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Human Rights Watch pide la liberación de las Pussy Riot

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La organización internacional Human Rights Watch (HRW) ha pedido hoy viernes la liberación de las dos activistas del grupo musical feminista ruso Pussy Riot que continúan encarceladas un año después de su detención. Las artistas fueron apresadas entonces por un delito de odio religioso después de improvisar un concierto de apenas 40 segundos en el altar de la catedral de Cristo el Salvador de Moscú. En su autodenominada oración punk, pedían a la virgen María que librase a Rusia de su presidente, Vladimir Putin. Tras un controvertido juicio celebrado en agosto de 2012, en el que el tribunal las calificó de “extremistas”, fueron finalmente sentenciadas a dos años de prisión.

La condena sembró la polémica entonces, y tanto HRW como Amnistía Internacional, que las considera “presas de conciencia”, han pedido en reiteradas ocasiones la liberación de Nadia Tolokonnikova y Maria Alyokhina. “Cada día que estas mujeres han pasado en la cárcel ha sido una injusticia”, declaró la subdirectora de HRW para Europa y Asia Central, Rachel Denber en una rueda de prensa celebrada hoy. La portavoz añadió además que el caso de las Pussy Riot es un síntoma del “clima de represión” que se vive en Rusia en lo referente a las críticas hacia el Gobierno. En este sentido, cabe recordar que los informes anuales de organizaciones como Reporteros sin Fronteras vienen denunciando la precaria situación que se vive en el país en lo referente a la libertad de expresión. Rusia ocupa el puesto 148 de 179 en el índice del año 2013, y registra un paulatino y constante deterioro de las libertades año tras año.

Sin embargo, las protestas a nivel internacional y la enorme repercusión que tuvo en internet el vídeo de la breve actuación de las cantantes no han obtenido los resultados deseados. La justicia rusa se ha negado a modificar la condena, y tan sólo ha concedido la libertad condicional a una tercera activista, Ekaterina Samutsevich. Samutsevich fue inicialmente encarcelada junto con las dos mujeres que todavía permanecen en prisión, pero fue puesta en libertad en octubre tras alegar que no había llegado a invadir la zona del altar cuyo acceso está vetado al público y en la que sus dos compañeras ofrecieron el improvisado concierto.

Las dos Pussy Riot aún encarceladas permanecerán hasta marzo de 2014 en prisión, donde reciben un trato inhumano según declaraciones de su abogado, Pavel Chikov, recogidas por Europa Press. Chikov asegura que se les ha negado el derecho a un juicio justo en su país, puesto que la reivindicación era política y no un caso de odio religioso –delito por el que fueron condenadas–. Por ello, el pasado 7 de febrero recurrió el fallo de la justicia rusa ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), si bien el letrado afirma ser consciente de que es difícil que el recurso se resuelva en un plazo breve: “el Tribunal Europeo no es el mecanismo clave para lograr su pronta liberación; creo que saldrán de prisión antes de que se pronuncie”. Sin embargo, una declaración de inocencia por parte del TEDH sería importante para que las activistas tuvieran finalmente justicia en su país.

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Mientras tanto, en Rusia, la situación no parece haber cambiado. En vísperas del cumplimiento del primer aniversario de la acción de las Pussy Riot, dos mujeres fueron detenidas el pasado jueves 21 de febrero en la misma iglesia en la que fueron arrestadas las cantantes. Varios policías las sorprendieron intentando colocar en el altar ramos de tulipanes en memoria de las activistas y ahora se les imputa un delito de “alteración del orden público”. Las detenidas son Yelena Vólkova e Irina Katsuba, dos profesoras universitarias que entraron encapuchadas en el templo y que denunciaron, en declaraciones el diario ruso Novaya Gazeta, la violencia empleada por los agentes en su detención.

Finalmente, y en previsión de que pudieran producirse actos similares a lo largo de la semana, las autoridades rusas han acordonado el templo ortodoxo más importante de Moscú. El objetivo es evitar las protestas de las simpatizantes de las Pussy Riot y la aparición de nuevas reivindicaciones políticas.

La organización internacional Human Rights Watch (HRW) ha pedido hoy viernes la liberación de las dos activistas del grupo musical feminista ruso Pussy Riot que continúan encarceladas un año después de su detención. Las artistas fueron apresadas entonces por un delito de odio religioso después de improvisar un concierto de apenas 40 segundos en el altar de la catedral de Cristo el Salvador de Moscú. En su autodenominada oración punk, pedían a la virgen María que librase a Rusia de su presidente, Vladimir Putin. Tras un controvertido juicio celebrado en agosto de 2012, en el que el tribunal las calificó de “extremistas”, fueron finalmente sentenciadas a dos años de prisión.

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