La agenda internacional y los buenos datos económicos, el respiro para Sánchez frente al avispero doméstico

Los líderes europeos se reencuentran cara a cara de nuevo a partir de este miércoles en Copenhague (Dinamarca). Dos cumbres esta semana en un momento crucial para el continente, con la vista puesta en la guerra híbrida desplegada por Rusia y que afecta principalmente al flanco este de Europa. Y, además, sobre la mesa estará el plan de paz para Israel y Palestina impulsado por Estados Unidos.

El presidente español, Pedro Sánchez, llega a la reunión informal de los 27 y a la Cumbre de la Comunidad Política Europea con ganas de marcar perfil, tanto para mostrar su compromiso con la UE y el flanco este frente a la amenaza de Moscú, como para presionar a favor del alto el fuego inmediato en Gaza y la implementación de la solución de los dos Estados.

El líder socialista encadena de esta manera nuevos eventos de política internacional, donde se mueve como pez en el agua. Comenzó el mes de septiembre con una visita oficial al número 10 de Downing Street para visitar al primer ministro británico, Keir Starmer, y lo acabó en Estados Unidos. Dos viajes con los que ha visto fortalecido su papel a nivel diplomático. Con su paso por Nueva York, con motivo de la Asamblea General de la ONU, España vio reforzada su posición un año y medio después al unirse ahora al reconocimiento del Estado de Palestina países como Francia, Canadá, Reino Unido, Portugal y Australia.

La política internacional se ha convertido en una de las columnas hercúleas de Sánchez en estos momentos, mientras que la otra está sustentada en la situación económica. Son los dos aspectos que reman más a favor del jefe del Ejecutivo en estos momentos frente al avispero nacional, donde la oposición le erosiona con los casos de corrupción y sus propios socios se lo ponen difícil con votaciones clave como la de la reducción de la jornada laboral o la del traspaso a Cataluña de las políticas de migración.

Sánchez marca la agenda con Gaza

A pesar de que en España el plano internacional no suele tener mucho foco, en esta ocasión el debate sobre Gaza ha cruzado como un rayo el tablero. Sánchez está logrando marcar la agenda con su posición sobre Palestina respecto a Alberto Núñez Feijóo, que se ve atrapado en tierra de nadie mientras Vox e Isabel Díaz Ayuso marcan su ritmo apoyando claramente a Israel.

Fuentes socialistas remarcan que el papel de Sánchez fuera de las fronteras supone ahora mismo uno de sus grandes activos: “El presidente del Gobierno lleva años liderando diferentes causas a nivel internacional. No es un secreto para nadie que ha fortalecido como nadie la presencia de nuestro país en los grandes foros, y que su presencia es demandada en muchas partes del mundo como referente, no ya de la socialdemocracia, que lo es, sino de un país cuyo desempeño económico despierta admiración de los principales actores económicos del mundo”.

En el núcleo duro de Ferraz sostienen al hilo: “Eso mantiene arrinconado a un Feijóo incómodo con Vox y que no logra encontrar un discurso diferenciado en ninguna materia. También porque en su propio partido no existe unanimidad, sobre todo con Ayuso, que se encarga de destrozar cualquier intento de Feijóo de buscar su sitio en materia internacional”.

“Mientras el presidente del PP mantiene una postura tibia de apoyo a Gaza, Ayuso se muestra partidaria de Israel cada vez que tiene oportunidad. Sánchez camina fuerte en los postulados internacionales, con voz propia y con un partido, el PSOE, que lo apoya al 100% en todos los temas. Todo se resume en una palabra: liderazgo. Sánchez lo tiene, y Feijóo no lo encuentra y se lo disputa una Ayuso con agenda nacional”, analizan en la sala de máquinas de los socialistas.

