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Izquierda alternativa

Tsipras, coronado como candidato de la izquierda europea a la Presidencia de la Comisión

Alexis Tsipras, rodeado de la cúpula del Partido de la Izquierda Europea, en la clausura del IV Congreso del PIE tras su proclamación como candidato, este 15 de diciembre en Madrid.

Alexis Tsipras es ya, oficialmente, el guía, la luminaria de la izquierda alternativa europea. El joven líder político al que todos miran y admiran y en el que todos sus compañeros tienen volcadas todas sus esperanzas. 

Tsipras (Atenas, 1974), el jefe de la coalición Syriza que consiguió en 2012 –y por dos veces– superar a los socialdemócratas del Pasok y acariciar el poder, fue investido este domingo como candidato a la Presidencia de la Comisión Europea con todos los honores. El 84,1% de los delegados del IV Congreso del Partido de la Izquierda Europea (PIE), que concluyó hoy en el hotel Auditórium de Madrid, le coronó como su aspirante, como el referente de "todos los ciudadanos europeos", no sólo de los acogotados países del sur. Sólo un 7,3% se opuso a su postulación y un 8,5% se abstuvo. El PIE lo integran 26 miembros de pleno derecho (entre ellos, tres españoles: IU, el PCE y Esquerra Unida i Alternativa) y siete observadores. En total, están representados 23 países. 

Ya se sabía que su candidatura no tropezaría con demasiados obstáculos. En octubre, el Consejo de Presidentes del PIE ya apostó por él, avanzó que él era la persona de consenso, pero tenía que pasar por un proceso de decantación, de reflexión en todos los países. La decisión final se tenía que lacrar en este cónclave. Primero, ayer, se determinó que hubiera candidatura –venciendo así las reticencias de algunas fuerzas que entendían que respaldar a un aspirante significaba dar cobertura a las "ilegítimas" instituciones comunitarias– por un 79,6% de los votos, y, ya hoy, se eligió por amplísima mayoría a Tsipras. Nunca estuvo encima de la mesa ningún otro nombre. 

Tsipras, en su comparecencia ante los medios y después ante sus compañeros en el plenario, una vez proclamado, subrayó que su candidatura no es sólo "simbólica para el pueblo griego, que se ha convertido en el conejillo de Indias de esta crisis, en un experimento neoliberal" en el continente. Va más allá: "Es una candidatura para todos los pueblos de Europa", que representa la "Europa social, de la cohesión social, de la paz, la solidaridad y la democracia". "En Europa –abundó– no hay límites geográficos entre Norte y Sur, sí ideológicos y programáticos". La lucha, dual, no es "entre naciones", sino entre dos bandos: "Los ciudadanos de Europa y sus intereses" y las "fuerzas de los mercados financieros". 

Sólo una nueva entrada en la presidencia colegiada

Al igual que la candidatura de Tsipras, se aprobaron con un respaldo abrumador el resto de cuestiones decisivas de este IV Congreso. Para empezar, la reelección de Pierre Laurent, presidente del PIE, para un segundo mandato de otros tres años. Recibió el 78,6% de respaldo, un 14,3% de noes y un 7,1% de abstenciónnoes . Ese cierto rechazo se explica en parte por el enfrentamiento abierto de Laurent, que es además líder del Partido Comunista Francés (PCF) con el Parti de Gauche (PG) de Jean-Luc Mélenchon, ambos socios de la coalición Front de Gauche. Y aunque entre los miembros del PIE se puedan "comprender" las razones del PG, sentó mal que Mélenchon –ausente en este congreso– quisiera trasladar a Madrid su pugna con Laurent. Cayo Lara, líder de IU y anfitrión del cónclave, alabó la gestión del jefe del PIE y lo definió como el "mejor candidato" posible. 

Además de Laurent, fueron avalados sus cuatro vicepresidentes y el tesorero: Maite Mola (PCE, España) –ella es la coordinadora del PIE, la que lleva las riendas del día a día–, Marisa Matias (Bloco de Esquerda, Portugal), Margarita Mileva (Izquierda Búlgara, Bulgaria) y el propio Tsipras (Syriza, Grecia), y, como gestor de las finanzas, Diether Dehm (Die Linke, Alemania). La tónica es de continuidad, porque respecto al III Congreso, celebrado en 2010 en París, la única de los seis dirigentes que se incorpora a la cúpula es Mileva, que sustituye a Grigore Petrenco (Moldavia). Además de esta presidencia colegiada, el PIE dispone de un Comité Ejecutivo, en el que se suman dos miembros (hombre-mujer) por cada formación. Ninguna de las tres fuerzas españolas ha cambiado a sus representantes: se mantienen Willy Meyer e Isabel Salud por IU; Pedro Marset y Cristina Simó por el PCE y Toni Barbarà y Àngels Tomàs por EUiA. 

Asimismo, el documento político recibió el 93,3% de apoyo –por un 5,5% de voto en contra y 1,2% de abstención– y la plataforma programática, las líneas mínimas del programa para las europeas, por un 86,4% (6,5% de noes y 7,1% de abstención). 

