Australia
El secuestro en Sídney acaba con tres muertos
Agentes armados entraron en la madrugada del martes, hora local, en la cafetería del centro de Sídney en la que desde hacía 16 horas un hombre mantenía retenidas a varias personas por motivos que aún se desconocen, según informan los medios locales.
Durante el tiroteo, tanto el secuestrador –al que se identificó como el clérigo radical de origen iraní llamado Man Maron Monis– como dos de sus rehenes –un hombre de 34 años y una mujer de 50– fallecieron en el hospital, según el comunicado policial. Otras cuatro personas han resultado heridas, entre ellas una mujer con una herida de bala en el hombro y un agente alcanzado por perdigones.
Antes de que se produjeran los disparos y entraran los agentes, según informa la cadena ABC News, varios de los rehenes habían conseguido abandonar el establecimiento, situado en Martin Place.
Tras los disparos, varios rehenes más han abandonado la cafetería, algunos de ellos con ayuda de personal sanitario y al menos dos de ellos en camillas, sin que por el momento haya detalles sobre posibles heridos.
El secuestrador quería una bandera del Estado Islámico y hablar con el primer ministro
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El autor del secuestro quería que le hicieran llegar una bandera de Estado Islámico y hablar con el primer ministro australiano, Tony Abbott, en directo en los medios de comunicación.
Así lo han expuesto varios de los rehenes en una grabación realizada durante el cautiverio y que se había remitido a los medios locales, que no la han difundido. Las imágenes han sido difundidas ahora por el portal LeakSource. Las cuatro rehenes que hablan en el vídeo se refieren al secuestrador como "hermano". Este ha sido identificado ya como un clérigo radical llamado Man Maron Monis, de 50 años de edad y que fue acusado en 2013 de ser cómplice en el asesinato de su exmujer.
En concreto, según exponen, el secuestrador quería una bandera de Estado Islámico, a cambio de lo cual liberaría a uno de los rehenes; que se informara en todos los medios de que se trata de un "ataque de Estado Islámico contra Australia", y dos rehenes serían liberados; y poder hablar con Abbott, a cambio de lo cual estaba dispuesto a liberar a otros cinco.