¿Educación social o individualismo?

Jesús Abderraman

Hay un dicho, aunque no recuerdo bien las palabras exactas, de que las crías han de ser criadas por la tribu. Es una forma de decir que todos nuestros descendientes han de ser parte de la colectividad humana a la que pertenecen y que la responsabilidad de lo que lleguen a ser es de todos. Evidentemente, esta forma de ver las relaciones sociales es contraria a una concepción capitalista de la sociedad, y es la preponderante actualmente.

Ahora ya no es así, y esto es uno de esos problemas, a mi juicio, de esta sociedad: creemos que los hijos pertenecen a los padres, y con ello, dejamos que influyan en su educación sus propias frustraciones y sus anhelos de lo que les habría gustado ser. 

Yo recuerdo que, cuando era pequeño, los vecinos cuidaban de mí cuando mi madre no estaba en casa: había una mayor confianza. No había ese temor al abuso sexual infantil.

Creemos que los hijos pertenecen a los padres, y con ello, dejamos que influyan en su educación sus propias frustraciones y sus anhelos de lo que les habría gustado ser

Desde hace unas décadas, no puedes ni hacer unas carantoñas a un niño desconocido que te encuentres, aun cuando esté acompañado de sus padres, por miedo a ser considerado un pedófilo. 

Quizás esto nos viene desde una cultura anglosajona en la que ha sido muy tradicional este pensamiento.

Habría que ver muchas estadísticas e índices de pedofilia, siendo además conscientes de que los datos pueden ser infraestimados por motivos sociales y psicológicos. Soy consciente de que pudiera haber un número mayor del mencionado por organismos oficiales.

Pero aun así, este es uno de esos casos en el que, podría ser, nos estén inoculando el miedo. Como padres, nos tenemos que hacer responsables de la seguridad de nuestra prole. Por tanto, es un lugar idóneo para meter un miedo artificial y que no refleje la realidad.

A mí me gustan los perros y cuando veo alguno me acerco a acariciarlo y le hago carantoñas: no tengo miedo a que me llamen zoófilo. ¿Por qué tengo que tenerlo a hacer lo mismo a un crío “salao” y a un niño tan “rico” (definiciones que se usaban habitualmente hace unos años y que estaban desprovistas de toda sexualidad?) Yo creo que el miedo a hacer lo mismo a un niño es un miedo artificial. En todo caso, sabemos que el miedo lo que acaba creando es odio, un odio a los demás, y del que se nutre la paranoia. No sé si conscientemente generado para ahondar más en el individualismo. De verdad que no lo sé. Pero es muy peligrosa esa concepción de que mis hijos serán lo que yo quiero que sean y que nadie tiene derecho a involucrarse en cómo los educo. Es una concepción patrimonialista de los hijos, derivada, posiblemente, de una educación capitalista, es decir: de posesión.

La sociedad es cada vez menos un espejo para los comportamientos inadecuados socialmente de los individuos. No aceptamos que nadie nos diga nada. En este caso, tampoco.

Lo planteo sólo como reflexión.

_____________________

Jesús Abderraman es socio de infoLibre.

Más sobre este tema
stats