Capio infringe la ley para ocultar cuánto ganan sus directivos

Capio Sanidad Holding SL infringió en 2011 el Real Decreto que regula el Plan de Contabilidad de las empresas españolas, y lo hizo para no revelar las remuneraciones de sus directivos. Así consta en los dos informes elaborados ese año por Deloitte –las cuentas eran semestrales-, que introdujo sendas salvedades.

La cabecera española del grupo Capio, cuyos dueños finales se ocultan tras cinco sociedades de las Islas Caimán, eludió cumplir el artículo 23.6 del Real Decreto 1514/2007, hoy vigente y que aprueba el Plan General de Contabilidad. Deloitte hizo constar ese incumplimiento y lo reflejó en sus informes de 15 de noviembre de 2011 (cuentas del primer semestre) y en el emitido el 25 de junio de 2012 (cuentas del segundo semestre de 2011). Planteó su salvedad en los siguientes términos: “La nota 21.3 de la memoria consolidada adjunta no incluye la información requerida por la normativa vigente referente al importe de los sueldos, dietas y remuneraciones de cualquier clase devengados en el curso del ejercicio por el personal de Alta Dirección, así como los anticipos y los créditos concedidos al mismo”.

En esa nota de las dos memorias semestrales de 2011 Capio se limitó a reflejar los datos relativos a los miembros del consejo de administración, pero no a los de la alta dirección del grupo. “Los miembros del consejo de administración –se lee en ambas memorias semestrales- no han percibido remuneración alguna. Asimismo el grupo no tiene concedidos créditos ni anticipos ni ha contraído obligaciones en materia de pensiones ni seguros de vida con sus administradores”.

El 28 de febrero y en el cuestionario enviado a Capio por indicación de sus portavoces, infoLibre preguntó al gigante de la sanidad privatizada por la salvedad de la que deja constancia Deloitte y solicitó información sobre a cuánto ascendieron en 2011 y 2012 esas remuneraciones. La respuesta escrita no mencionó el informe de Deloitte. Ni aclaró nada: “Las sociedades que cotizan en bolsa –dice el texto– tienen obligación de informar a sus accionistas sobre la remuneración de los miembros del Consejo de Administración y de la alta dirección de la compañía, en quienes han depositado la responsabilidad de su inversión. En el caso de Capio Sanidad, que no cotiza en bolsa, sus accionistas no sólo conocen sino que deciden la remuneración de la alta dirección y de los miembros del consejo”.

Quiénes son los accionistas reales y últimos de la compañía de Capio, los que se parapetan tras las cinco sociedades del paraíso fiscal de las Islas Caimán continúa, por tanto, siendo una incógnita.

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