Nicolás Sartorius y la defensa de Europa

Marcelo Noboa Fiallo

“De la necesidad virtud”, decía hace poco tiempo el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, para defender la promulgación de la Ley de Amnistía. No sé las noches que habrá pasado en vela, las noches sin poder conciliar el sueño hasta convencerse no sólo de la necesidad de la Ley, sino de la virtud que la misma entrañaba en un país que arrastraba las consecuencias del 1 de octubre de 2017. Las consecuencias del “Procés” y la virulencia con la que se respondía desde la derecha política, mediática, jurídica

Por otro lado, una de las “señas de identidad” de una gran parte de la izquierda durante todo el siglo XX ha sido OTAN-NO y la denuncia de las atrocidades cometidas por los gobiernos de EEUU a lo largo del mundo. La izquierda europea no sólo era antiatlantista, su respuesta era (y sigue siendo, en menor medida) la denuncia de la dependencia militar y geoestratégica de los EEUU que duraba desde el final de la II Guerra Mundial. Este ha sido el marco en el que nos hemos movido durante la segunda mitad del siglo XX y lo que vamos del XXI. El Psoe en 1986, rompió con este legado en España. Felipe González traicionó la tradición socialista anti-OTAN. La militancia lo sufrió (muchos de ellos mantienen las “señas de identidad”). El referéndum se ganó con un raquítico 56% de los votos.

La izquierda europea no sólo era antiatlantista, su respuesta era (y sigue siendo, en menor medida) la denuncia de la dependencia militar y geoestratégica de los EEUU

Pero todo esto es historia. El mundo ha cambiado de manera abrupta, siendo la UE y toda Europa por extensión la que vive la nueva situación de manera “desquiciada” y una gran parte de la izquierda atada a una de sus “señas de identidad” sin dar respuesta a la gran pregunta que en todas las cancillerías europeas se mantiene en estos días: ¿Qué haremos si Trump nos deja solos? Es decir, ¿Cómo responderemos defensivamente después de 80 años “protegidos”?

Nicolás Sartorius, histórico miembro del PCE y uno de los intelectuales más lúcidos de la izquierda, ha decidido salir al envite y en un artículo titulado “Objetivo a batir: La Unión Europea” nos recuerda: “No eres independiente si no eres creíblemente autónomo en seguridad y defensa. Es obvio que la seguridad es un concepto más amplio que la defensa, y sobre todo hoy no depende sólo de las armas, pero también de las armas” (InfoLibre y elDiario.es). El bochornoso espectáculo vivido en la Casa Blanca, el día de ayer, marca el fin de una era en vivo y en directo: La humillación a un pueblo invadido a través de su legítimo representante entre dos energúmenos de la nueva política (Trump y Vance) contra Zelenski. Ni Putin lo habría hecho mejor porque Trump le ha repetido al presidente ucranio los mismos argumentos del autócrata del Kremlin que les permite votar lo mismo en la ONU a EE.UU, Rusia, Bielorrusia y Corea del Norte. Es el Nuevo Orden Mundial.  

“A Putin y Trump les une, aparte del reparto de Ucrania, la animadversión a los valores europeos y a que nos unifiquemos de verdad. No hay más que ver cómo intentan que la Unión quede marginada del posible acuerdo sobre Ucrania, es decir, que no pintemos una oblea en el tablero global. De otra parte, tanto uno como otro apoyan a las fuerzas más ultraderechistas del continente, cuyas posiciones son abiertamente antieuropeas, con la finalidad estratégica de hacer volar por los aires el proyecto europeo, desde fuera y desde dentro” (N. Sartorius). Este es el nuevo marco en el que nos movemos. Sin terminar de creernos que el nuevo mundo dirigido por Trump/Musk/Putin sea verdad. Así que no tenemos ningún reparo en acudir a la Casa Blanca (Macron, Starmer… próximamente Von der Leyen…) a intentar calmar a la bestia. Bestia que sin ningún reparo también maltrata al presidente Zelenski, al presidente del país invadido y atacado por Putin. Fue bochornoso y humillante el maltrato. Es lo que le espera a la UE (y al resto del mundo por extensión) si no reaccionamos ya ante la barbarie.

Llevamos más de 20 años viendo las orejas al lobo. Más de 20 años permitiendo el crecimiento de las extremas derechas europeas. Más de 20 años intentando buscar cómo articulamos los mecanismos de defensa europeos, desligándonos de los EEUU. Hoy, Trump nos ha dado un puñetazo en pleno rostro. ¿Responderemos por fin, “De la necesidad, virtud”?, siendo conscientes con Nicolás Sortorius de que “es obvio que la seguridad es un concepto más amplio que la defensa, y sobre todo hoy no depende sólo de las armas, pero también de las armas”.

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Marcelo Noboa Fiallo es socio de infoLibre.

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