Opinión

Sobre este blog

AlRevésyAlDerecho es un blog sobre derechos humanos. Y son derechos humanos, al menos, todos los de la Declaración Universal. Es un blog colectivo, porque contiene distintas voces que desde distintas perspectivas plantean casos, denuncias, reivindicaciones y argumentos para la defensa de esos bienes, los más preciados que tenemos como sociedad. Colectivo también porque está activamente abierto a la participación y discusión de los lectores.

Coordinado y editado por Ana Valero y Fernando Flores.

alrevesyalderecho@gmail.com

Galletas y limpiezas étnicas

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AlRevésyAlDerecho es un blog sobre derechos humanos. Y son derechos humanos, al menos, todos los de la Declaración Universal. Es un blog colectivo, porque contiene distintas voces que desde distintas perspectivas plantean casos, denuncias, reivindicaciones y argumentos para la defensa de esos bienes, los más preciados que tenemos como sociedad. Colectivo también porque está activamente abierto a la participación y discusión de los lectores.

Coordinado y editado por Ana Valero y Fernando Flores.

alrevesyalderecho@gmail.com

Cuando uno tiene a su padre en la UVI, pongamos por caso, se obsesiona con las galletas que se come o deja de comer, hoy dos, ayer una, tres cucharadas de sopa seguro que le sientan bien, la compota de manzana parece que le ha gustado, y mientras tanto el cáncer o la medicación hacen su vida paralela, y seguimos mirando fijamente a los ojos del gotero sin que nos devuelva la mirada, ni un mísero side eye. Sirva el símil para la limpieza étnica en marcha en Palestina no desde octubre sino desde hace un siglo, y no es acusación, sino descripción de un tipo de colonialismo anglosajón allí practicado que busca desplazar o eliminar al colonizado.

Un ejercicio de distracción utilizado con generosidad consiste en convertir un conflicto político, la violación del derecho internacional, crímenes de guerra, asesinatos colectivos y ejecuciones extrajudiciales en un problema humanitario, que lo es, pero como consecuencia.

Discutimos y nos preocupamos por la entrada o no de camiones por Ráfah, por el lanzamiento de raciones desde el aire (con decenas de muertos), por las rutas humanitarias marítimas desde Chipre, por la construcción o no de un dique, y así andamos entretenidos hasta sumar 33.000 muertos a día quince del mes de abril del año dos mil y veinte y cuatro.