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La tierra de nadie del periodismo español: la desregulación deja el código deontológico en papel mojado

Empresas, ¿dónde estabais?

Antonio García Gómez

Las empresas en Cataluña andan desasosegadas. El gran capital tiembla y no quiere ni disimular, ni dar por hecho que a ellas solo les importa... el balance positivo, por supuesto, porque el tiempo es precioso y la menor pérdida algo intolerable. Las empresas hacen cuentas a diario, sin duda, en sus puentes de mando, desde sus criterios inalterables por el rendimiento que sólo puede y debe crecer. Porque su esencia y su naturaleza, la razón de ser para lograr ser tan poderosas, dominantes, iconos de la sociedad y del sistema, porque son los referentes, al menos inalcanzables, para la inmensa mayoría, porque son, tras sus amenazas nada veladas, las garantías de que sigamos... ¿agradeciéndoles tantos desvelos?, mientras navegamos a la deriva atentos a sus indicaciones.

Mientras la economía china, y por extensión la poco desarrollada, la que paga muy poco, la que no ofrece garantía alguna, se revitaliza vendiendo morralla a la clase media civilizada, desde las banderas cuatribarradas hasta las rojigualdas, por mantener encendido el ardor guerrero y patriótico, ahora que escapan de las naves averiadas las ratas, perdón las empresas, que sólo ellas tienen sus propias reglas, sus leyes y sus patrias, adorando al becerro de oro, distrayendo la atención y dando tiempo a los testaferros de sus amos de esconder sus conductas delictivas, corruptas,. mientras hacían y hacen el papelón de gobernarnos mientras nos roban, entre graves y enfervorizados discursos patrióticos, por la sagrada unidad, por la inestimable soberanía ... cuando los pobres son más pobres cada día y ya sólo salen a la calle los burgueses de uno y otro color para defender sus ranchitos, y se coloca a la policía al servicio del poder ¡intocable, inatacable! , sujetos a ser "muy reconocidos" los curritos de la porra para que siga la gresca y la bajada al abismo.

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Cuando se saluda alborozados la salida de las empresas de Cataluña, porque nadie puede permitirse artimañas para escapar de la madre patria que lo envuelve todo, para que nada noble e inteligente, y cívico, y moral, y universal, e inclusivo suceda, con sus malandrines de seda y terciopelo bien guarecidos, mientras ondean las banderas... compradas a "cuatro céntimos de euros", que ¡todo es negocio!, y a montones también dan dinero.

En tanto los esbirros de uno y otro bando erizan sus posiciones para que el desacuerdo impere y sólo haya vencedores y vencidos. ¡Como de costumbre! _________________

Antonio García Gómez es socio de infoLibre

Las empresas en Cataluña andan desasosegadas. El gran capital tiembla y no quiere ni disimular, ni dar por hecho que a ellas solo les importa... el balance positivo, por supuesto, porque el tiempo es precioso y la menor pérdida algo intolerable. Las empresas hacen cuentas a diario, sin duda, en sus puentes de mando, desde sus criterios inalterables por el rendimiento que sólo puede y debe crecer. Porque su esencia y su naturaleza, la razón de ser para lograr ser tan poderosas, dominantes, iconos de la sociedad y del sistema, porque son los referentes, al menos inalcanzables, para la inmensa mayoría, porque son, tras sus amenazas nada veladas, las garantías de que sigamos... ¿agradeciéndoles tantos desvelos?, mientras navegamos a la deriva atentos a sus indicaciones.

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