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Primarias del PSOE

Un PSOE partido en dos decide hoy su futuro entre Díaz y Sánchez

Los tres candidatos, Díaz, López y Sánchez, en la sede socialista de Ferraz.

Ibon Uría

Han pasado 232 días desde el Comité Federal del 1 de octubre de 2016. 232 días desde la dimisión de Pedro Sánchez y con el PSOE en manos de una gestora. 232 días de guerra interna como no se recuerda en el partido. Este domingo, los 187.949 afiliados socialistas están llamados a las urnas para escoger a su nuevo secretario general. El partido y los tres candidatos, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López, se juegan su destino.

Los aspirantes votarán durante la mañana en sus agrupaciones: Díaz en Sevilla, Sánchez en Madrid y López en Portugalete (Bizkaia). Después, ya por la tarde, se trasladarán a la sede socialista de Ferraz para seguir el escrutinio de una jornada clave para el futuro del PSOE, donde se prevé una igualada lucha entre la presidenta de la Junta y el ex secretario general. Estas son las claves para no perder detalle:

¿Quién vota?

Tienen derecho a voto 187.949 militantes y afiliados socialistas. El censo lo componen los miembros del PSOE, el PSC y sus respectivas organizaciones juveniles que estén al corriente del pago de las cuotas o que, como máximo, adeuden el importe correspondiente a seis mensualidades. Con respecto a las primarias de 2014, cuando tenían derecho a voto 198.123 personas, el censo se ha visto reducido en 10.174 inscritos (-5,1%).

La distribución de los afiliados socialistas no es homogénea en todo el territorio nacional. La federación más poderosa, de largo, es la andaluza, pilotada por Susana Díaz. Sólo en Andalucía hay 45.848 personas con carné del PSOE. Es el 24,4% del total. Le siguen, a mucha distancia, el PSOE valenciano –17.173 militantes, el 9,1%–, el madrileño –14.323 inscritos, el 7,6%– y el PSC –13.899 personas con derecho a voto, el 7,4%–.

Por detrás aparecen Castilla-La Mancha –12.190–, Galicia –10.142– y hasta siete federaciones con entre 5.000 y 10.000 afiliados: de mayor a menor, son Castilla y León –9.634–, Extremadura –9.537–, Asturias –8.093–, Aragón –7.953–, Canarias –6.338–, Murcia –5.851– y Euskadi –5.337–. Los últimos puestos por número de afiliados corresponden a Cantabria –2.815–, Baleares –2.372–, Navarra –1.460– y La Rioja –1.151–.

El PSOE también tiene militantes en Ceuta –324– y Melilla –251–, e incluso fuera de España: hay 1.630 personas con derecho a voto en América y 151 en países de Europa. Además, hay 4.199 afiliados directos que se dieron de alta por internet, no están adscritos a ninguna agrupación y dependen orgánicamente de Ferraz. Las Juventudes Socialistas y las del PSC aportan, respectivamente, a 6.562 y 716 afiliados al censo.

¿Dónde y cuándo se vota?

Hay 2.907 centros de votación en la península, Canarias, Baleares y las ciudades autónomas. Hay además seis puntos habilitados en Europa y once más en América. En la mayoría de casos se vota en las agrupaciones del PSOE, pero en los municipios donde el partido no tiene un local se han habilitado espacios en dependencias municipales o cedidas por centros sociales u organizaciones no gubernamentales, explican fuentes de Ferraz.

El partido ha dispuesto un total de 5.000 urnas de cartón y ha impreso 1.100.000 papeletas: 300.000 por candidato y 200.000 más para quienes deseen votar en blanco. Hay, además, 250.000 sobres y 10.000 guías de votación [ver en PDF]. Se ha hecho un esfuerzo por garantizar que el voto sea secreto: allí donde es posible habrá una cabina para votar. Donde no se haya podido instalar, habrá un espacio lo más privado posible.

 

Para votar, los afiliados deben presentarse en el centro que les corresponda: no hay posibilidad de votar por Internet. Una vez allí deberán identificarse con su DNI, carné de conducir o el pasaporte. Curiosamente el carné del PSOE no sirve, porque no incluye una fotografía del afiliado, señalan fuentes socialistas. Las mesas de votación están compuestas por un presidente y dos vocales, además de los interventores de las candidaturas. 

Se vota de 10.00 a 20.00 horas –salvo en América y Canarias, donde las urnas permanecerán abiertas hasta las 21:00, hora peninsular–. En las agrupaciones de menos de 100 personas que así lo hayan comunicado previamente, el horario de votación podrá ser más restringido, aunque abarcará necesariamente un mínimo de cuatro horas. Si todos los afiliados de una mesa votan antes de que termine el horario previsto, se precinta la urna y esta queda bajo custodia de los miembros de la mesa y los interventores hasta que llegue la hora del recuento.

¿A qué hora se conocerán los resultados?

