Funerales de Estado

José Ferrer Sánchez

Hace unos días se conmemoró el X aniversario del atentado terrorista del 11-M en Madrid, un atentado brutal, cruel y, como todos los atentados, injusto. El acto central del X aniversario fue, sin duda, el acto religioso celebrado en la catedral de la Almudena de Madrid. Acto que fue totalmente católico, a pesar que entre las victimas y familiares de las víctimas había personas de otras confesiones religiosas e incluso algunas que no se identificaban con ninguna.

No es baladí revisar los llamados “funerales de Estado”, para hacerlos más participativos, sin duda la Iglesia Católica es mayoritaria pero el Estado, aunque no la sociedad española, es aconfesional, así lo expresa el artículo 16.3 de nuestra Constitución dónde además ese mismo artículo establece que “los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española…”, precepto que se obvia sistemáticamente y precisamente por aquellos que tienen la responsabilidad de velar por el cumplimiento del ordenamiento jurídico… los mismos poderes públicos.

Al parecer no asistió, ningún representante de la Federación Evangélica, a pesar de que estaban invitados, por el monopolio del acto que hizo la iglesia católica.

Algunos políticos cuando se encuentran en tareas de gobierno tienen la tentación de llevar al espacio público sus creencias, creyendo que la legitimación que tienen al ser escogidos por el pueblo se “extiende” a sus creencias e ideologías religiosas y tratan de imponerlas ya sea flagrantemente en disposiciones legales, o bien mediante actos civiles y públicos que tienen que respetar la diversidad y pluralidad que muestra hoy en día la sociedad española.

Esos políticos, que siempre intentan compararnos con Europa o con otros países en materia económica o cuando se trata de imponer ciertas “reformas”, se olvidan de la diversidad en materia religiosa. Sin ir más lejos en Inglaterra es costumbre conmemorar los grandes actos terroristas con un servicio religioso, el 1 de noviembre se celebró en la Catedral Protestante de San Pablo en Londres un servicio interreligioso con la participación de diversas confesiones de la victimas, budistas, cristianas, musulmanas, judias, hindú y sij. A este acto asistieron tanto la reina de Inglaterra como el primer ministro inglés….

Otro ejemplo, tras el atentado atroz del 11-S en Estados Unidos se celebró un acto interreligioso en la catedral de Washington, dos días después del atentado terrorista, con la participación en la ceremonia de los episcopalianos, metodistas, musulmanes, judíos, católicos, mormones y evangélicos, unos daban la oración de inicio, otros la última y otros el sermón…, propio de un estado aconfesional que reconoce la diversidad religiosa de su pueblo.

España, en materia religiosa también is different, sólo hemos disfrutado de apenas 40 años de libertad religiosa en toda la historia de nuestro país y hemos de superar esa confesionalidad que no se corresponde con el actual ordenamiento jurídico ni con la pluralidad que existe en la sociedad española, y parece que está, de alguna forma, incrustada en el actual Gobierno; abogando por dar también el espacio a aquellos que no optan por ninguna religión y sí por la libertad de conciencia y por la laicidad.

Los actos públicos, incluidos funerales de Estado, organizados por los poderes públicos deben ser plurales, diversos y representativos como es, o debe ser, la sociedad española actual.

José Ferrer Sánchez es socio de infoLibre

Hace unos días se conmemoró el X aniversario del atentado terrorista del 11-M en Madrid, un atentado brutal, cruel y, como todos los atentados, injusto. El acto central del X aniversario fue, sin duda, el acto religioso celebrado en la catedral de la Almudena de Madrid. Acto que fue totalmente católico, a pesar que entre las victimas y familiares de las víctimas había personas de otras confesiones religiosas e incluso algunas que no se identificaban con ninguna.

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