Los números permitieron a Laurent proclamar que el PIE termina su IV Congreso "más unido, cohesionado y extremadamente combativo para los próximos meses y años", capaz de enfrentarse a las fuerzas que "profundizan en las políticas neoliberales". "Nos acabamos de dotar de una hoja de ruta ilusionante [...]. Queremos escribir una nueva página del futuro de Europa, del progreso humano y de la solidaridad". Como ya había advertido el viernes, el cónclave ha marcado "un giro". "No somos ya un cruce de caminos, de intercambio de ideas. A partir de ahora nos hemos erigido como un actor europeo. El futuro de Europa no se escribirá ya sin tener en cuenta a la izquierda europea. Y así lo vamos a demostrar". 

"Va a ser una batalla muy fácil porque temen la democracia"

Tsipras intervino ante los medios y ante el propio auditorio. Y en su reflexión siempre emerge la alarma de que la Unión atraviesa una coyuntura "crítica", por lo que las próximas elecciones al Parlamento Europeo, en mayo de 2014, son decisivas, porque los ciudadanos ya no pueden seguir "de rodillas" y han de erigirse como "vencedores de esta batalla". "Esta Europa que fue construida por las fuerzas hegemónicas de la derecha y la socialdemocracia no es la Europa de los pueblos, no es nuestra Europa", es la del "gran capital que roba a los pobres" del continente. En este contexto, indicó, el PIE se ha consagrado con este congreso como "el proyecto alternativo antagonista a las fuerzas neoliberales que han creado la Europa de la pobreza, de la destrucción de los derechos sociales". 

Pierre Laurent, reelegido presidente del PIE, este domingo 15 de diciembre de 2013 en la clausura del IV Congreso, en el hotel Auditórium de Madrid | JOSÉ CAMÓ

El líder de Syriza combina en sus intervenciones el aviso, la llamada de alerta, con un cierto optimismo, pese a su gesto habitualmente serio y contenido. Está convencido de que esta es la "oportunidad histórica" para la izquierda alternativa. El "momento" culmen, como dijo ayer sábado. Porque siente que su formación y las formaciones hermanas están en clave de ascenso, por la propia desorientación de la socialdemocracia y la pérdida de confianza de los ciudadanos en los partidos "neoliberales". "Va a ser una batalla muy fácil porque las fuerzas que han construido esta Europa de hoy temen la democracia", recalcó, ya que la guerra de las próximas europeas se plantea, para el PIE, en términos extremos, de rescate del naufragio de la democracia. Los resultados, en consecuencia, serán "muy favorables". 

"El cambio llegará en Grecia" y se extenderá

Lo que no dijo Tsipras es de qué forma estará presente en las listas a la Eurocámara. Porque el hecho de que hoy haya sido aclamado como candidato a la Presidencia de la CE no significa que sea también candidato a europarlamentario. Quien elige al jefe del Ejecutivo comunitario es el Consejo Europeo, que componen los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho, y no tiene por qué tener escaño en Estrasburgo. "No hemos discutido si tendría presencia en la lista de mi país o en otro lugar", aseguró, con lo que parecía descartar encabezar ninguna candidatura. No tendría mucho sentido, porque Syriza sigue muy fuerte en las encuestas en Grecia, y algunos sondeos hasta sitúan a la coalición por delante del gobernante Nueva Democracia. Tsipras incluso juega con la idea de que puede haber comicios anticipados por la debilidad del Ejecutivo de la derecha de ND y el Pasok, y hasta ha promovido una moción de censura (perdida).

En respuesta a unas recientes declaraciones del primer ministro heleno, el conservador Antonis Samarás, donde condenaba la "obsesión" de Tsipras, este afirmó que la "única obsesión" que ve es "la de la austeridad, el merkelismo". "Samarás es el gran fanático de este dogma. Nuestra obsesión es tener un plan de salvación de todos los países de Europa y para nuestro país. Las recetas ultraliberales, de genocidio económico, son las que están llevando a los pueblos a la extrema pobreza y a la marginalización. Este proceso queremos pararlo. El cambio llegará. Serán cambios radicales en todo el continente. No tardará el día en que este cambio llegue a Grecia muy pronto y tendrá continuación en todos los países de Europa. Si se dan elecciones anticipadas en Grecia, la victoria no sería de Syriza, sino del PIE, y tendría consecuencias muy importantes en toda Europa", replicó.

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Lara: con Tsipras se "va a visualizar la alternativa"

Lara cubrió de elogios a Tsipras. Con él, dijo, la izquierda europea "denunciará la política antidemocrática" y "neoliberal" de la UE, "hecha a favor de la banca y del poder financiero", que tanto "daño y sufrimiento" están causando. "Se va a visualizar que tenemos un candidato, una alternativa, y se va a visualizar en todos los territorios" del Viejo Continente. Como Laurent, calificó esta nueva etapa de "ilusionante" y fundamental para parar los pies al "populismo y al fascismo" y volvió a delinear la importancia de trabajar para "sumar más fuerzas" y más aliados contra las políticas conservadoras. Laurent lo expresó de forma pareja: ante la "trampa" en la que se intenta hacer caer a los europeos, haciéndoles optar entre un "hundimiento mayor" por la austeridad y la deriva populista, el PIE representa "la esperanza".

Alternativa, democracia, liberación, unidad, Estado social, paz, lucha contra la austeridad y el "genocidio económico", reconstrucción de Europa. Palabras comodín que llenan y llenarán los discursos de la izquierda europea. Porque esta, la de las elecciones de mayo de 2014, parece la batalla final. O la consolidación del merkelismomerkelismo, en palabras de Tsipras, o el respiro de otra política distinta, esa que el PIE promete defender. 

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