Hacia las 23:30 horas podrían conocerse cifras definitivas del escrutinio, siempre y cuando las agrupaciones transmitan con la velocidad que Ferraz espera la información al centro de datos. El proceso es sencillo: una vez contadas las papeletas, los miembros de la mesa, acompañados por el secretario de organización de la agrupación, acceden por internet a una web donde comunican el resultado del recuento, que se recibe en Ferraz. Si no disponen de un ordenador, pueden llamar al centro de datos y, tras identificarse con un código de seguridad, trasladar el resultado del escrutinio.

Aunque el recuento comenzará a las 20:00 en la mayor parte de los centros de votación, la web del PSOE tardará una hora más en empezar a mostrar datos. El motivo es que hasta las 21:00 horas habrá aún urnas abiertas. Entre las 21:00 y el final del escrutinio la información se actualizará periódicamente con el total de votos logrado por cada candidato. Una vez concluya el recuento se darán los resultados por provincia, lo que permitirá saber qué candidato se impone en cada territorio. En la fase de avales, Sánchez se impuso en diez comunidades autónomas, Díaz en seis y Patxi López venció en Euskadi.

El primer indicador de cómo marcha la jornada, de todos modos, se conocerá mucho antes: a las 15:00 horas Ferraz tiene previsto facilitar un avance del dato de participación que indicará cuántos militantes han acudido a votar hasta las 14:00 horas. Hay que tener en cuenta que esa cifra sólo reflejará la asistencia a los puntos de votación que abran ininterrumpidamente de 10:00 a 20:00. Los que tengan horarios reducidos se excluirán del cálculo para evitar distorsiones. La participación definitiva se conocerá a las 21:00. En las primarias de 2014 fue del 66,76%.

¿Cuándo se proclama al ganador?

El nombre del ganador se sabrá la misma noche del domingo. Está previsto que, una vez conocido el resultado, pronuncie sus primeras palabras ya como secretario general. En todo caso, los resultados serán provisionales hasta que la comisión de garantías revise el contenido de todas las actas y atienda todas las posibles reclamaciones de las candidaturas. Los resultados definitivos se proclamarán el miércoles.

Las primarias de 2014 fueron, sobre el papel, una consulta a la militancia sobre la Secretaría General: en realidad, seguían siendo los delegados al Congreso Federal quienes escogían al líder del PSOE, y las primarias servían para orientar su voto. Sánchez ganó en las urnas y después fue ratificado por el congreso. Ahora es distinto, porque las elecciones primarias son vinculantes según los estatutos del partido: el secretario general lo es desde el mismo momento en que termine el escrutinio.

No obstante, el elegido tardará unas semanas en poder desplegar todo su poder, porque no elegirá a la nueva Ejecutiva del PSOE hasta el Congreso Federal del 17 y 18 de junio. Así que, hasta esa fecha, se dará un curioso fenómeno de cohabitación: el PSOE tendrá un nuevo secretario general electo que no podrá ejercer todos sus poderes porque aún no tendrá equipo, y la dirección del partido seguirá en manos de la gestora, explican fuentes de Ferraz.

¿Cuál es el principal mensaje de cada uno?

Si hubiera que hacer un resumen lo más breve posible, diríamos que este domingo se enfrentan el "PSOE ganador", el "PSOE de la militancia" y el "PSOE unido". Esos han sido los principales mensajes de Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López, respectivamente. Claro que eso es sólo el titular: por debajo hay otros muchos argumentos y mensajes con los que cada candidatura ha tratado de ganarse el favor de la militancia.

Susana Díaz, "100% PSOE": desde la presentación de su candidatura –con expresidentes y ex secretarios generales en primera fila– hasta su lema de campaña, todo en la candidatura de Díaz remite a la historia y las esencias del partido. La andaluza ha prometido un PSOE reconocible, unido y con un proyecto definido. Y ha planteado las primarias como el primer paso hacia la victoria en las próximas generales, que a los socialistas se les resiste desde 2008, hace casi diez años. De hecho, ese ha sido su principal argumento: el de conseguir un partido ganador. Díaz ha recordado insistentemente que en Andalucía fue capaz de ganar a PP y Podemos por 10 y 20 puntos respectivamente, y ha prometido que, si el partido no remonta con ella al frente, se marchará sin hacer ruido. ¿Sus principales ataques a Sánchez? Sus bandazos ideológicos, sus incoherencias y sus malos resultados electorales. 

Pedro Sánchez, "Aquí está la izquierda": en sus primeros actos como aspirante Sánchez era recibido al grito de "no es no". Después se presentó con el "sí es sí" como lema y, en la recta final de la campaña, empleó la frase "aquí está la izquierda". "¿Porque Susana Díaz es de derechas?", preguntaron los periodistas. "No, porque el proyecto de Pedro es el único capaz de ganar al PP", respondieron sus colaboradores con una media sonrisa. Sánchez ataca a Díaz identificándola como una de las promotoras de la abstención, basa sus mensajes en rescatar al PSOE de la tierra de nadie en que ha quedado, a su juicio, con la abstención en la investidura y promete dar la voz a la militancia, entre la que cunde el enfado por la decisión de dejar gobernar a Rajoy.

