Corrupción

Bárcenas: "No he utilizado el nombre de Rajoy en vano jamás"

El extesorero del PP Luis Bárcenas.

Puntual, a las 9.56 horas de la mañana de este lunes, Luis Bárcenas llegó a la sala Constitucional del Congreso de los Diputados como protagonista del arranque de la Comisión sobre la presunta financiación ilegal del PP. El extesorero del PP tomó la palabra al arranque de este órgano parlamentario para asegurar que con el objetivo de no perjudicar a los "dos procesos judiciales" que le afectan su intención era no responder a los portavoces de los partidos. Pero hizo una salvedad: si él o su abogado estimaban que había algún asunto que se considerasen "inocuo" y no perjudicase a la investigación judicial, sí hablaría. Siguiendo esta tónica dejaría algunos titulares, como la insistencia en que no había usado "jamás el nombre de Rajoy en vano". O que su fortuna nada tiene que ver con los fondos del PP, de los que nunca, dijo, se había llevado un euro.

La oposición interpretó que, con su silencio, el exresponsable de las finanzas del PP estaba protegiendo a Rajoy, al Gobierno y a su partido.

Fue tras escuchar preguntas de la socialista Isabel Rodríguez durante 20 minutos, el tiempo del que disponen los grupos para cuestionarle, cuando tomó la palabra para asegurar que los jueces, en el marco de los procesos judiciales que a él le afectan, nunca han definido al Partido Popular "como organización criminal".

"No es el juez, es la acusación del PSOE la que dice que el PP es una organización criminal", consideró el extesorero. Y, subrayó, el juez recoge estas consideraciones del principal partido de la oposición en sus escritos.

Previamente, Rodríguez había insistido en que el PP había acudido "dopado" a los procesos electorales y puso el foco en el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, como máximo responsable político. "Desde el origen hasta el fin", dijo Rodríguez, Rajoy estuvo tras la financiación ilegal del partido que ostenta el Gobierno.

"Esta comisión de investigación pretende determinar las responsabilidades políticas por la financiación ilegal del PP, que se ha puesto de manifiesto en los distintos procedimientos judiciales en curso. Se trata de identificar quiénes son los responsables políticos de la financiación ilegal  del Partido Popular, el partido del gobierno, que ha llegado dopado y con ventaja  a las urnas. Llegar haciendo trampa a las elecciones es un grave ataque a la democracia.  Y entre esos responsables, Rajoy siempre estuvo allí. Hace 20 años y hoy, como su máximo responsable político", insistiría la socialista.

Rodríguez terminó su intervención criticando la actitud del compareciente: "¿Ha sido fuerte señor Bárcenas? Su silencio de hoy, su pacto de silencio con el PP, es la prueba de que está intentando ser fuerte, como le pidió el señor Rajoy. Pero es demasiado tarde. A la vista de las pruebas, de toda la documentación, del trabajo de jueces y fiscales, ha quedado claro que en este país el PP ha estado jugando, haciendo trampas, financiándose ilegalmente durante los últimos 20 años y desde el origen hasta el fin, Rajoy ha estado detrás de la financiación ilegal del PP".

¿Protegiendo al Gobierno?

Es lo mismo, apuntar a Rajoy, que hizo desde el grupo de Unidos Podemos, Irene Montero, que llegó a preguntar al extesorero del PP si su "silencio" estaba "protegiendo" al Gobierno y a su presidente.

En todo caso, el exresponsable de las finanzas del PP estuvo algo más comunicativo en el turno de preguntas del partido morado. A Montero llegó a responderle que no se llevó un euro de "fondos del partido".

"En ningún caso, ni con 300.000 ni con 8.00o euros. De fondos del partido yo no me he apropiado de nada. De absolutamente nada", dijo para después añadir que el tenía "una cuantiosa actividad profesional" que le permitían tener una situación patrimonial "muy desahogada". En este momento, Bárcenas aprovechó para lanzar un dardo a Podemos: "Algo parecido al señor Monedero con los fondos de Venezuela", espetó.

En este momento, Montero recordó que a Juan Carlos Monedero no le afecta ningún procedimiento abierto por la Justicia. 

A juicio de la portavoz de la formación de Pablo Iglesias, el silencio de Bárcenas supone una obstaculización del trabajo puesto en marcha para intentar fijar responsabilidades políticas sobre la financiación del PP. Una forma, dijo, de "imponer la ley del silencio".

