PP de Madrid

En fuga tras golpear la moto de un agente

Esperanza Aguirre llega con Ignacio González en su coche a la Asamblea de Madrid ocho días después de que presentara su dimisión en septiembre de 2012.

La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, golpeó esta tarde la moto de un agente de movilidad en Madrid tras ser retenida por aparcar en el carril bus en la Gran Vía. Tras entregar la documentación, se negó a que su vehículo fuera inmovilizado mientras le tomaban los datos, según fuentes conocedoras del suceso. Y se dio a la fuga. La Policía tiene previsto presentar una denuncia por desobediencia a la autoridad.

De acuerdo con la circunstancias concretas del caso, la actuación de Aguirre podría ser calificada como una infracción administrativa (castigada con una multa de hasta 3.000 euros si es leve y de hasta 30.000 euros si es grave), como una falta de desobediencia (penada con una multa de 10 a 60 días) o como un delito de desobediencia (castigado con pena de prisión de seis meses a un año). Las autoridades también tendrán que valorar, a partir del contenido exacto de la denuncia, si se produjo una falta o un delito de lesiones en grado de tentativa por parte de Aguirre cuando se dio a la fuga y se llevó delante la moto de un agente.

Todo ocurrió, según fuentes conocedoras de la noticia, sobre las 16.35 horas de la tarde de este jueves, cuando dos agentes de movilidad dieron el alto a la expresidenta de la Comunidad de Madrid en la Gran Vía madrileña. Las mismas fuentes sostienen que su vehículo se encontraba ocupando el carril bus, extremo reconocido por la propia Aguirre que, además, confirmó que había aparcado el coche en las inmediaciones de la céntrica plaza de Callao para ir al cajero. "He tardado sólo un minuto. A esa hora no había nadie de tráfico. No había ni un alma", sostuvo en conversación telefónica con el diario ABC.

Tras entregar a los agentes su documentación personal –"¿Qué, multita y bronquita?, les espetó– y la del vehículo –un Toyota Versus de color blanco–, Aguirre comunicó a los agentes su intención de reiniciar la marcha para continuar rumbo a su casa. Pero estos le respondieron que el vehículo tenía que quedar inmovilizado mientras completaban los trámites de la denuncia. Haciendo caso omiso a la orden, la presidenta reanudó la marcha mientras derribaba la moto de uno de los agentes. "Fue sin querer", precisan en el entorno de la presidenta de los conservadores madrileños. Sin pararse, continuó rumbo a su casa en el barrio madrileño de Malasaña seguida por seis agentes en moto y una patrulla de Policía.

La presidenta no se detuvo hasta llegar a la puerta de su casa. "Les he dicho que si necesitaban algo más que vinieran a casa... y se han presentado siete policías [...] lo único que querían era una foto", señaló en su blog.

La multa por obstaculizar el carril bus es de 200 euros.

"Extralimitación" de la Policía

En el entorno de la expresidenta de la Comunidad insisten en que los agentes tardaron "demasiado" en tomar nota de los datos y en hacer efectiva la denuncia, lo que provocó el malestar de Aguirre, que insiste en que la intención final de la policía era la de dilatar al máximo su permanencia en esa zona a fin de que los ciudadanos repararan de su presencia e hicieran fotos del momento. Es precisamente para evitar esto, subraya, por lo que continuó su marcha sin el permiso de los agentes. "Todo apunta a que se extralimitaron en sus funciones", explican desde en PP de Madrid.

En sólo 48 horas, la presidenta de los conservadores madrileños ha pasado defender las actuaciones de la Policía tras la visita de los observadores de la OSCE a las marchas del 22-M a cargar contra los agentes.

En respuesta a esta crítica, desde el Ayuntamiento de Madrid, en manos de Ana Botella, se destacó que los agentes de Movilidad realizan siempre su trabajo de forma profesional, según el procedimiento y que tratan a todos los ciudadanos por igual, como no puede ser de otra manera, informa Europa Press. 

La presidenta del PP de Madrid utilizó su blog para difundir el siguiente comunicado:

"Sobre los hechos sucedidos esta tarde en Madrid, cuando he estacionado mi coche para sacar dinero de un cajero, quisiera aclarar los siguientes puntos.

1. En ningún momento he arrollado a nadie y mucho menos me he dado a la fuga.

2. He dejado mi coche, con las luces de emergencia encendidas, en el carril Bus de Gran Vía para sacar dinero de un cajero. Una operación que apenas me ha llevado un minuto y por la que he sido sancionada. He pedido disculpas por ello.

3. He presentado mi documentación a los agentes de movilidad, quienes sin motivo alguno, querían que siguiera allí parada cuando ya habían transcurrido 15 minutos. En ese momento he decidido marcharme y he comunicado a los agentes que podrían localizarme en mi domicilio para cualquier cosa.

4. No he arrollado a nadie. He arrancado mi coche y al salir he rozado la moto de un agente y la he tirado al suelo.

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5. Poco tiempo después 7 agentes se han presentado en mi casa. Lo único que querían era una foto.

6. La Guardia Civil es testigo de lo que aquí cuento.

Lamento mucho lo sucedido".

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