorable al perjudicado. Es decir, ser aceptado por KPMG implicaba un casi seguro dictamen positivo por parte de la junta arbitral.
Así, 171.854 clientes recuperaron su dinero, más el 1% de interés anual, el 75% de los que solicitaron el arbitraje. Pero esa cifra representa sólo el 54% del importe emitido en preferentes. El motivo de esta discrepancia estriba en que Bankia dio prioridad a los ahorradores más modestos, aquéllos con menos de 10.000 euros comprometidos. Y dejó para el final o desestimó las solicitudes de los mayores clientes. Porque, a diferencia de lo que va a ocurrir ahora con la salida a Bolsa –Bankia dio información “inexacta” a todos los interesados, según el Supremo, por lo que la restitución debe ser universal–, los criterios sostenidos para el arbitraje, y reiterados por los jueces, para las preferentes cargan las tintas en el hecho de que se eligió a clientes sin conocimientos financieros para vender un producto complejo. Es decir, el arbitraje excluyó a los inversores profesionales, que son también quienes adquirieron mayores volúmenes de preferentes.
En conjunto, KPMG admitió para el arbitraje al 77% de los clientes que solicitaron el arbitraje, 176.723 preferentistas, que adquirieron el 57% de la emisión. Es decir, fueron rechazados 58.443 ahorradores, que representan sólo el 25% de los solicitantes de arbitraje pero el 43% de la cantidad que éstos adquirieron: 1.747 millones de euros.
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Ahorro en costes judiciales
El descarte les permitió continuar su reclamación por la vía judicial. Si a los preferentistas rechazados se suman los 64.974 que ni siquiera solicitaron al arbitraje, aparecen 123.317 clientes que, al menos en teoría, estaban abocados a acudir a los tribunales. Pero la cifra de reclamaciones judiciales constatada por la Comisión de Seguimiento es mucho menor: 21.555 en marzo de 2015. En esa fecha, Bankia había dado por concluidas 12.398 demandas, que supusieron un desembolso de 690 millones de euros. Si en primera instancia, Bankia perdió el 86% de los juicios, en instancias superiores el porcentaje ha sido superior. Tanto que la entidad dejó de recurrirlas.
Para cubrir los costes de las reclamaciones judiciales por las preferentes, Bankia gastó hasta el 31 de diciembre de 2014 un total de 237 millones de euros. Ahora, con la devolución a los minoristas de lo invertido en la salida a Bolsa, la entidad prevé ahorrarse 400 millones de euros en costes judiciales: 75 millones en abogados y otros 25 en intereses demora. Tras el último fallo del Supremo, a la entidad se le venía encima una segunda oleada de demandas, habida cuenta de que ya estaba perdiendo el 93% de las presentadas antes. Bankia asegura que la sentencia del TS excluye a los inversores institucionales. no obstante, aún debe batallar en los tribunales contra las demandas que le han interpuesto 49 de ellos. Se dejaron en la salida al parqué de Bankia casi 1.000 millones de euros.