Patxi López, "Con Patxi ganamos todos": el exlehendakari se ha presentado como el hombre de paz en el conflicto entre Díaz y Sánchez, como el único candidato capaz de mantener el partido unido y acabar con el enfrentamiento interno. Porque si todos los socialistas no van todos a una, argumenta su campaña, dará igual quién sea el candidato: estarán en peligro de fracturarse, pasar a la irrelevancia e incluso desaparecer. López ha rechazado reiteradamente retirarse de la carrera o unirse a cualquier de las otras dos candidaturas para derrotar a la otra mitad del partido, e insiste en que la militancia sabrá valorar sus esfuerzos por lograr la unidad. En el terreno político ha pedido que el PSOE lidere un proyecto de izquierda exigente, ni acomplejado ante la derecha ni que se entregue en brazos de Podemos.

¿Qué se juegan los candidatos?

No todos los aspirantes se juegan lo mismo este domingo: la que más arriesga es Susana Díaz. Ella es la favorita en la carrera de las primarias, la que tiene más apoyos del aparato del partido, la presidenta de la Junta de Andalucía y la líder de la federación más poderosa del PSOE. Ella es quien pudo presentar su candidatura en 2014, cuando se lo pidieron muchos barones; o en 2015, tras el descalabro de Sánchez en las generales de diciembre. Pero decidió esperar. Ahora compite en un partido con el terreno de juego más embarrado que se recuerda y con un final más incierto de lo esperado. Si gana, ya ha dicho que compatibilizará la presidencia de la región más poblada de España con el liderazgo del principal partido de la oposición. Si pierde resistirá en Andalucía, pero algunos creen que quedará muy tocada y que será el principio de su fin.

Sánchez, en cambio, no tiene ni escaño ni cargo. Apela a la épica de la remontada. En otoño de 2016 muchos lo dieron por muerto, a finales de año y principios de 2017 incluso sus colaboradores más cercanos dudaron de que fuera a presentarse. Pero acabó dando el paso y, si gana, conseguirá redondear su relato, en el que se presenta como el líder depuesto por la vieja guardia socialista para entregar el Gobierno a la derecha y que quiere recuperar el timón del partido gracias al voto libre y secreto de la militancia. Que sea cierto o falso importa poco ya: en estos meses nadie ha conseguido un relato alternativo más convincente que el suyo. Lo reconocen incluso sus rivales. Si se alza con la victoria, la principal incógnita es saber si conseguirá recomponer alianzas internas, asignatura en la que no se demostró especialmente hábil en el pasado, más bien al contrario. Si pierde no se ve en la Ejecutiva, aunque el ganador se lo ofrezca. La incógnita es saber si competiría, por ejemplo, en las primarias abiertas del PSOE para elegir candidato a La Moncloa de cara a las próximas generales.

Patxi López, por último, juega a salvar los muebles. Sus propios colaboradores admiten que no tienen opciones de victoria, y en la recta final de la campaña ha sufrido la fuga, por ejemplo, del apoyo de la presidenta balear Francina Armengol. Su objetivo este domingo es lograr el mayor número de votos posible para que sus apoyos mantengan la influencia en el partido. 

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¿Un pronóstico?

Es complicado. En unas elecciones, por ejemplo, echaríamos mano de las encuestas para responder a esta pregunta. Pero en las primarias socialistas no hay sondeos que valgan gran cosa, porque el censo de militantes se custodia celosamente en Ferraz. En los estudios publicados por casas demoscópicas se ha preguntado por las preferencias de quienes dicen haber votado al PSOE el 26J, y en la mayoría de casos Pedro Sánchez ha sido el favorito. Todas las candidaturas admiten, no obstante, que la fiabilidad de esos cálculos es limitada.

En la ronda de avales, en cambio, ganó Susana Díaz. El aval es público y el voto privado, así que avalar y votar no es exactamente lo mismo. La teoría más extendida dice que los avales están más sujetos al control del aparato del partido, lo que en principio debía favorecer a la andaluza. Díaz, en una gran demostración de fuerza, logró recabar 60.231 firmas. La sorpresa fue que Sánchez, sin grandes apoyos orgánicos, se quedó a poco más de 6.000: reunió 53.692. La lectura fue de empate técnico, de que había partido y de que la presidenta de la Junta no era ya la gran favorita que esperaba ser. Los equipos de ambos confían en la victoria este domingo. López, en cambio, se quedó en 10.866 avales y nadie cree que tenga posibilidades de ser otra cosa que tercero.

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