Librepensadores
El aprendiz de sastre
¡Qué desastre!, gritó encolerizado el sastre (Rubezahl Rajoy) a su inexperto aprendiz (Rivera).
El líder de Ciudadanos se ha dejado ningunear –y pitorrear– por el equipo negociador del PP. Pues una cosa es ser un veleta, ceder (fontanero fiel para destaponar), o tragarse sapos por el bien de España o por el interés general de los españoles, y otra es bajarse los pantalones ante los populares y el gallego. Sabíamos que Rivera ejercía de fontanero de Rajoy, pero no de aprendiz de sastre.
Cede, Albert Rivera, en casi todo ante las presiones del portavoz pepero Rafa Hernando y de Mariano Rajoy. Con el caso Soria y De Guindos blanquearon un rosario de mentiras y dislates del ministro Economía. En el caso de Rita Barberá suavizan su reivindicación primitiva de echarla de su cargo de senadora. La exalcaldesa de Valencia se estaba escapando, por aforamiento gratificado, desde hacia varios años investigada (antes imputada) por el caso Taula entre otros. El Tribunal Supremo indaga, ahora, a Rita Barberá por el blanqueo del PP en Valencia. Huele a podrido en el PP valenciano: cargos y militantes de épocas anteriores y de ahora, apropiándose, por ejemplo, del dinero público que iba destinado a construir o a arreglar escuelas, entra otros casos de corruptelas. Y a la cabeza de todos ellos está Rita Barberá, que se niega ahora a dimitir como senadora. Otros ilustres corruptos del PP valenciano, implicados en el reparto de comisiones y mordidas son: Francisco Camps (el otro cabecilla), Marcos Benavent (el yonki del dinero), Gerardo Camps, Alfonso Rus, Víctor Campos y Font de Mora, etc., etc., etc... Y eso es así, según información e investigación de la UCO de la Guardia Civil: “El PP valenciano era una presunta organización criminal jerarquizada cuyo fin era acumular poder y dinero”.
La corrupción sistémica en la formación de la gaviota azul es alarmante; pero es más preocupante su hipocresía al afirmar que quieren regenerarse. Aunque las tragaderas de C´s son más grandes de lo que suponíamos. El líder de la formación naranja, Rivera, aprendiz de sastre, fontanero fiel, veleta, traga sapos, no dejará tirado a Rajoy en otro (tercero) intento de investidura. Claro, que será con igual resultado de las sesiones anteriores: “ná de ná”…
Casi todos, en el PP y en otros partidos, le piden a Rita Barberá que deje su escaño regalado, pero el que menos esfuerzos hace en este sentido es Mariano Rajoy. Aquel que decía vehemente hace menos de un año: “Rita, te quiero; eres la mejor…”. Ahora, la falta de liderazgo de Rajoy le hace titubear y navegar entre la amistad, la responsabilidad y la ética.
Por eso recalcamos que lo que realmente bloquea la gobernabilidad del país es la incapacidad del aspirante Mariano para buscar consenso. Tiene enormes dificultades para poder formar gobierno. Y da lo mismo que vayamos a unas terceras o cuartas elecciones: Rajoy está incapacitado para el consenso. Los escándalos continuos sobre corrupción limitan las opciones de gobernar del líder del PP y registrador de la propiedad ajena.
Pero tampoco se libran de los escándalos algunos de los Torquemada peperos, por ejemplo Martínez Maíllo, vocero y vicesecretario del PP, que fue imputado por una juez que investiga irregularidades (fraudes) en créditos de Caja España. Maíllo, era alcalde y congresista, no dimitió y se aferró a su escaño y cargo como una lapa. Y, sin embargo, luego empuja e incita a que dimitan Rosa Valdeón en C y L o Rita Barberá en Valencia, y así cae en sus propias contradicciones.
Una vez más, y van tres en dos meses, el Gobierno de Rajoy ha vuelto a mentir respecto a su promesa de que la crisis financiera la pagan los bancos no los ciudadanos. Y no han cumplido casi ninguna de esas promesas y esos acuerdos PP-C´s.
Albert Rivera no debe sacar tanto pecho por el caso Barberá, mientras ella no deje su escaño de senadora. La resaca de Rita Barberá le premia, por pasar ahora al Grupo Mixto, con un aumento de sueldo de 2.300 euros más sobre los 4.600 que ya cobra por ser senadora. Mientras esto siga así el país no se regenerará. Solo lo podrá hacer un cambio de gobierno como alternativa regeneracionista al PP. Y que Rivera (C´s) decida, si favorece un gobierno de cambio o sigue prestando telas, agujas, hilos y pantalones a Mariano Rajoy para una nueva investidura. Le pedimos que apueste por el cambio, y que lo haga, como siempre dice y cacarea, por el bien de España y los intereses de los españoles. Eso esperamos del aprendiz de sastre, antes de comer turrón y cantar villancicos.
Ángel Lozano Heras es socio de infoLibre