Sánchez tendrá en el mes de octubre más citas internacionales de primer nivel, como la reunión del MED9 en Eslovenia, donde acudirán también los máximos representantes de Francia, Italia, Malta, Chipre, Portugal y Croacia. Asimismo, a finales de mes se celebrará otra reunión del Consejo Europeo. En noviembre, según apuntan fuentes gubernamentales, el presidente tendrá una potente agenda internacional que se está cerrando en estos momentos. Sí se ha confirmado ya su presencia en la cita del G20 que tendrá lugar en Johannesburgo (Sudáfrica) los días 22 y 23 de noviembre.

La calificación 'A'

El otro campo en el que saca pecho ahora el Gobierno es en el económico. En Hacienda y en Economía ponen el acento en la importancia de que las agencias de rating Moody's y Fitch se hayan sumado a la estela de Standard & Poor's de hace unas semanas y hayan mejorado la calificación de deuda de España. 

“Ya todas las agencias de rating ubican su calificación en A, situación que se perdió durante la crisis financiera y que no se había recuperado hasta estos momentos. Esto es una muestra más de la confianza internacional en la economía española”, subrayan desde el Gobierno. Además, los socialistas ahondan durante estos días en la fallida predicción de “apocalipsis” de la economía que lanzó Alberto Núñez Feijóo. Creen en La Moncloa y en Ferraz que la gestión económica juega a su favor en estos momentos y que los ciudadanos valoran en su mayoría las medidas adoptadas frente a los mantras de la derecha, especialmente la subida del salario mínimo.

En el Gobierno dan mucha importancia a las menciones en la prensa internacional como el reciente artículo del Financial Times que señala a España como la “economía principal de mayor crecimiento de Europa y una de las más sólidas del mundo desarrollado”. El diario puso de relieve: “Mientras que otros países europeos se han empeñado en reforzar sus fronteras, España ha adoptado un enfoque más liberal. Desde 2022, ha registrado una afluencia neta anual media de unos 600.000 inmigrantes, la mayoría en edad laboral. La creciente demanda de mano de obra ha impulsado el empleo a máximos históricos y ha ayudado a España a evitar la grave escasez de mano de obra cualificada que ha afectado a sus homólogos europeos”.

La complicada situación interna

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Pero Sánchez navega en aguas más tumultuosas en la política interna. El jefe del Ejecutivo sufre el asedio, por un lado, de la oposición, poniendo en el centro las polémicas sobre su esposa y su hermano. “No hay nada. El tiempo pondrá todo en su sitio. Los dos son inocentes”, repiten insistentemente en el Gobierno. Todo ello en el contexto de unas encuestas que registran una mayoría absoluta por parte de las derechas, alimentándose una subida de Vox.

Pero los dolores de cabeza del Gobierno llegan también desde el bloque de investidura, que no funciona al unísono y ya ha hecho caer algunas leyes estrella por parte de socios. Ha sucedido con la reducción de la jornada laboral. El Gobierno se enfrenta en unas semanas a una votación clave: el decreto con el embargo de la compra y venta de armas a Israel. Tanto Podemos como Junts no han comprometido su voto a un texto con un fuerte componente simbólico e internacional para Sánchez. 

Asimismo, el Gobierno tiene en el horizonte la presentación del proyecto de presupuestos generales. El Ejecutivo lleva semanas trabajando con algunos socios clave como el PNV, ERC, EH Bildu y el BNG. Pero vuelve a encontrar dos piedras en el camino: Junts y Podemos. En La Moncloa insisten en que quieren agotar la legislatura aunque no salgan las cuentas. Pero esta teoría tampoco acaba de calar entre los socios. Por ejemplo, el diputado de Sumar Jorge Pueyo, de Chunta Aragonesista, consideró este martes que, en caso de que no se aprueben los presupuestos, Sánchez debería pulsar el botón de las urnas.

Los líderes europeos se reencuentran cara a cara de nuevo a partir de este miércoles en Copenhague (Dinamarca). Dos cumbres esta semana en un momento crucial para el continente, con la vista puesta en la guerra híbrida desplegada por Rusia y que afecta principalmente al flanco este de Europa. Y, además, sobre la mesa estará el plan de paz para Israel y Palestina impulsado por Estados Unidos.

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