A ello, Bárcenas respondió con un ataque a los partidos que han promovido que este lunes esté sentando en la sala Constitucional del Congreso. "No soy responsable de que ustedes hayan cometido la torpeza de convocar esta comisión de investigación cuando hay una investigación judicial".

"El gallo que no canta..."

También respondió a la portavoz de Podemos en relación a su renuncia a ser acusación en el caso del borrado del disco duro de su ordenador de la sede del partido. Según sostuvo, esto se debió a que "quería concentrarse en lo importante", que es "el juicio de Gürtel". "El PP en Gürtel no tiene nada que ver", sostuvo.

"El gallo que no canta, algo tiene en la garganta", intentó resumir Montero la comparecencia de Bárcenas tirando de dicho popular.

El responsable de la defensa de Bárcenas, Joaquín Ruíz de Infante, escuchaba las intervenciones desde la penúltima fila de la sala. En media docena de ocasiones recurrió al cuerpo de ujieres de la Cámara baja para que trasladaran anotaciones a su cliente.

El "teatro" de Cantó

Uno de los momentos más tensos de la comisión tuvo lugar en el turno de Ciudadanos. El diputado encargado de hacer las preguntas fue Toni Cantó. Bárcenas llegó a pedir al parlamentario que no actuase como si estuviese "en una obra de teatro" -es actor-, algo a lo que el representante del partido naranja respondió reclamándole que no se comportase "como si estuviera en un salón de una película de vaqueros e indios".

Fue en este turno cuando Bárcenas negó haber llevado a Rajoy a Génova billetes de 500 euros "en cajas de puros". "Nunca he declarado algo así. No tergiverse mi declaración", sostuvo.

Por parte de ERC, el diputado Joan Tardà intentó con insistencia, sin éxito, que Luis Bárcenas pidiera perdón. Y dejó clara su oposición a que el extesorero compareciese en este momento. A su entender, habría sido más fructífero citar antes a otros comparecientes y llamarlo después.

Óscar Matute tomó la palabra en nombre del Grupo Mixto. Y a él, Bárcenas le aseguró que "jamás" había utilizado el nombre de Rajoy en vano. Le había cuestionado sobre algunas informaciones que en su día apuntaron a que el presidente del PP y los conservadores aparecía entre los "avalistas" que le permitieron abrir su cuenta bancaria en el Dresdner Bank.

Bárcenas se sirve un café

Por parte del PP tomó la palabra el diputado Carlos Rojas. El parlamentario del partido afectado por esta comisión de investigación optó por no hacer ninguna pregunta al comparenciente y por criticar a la oposición de hacer un "cordón sanitario" contra los conservadores.

"Parece que todo vale con tal de inmolarnos todos con el desprestigio", sostuvo. "Algunos se han puesto las togas", añadió entre los murmullos del resto de grupos, que se quejaban de que estuviese utilizando su turno para cargar contra el resto de partidos.

El enfado fue a más cuando Rojas les preguntó "hasta cuándo" iban a seguir "embarrando la vida política". De ahí, enlazó con el discurso de la recuperación económica. Mientras, Bárcenas, como ajeno a lo que allí estaba ocurriendo se levantó a servirse un café.

Antecedentes

"Impulsar la creación de una comisión parlamentaria de investigación sobre la presunta financiación ilegal del Partido Popular, que permita esclarecer las responsabilidades políticas por los hechos investigados y formular recomendaciones que impidan la repetición de casos similares en un futuro". Así figura en el punto 98 de los 150 que los conservadores pactaron con Ciudadanos el pasado verano. Era el peaje que tenían que pagar en el partido, ganador de las generales del 26J, por no haber obtenido mayoría absoluta. Las "lentejas", según llegó a admitir en rueda de prensa el coordinador general, Fernando Martínez-Maillo, recordando al dicho popular de "son lentejas, si quieres las tomas, si no las dejas".

Esta comisión es, a día de hoy, uno de los principales dolores de cabeza del PP. Los conservadores, que aprobaron en Pleno su creación en cumplimiento de su acuerdo con Albert Rivera, intentan ahora limitar su radio de acción con la mirada puesta en el Tribunal Constitucional como último recurso. ¿Qué ha pasado? En el PP confiaban encontrar la complicidad de Ciudadanos a la hora de extender el pacto de la investidura a todos los partidos con representación parlamentaria. Pero no fue así. Esto ocurrirá en el Senado, donde el PP sí tiene mayoría.

