Madrid bien vale un mitin contra Satanás: PP y Vox se disputan el voto evangélico

“¡Yo tengo el poder de Dios! ¡Como vengas, te reprendo, Satanás, no puedes tocarme!”. Así leído, y sin saber a estas alturas quién es Yadira Maestre, lo anterior parecería una línea perdida del guion de una película de exorcistas y poseídos. Pero lo que ese día, el sábado pasado, gritaba a pleno pulmón desde el escenario la pastora evangélica colombiana Yadira Maestre, ultraconservador Apóstol del Centro Apostólico Cristo Viene, era parte del discurso dirigido a los alrededor de 1.000 hispanos que asistían en Madrid a un acto con Isabel Díaz Ayuso en primera línea.

Viralizados a velocidad frenética, los vídeos del evento mostraban también a Ayuso –e incluso al hierático Alberto Núñez Feijóo– moviendo en otro momento pies y caderas a ritmo latino. El mensaje de Yadira Maestre, que opera desde el popular barrio de Usera, las referencias a los endemoniados, sus invocaciones a la sanación milagrosa, su bendición como vicaria de Dios para los dirigentes del PP –los dos anteriores y el alcalde José Luis Martínez-Almeida–, nada de ello les había alterado a tenor de las imágenes.

Si, según la leyenda, en el siglo XVI un pretendiente al trono francés se mudó del protestantismo al catolicismo bajo el lema París bien vale una misa, todo indica que la presidenta de Madrid y sus correligionarios han concluido que Madrid bien vale un mitin: evangélico –o sea, protestante–, contra Satán y protagonizado por una mujer que provoca en público el desmayo de sus fieles tocándoles la frente, cuenta micrófono en mano que su madre se curó del cáncer gracias a sus oraciones y promete salvar de la homosexualidad a los gays .

En Madrid, y así lo publicó el diario El País esta semana, residen 397.486 latinoamericanos con derecho a voto (un 8,3% del total de inmigrantes que pueden acudir a las urnas) en las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo. Y ese dato parece haber bastado para que un partido históricamente asociado a la tradición católica haya potenciado una estrategia que ya en 2016 le llevó a latinizar su himno con una versión bachata para los comicios del 26J.

La relevancia del voto hispano para el bloque conservador –no hay estudios extensos pero los realizados señalan que predomina la izquierda– ha provocado incluso el enfado de Vox frente al PP. El martes, su portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, enfatizó en una rueda de prensa que su partido mantiene una "relación fluida" con la iglesia evangélica al tiempo que reprochaba al PP que recurra a esa comunidad solo en "época electoral". "Y además no saben bailar", ironizó aludiendo a cómo Ayuso, Feijóo y los otros miembros del PP que les acompañaban habían seguido la interpretación del dominicano Henry Méndez de su canción El Tiburón durante el mitin del sábado. Organizado bajo el lema Europa es hispana, el acto del PP se había desarrollado en el periférico San Blas, distrito en el que se impuso la derecha en las elecciones de 2021.

Que Vox también busca el voto de los evangélicos trascendió hace dos semanas cuando retiró la proposición no de ley que había presentado para suprimir la Fundación Pluralismo y Convivencia. Capitaneada por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, es esa entidad la que distribuye las subvenciones públicas entre confesiones religiosas minoritarias. El 27 de enero, la formación ultraderechista publicó en su web un comunicado donde sostenía que la actividad de la fundación "se ha limitado a difundir y promover confesiones que son, en algunos casos, hostiles a la convivencia democrática y que atentan contra la dignidad de las mujeres”.

El 15 de marzo, fue la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) la que publicó un comunicado radicalmente distinto al del partido de Abascal. Lo hizo para anunciar que Vox había retirado la proposición. El subtítulo de la noticia estaba redactado así: "El portavoz de Vox en el Congreso también se reunió con representantes de Ferede para disculparse por "actuar precipitadamente" y cometer un error".

Cuando la colombiana Yadira Maestre se convirtió en estrella mediática tras su intervención en el escenario de Europa es hispana, Ferede censuró aquel acto de "propaganda política". La federación recordó que no existe "vinculación política" de la comunidad evangélica con ningún partido y recomendó a los ministros de culto que eviten "utilizar su influencia pastoral para condicionar el voto de los creyentes".

Pero el que quedará grabado como una declaración de guerra a Satanás y una exaltación del influjo divino que Yadira Maestre considera entre sus dones, el acto de Europa es hispana no había sido su primer acercamiento al PP. Casada con el pastor evangélico cubano Florentino Barceló, junto a quien fundó a finales de los ochenta la congregación que se ubica en los bajos de un edificio de oficinas, la ultraconservadora responsable de Cristo Viene y de la Asociación Manos hacia la Humanidad ya bendijo la campaña de Díaz Ayuso en 2021. Entonces, distintos consejeros del Gobierno de Madrid acudieron dos semanas antes de las elecciones al templo de Usera, allí donde se ofrecen sanaciones contra la "inmoralidad sexual".

“¡Yo tengo el poder de Dios! ¡Como vengas, te reprendo, Satanás, no puedes tocarme!”. Así leído, y sin saber a estas alturas quién es Yadira Maestre, lo anterior parecería una línea perdida del guion de una película de exorcistas y poseídos. Pero lo que ese día, el sábado pasado, gritaba a pleno pulmón desde el escenario la pastora evangélica colombiana Yadira Maestre, ultraconservador Apóstol del Centro Apostólico Cristo Viene, era parte del discurso dirigido a los alrededor de 1.000 hispanos que asistían en Madrid a un acto con Isabel Díaz Ayuso en primera línea.

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