Príncipes de la Iglesia católica, seguís pecando
Contando mentiras y manipulando la verdad, y no ayudando ni informando a las víctimas de abusos sexuales en el entorno de la Iglesia católica. Estáis martirizando a las víctimas ocultándoles la verdad de cómo están las causas y no han recibido disculpas porque los obispos no quieren pedir perdón ni mirar cara a cara a las víctimas del rebaño cristiano. Les obligáis a firmar una declaración en defensa del interés de los cardenales, arzobispos y obispos.
Esto es un sinvivir para quienes sufren tanta inhumanidad, desprecio y abandono por parte de la Conferencia Episcopal Española. ¿Están aplicando alguna medida de prevención y de control contra los curas violadores? ¿Están ayudando a los miles y miles de víctimas de abuso sexual dentro de la Iglesia católica?.
Es ahora el momento de la democratización interna de la organización católica, que ustedes se comprometan a la transparencia y a autofinanciarse de sus fieles y dejen de sangrar las billeteras de la ciudadanía. Practicantes de la doctrina cristiana en España hay un 20% y reciben de los impuestos que sí pagan los no practicantes o los practicantes, cientos de millones de euros; por cierto, los miembros de la jerarquía de la Iglesia católica no pagan impuestos, sus bienes inmobiliarios tampoco y luego practican otras cosas, a cuenta del dinero del rebaño.
Es ahora el momento de la democratización interna de la organización católica, que ustedes se comprometan a la transparencia y a autofinanciarse de sus fieles y dejen de sangrar las billeteras de la ciudadanía
Señores Príncipes de la Iglesia católica, las indemnizaciones a las víctimas del clero deben pagarlas ustedes por encubridores y mentirosos. Dinero e inhumanidad les sobran, dejen de sacar dinero al pueblo español, que no es responsable de los pecadores miembros de la Iglesia católica, es su deber y su responsabilidad.
Obispos, arzobispos y cardenales, es vuestra obligación y vuestro deber actuar ya para evitar que sigan existiendo los abusos sexuales contra personas en organización o secta. Que el dios católico no existe, lo saben (respetaré siempre a quien piense lo contrario, ustedes nunca me han respetado y menos a mí país, España).
En vez de actuar contra la verdad, asúmanla y acepten la verdad poniendo prevención y protección para eliminar la adicción al vicio de los depredadores sexuales de la Iglesia católica. Las violaciones y los engañados no tienen reparo ni perdón, el daño ya está hecho y es incurable, no tiene solución y pesa demasiado en el cuerpo de las víctimas inocentes. El dinero no repara las heridas hechas, aunque sí justifica la cárcel de los delincuentes del clero y reconoce el delito y la maldad de quienes son los responsables de las cicatrices eternas, y miraban para otro lado.
Les toca a ustedes limpiar la institución religiosa cristiana de delincuentes sexuales y abusadores de niños, es el deber de la Conferencia Episcopal Española pedir perdón “cara a cara” a las víctimas por justicia, tienen obligación terrenal. No cabe otra solución, la mayoría de jueces y juezas son de la misma doctrina que la jerarquía católica y entre camaradas de la misma ideología. Es difícil que haya justicia para los niños y niñas que han sido víctimas de curas depredadores sexuales. Deberían hacerlos santos y santas, por el martirio sufrido y que siguen sufriendo por el ninguneo y abandono de la Conferencia Episcopal Española.
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Victorio Martínez Armero es socio de infoLibre.