Constituida el 11 de mayo, arrancó su trabajo de forma oficial este lunes, 26 de junio, con la comparecencia de Luis Bárcenas, extesorero del PP. Así se decidió tras un acuerdo entre PSOE, Podemos y Ciudadanos el pasado 6 de mayo. En un principio, el PSOE abogaba por que fuese Rajoy el primero en comparecer, pero después se acordó empezar por los tesoreros del PP para que el presidente del Gobierno y del PP pueda aclarar los flecos que queden pendientes de estas intervenciones. Además, este calendario permite mantener el foco sobre el jefe de los conservadores durante más tiempo, teniendo en cuenta que el 26 de julio deberá comparecer en la Audiencia Nacional como testigo en el marco del caso Gürtel.caso Gürtel

Escrito de reconsideración

Hasta la fecha, el PP ha intentado, sin éxito, frenar el arranque de esta comisión. Primero presentó un escrito a la Mesa del Congreso, el órgano de gobierno de la Cámara, para que se paralizaran los trabajos de este órgano hasta que el letrado de la comisión emitiera un informe jurídico que clarificara su ámbito de trabajo. El PP considera que no se pueden investigar asuntos que atañan a otras legislaturas y cree que esta comisión, como mucho, no debe retrotraerse más allá de 2012. Tras este primer escrito, el Grupo Parlamentario Popular presentó otro de reconsideración a la Mesa para establecer unos límites con claridad. Además, piden que se acote la materia a abordar y la administración que puede ser investigada.

En todo caso, la comisión de investigación ha arrancado sin que la Mesa haya decidido. Y, ante una previsible derrota, la dirección nacional del PP estudia en coordinación con la dirección del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso llevar el caso al Tribunal Constitucional.

Una de las ideas que debaten en el PP es la de solicitar que el TC paralice de forma cautelar la actividad de esa comisión hasta la resolución del eventual recurso. Como norma general, el Constitucional sólo accede a estas demandas cuando es el Gobierno el que plantea el recurso.

"Causa general"

Los conservadores creen que la idea de PSOE, Podemos y Ciudadanos es plantear una "causa general" contra ellos y aseguran que "no lo van a consentir".

A la espera de cómo resultan los intentos del PP de acotar temporal, temática y territorialmente este órgano parlamentario, la comisión ha solicitado a la Mesa del Congreso citar para el 13 de julio a los extesoreros del PP Rosendo Naseiro, Ángel Sanchís y a Carmen Navarro, actual gerente de los conservadores. Esto implica que el mes de julio sea habilitado como hábil para el avance de estos trabajos.

La de Bárcenas, al igual que la prevista de Rajoy, fue concebida por los grupos como uno de los platos fuertes de la comisión. De hecho, se reservaron todo el lunes para un único compareciente, una especie de monográfico de uno de los hombres que más conoce sobre las finanzas del partido del Gobierno.

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No es un secreto que al PP no le gusta esta comisión. Pero desde la dirección nacional del partido niegan "tajantemente" un pacto con Bárcenas que justifique su anunciado silencio para la cita de este lunes. Y recuerdan que no es la primera vez que un compareciente se niega a declarar en sede parlamentaria para no perjudicar su estrategia judicial.

Bárcenas puede no declarar, como incialmente se anunció desde su entorno. Pero no mentir. El artículo 502 del Código Penal recoge que "el que convocado ante una comisión parlamentaria de investigación faltare a la verdad en su testimonio será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses". Un texto que también deja claro que no se puede dar la espalda al mandato de la Cámara de acudir ante estos órganos. "Los que, habiendo sido requeridos en forma legal y bajo apercibimiento, dejaren de comparecer ante una Comisión de investigación de las Cortes Generales o de una Asamblea Legislativa de Comunidad Autónoma, serán castigados como reos del delito de desobediencia". Y va más allá: "Si el reo fuera autoridad o funcionario público, se le impondrá además la pena de suspensión de empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años".

Esta comisión la preside Pedro Quevedo, el diputado de Nueva Canarias que fue clave para que los Presupuestos Generales del Estado de 2017 pasasen su primer trámite parlamentario.

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