Albert Rivera niega haber probado en su vida una droga “dura”

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, negó ser un "drogadicto" asegurando que "nunca" ha consumido "una droga dura", y confesó que le duelen y afectan personalmente esas insinuaciones. "Es un tema muy serio porque tuve un familiar que murió por una cuestión de drogas y me lo he tomado tan en serio, le he tenido tanto respeto, que nunca he probado en mi vida una droga dura, cosa que mucha gente de mi generación sí ha hecho", explicó el líder de Ciudadanos a la periodista Susanna Griso durante el programa Dos días y una noche de Antena 3, recogido por Europa Press, cuando le preguntó directamente si había consumido estupefacientes.

"Por eso me duele más, porque me toca en algo personal, y por eso cuando alguien ha intentado ir por ahí, como me duele y me afecta personalmente, he tomado alguna decisión al respecto", añadió Rivera aludiendo a la denuncia que presentó contra el cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero después de que insinuara en un acto público que Rivera consumía cocaína.

"Me duele por mi familia, porque tengo una hija de cinco años, que difamen y además como si fueras drogadicto", insistió Rivera. "No lo entiendo, y menos que lo haga un líder político como Monedero, y por eso le llevé a los tribunales", explicó.

Además, el presidente de Ciudadanos confesó conocer "mil historias de Rajoy, de Sánchez y de Iglesias" sobre "cuestiones personales, familiares, de novias y de amantes" que nunca utilizaría para difamar o buscar rédito político. "No se me ocurriría", proclamó. "Por eso cuando alguien viene con historias y chismorreos de los demás digo: ¿Y a mi que me importan? No creo que nadie vaya a juzgar a alguien por su condición sexual, su vida personal y su vida familiar", defendió durante la entrevista.

En cambio, Rivera admitió que toma pastillas para el pelo y las uñas, aunque jamás ha necesitado, asegura, medicamentos para dormir. "Nunca he tomado una sola pastilla, eso tiene que enganchar mucho. Siempre he dormido muy bien", sostiene el líder de Ciudadanos, que atribuye su "hiperactividad" a una cuestión de nacimiento. "Me parieron así, nervioso", afirma.

"No soy nacionalista español"

Durante la extensa entrevista, Rivera también negó ser nacionalista español, y defendió un modelo de estado "descentralizado" pero "unido" frente a la concepción "monolítica" de España que, según el candidato de Ciudadanos a La Moncloa, ha prevalecido en nuestro país durante los últimos años.

"España no se rompe pero si no la cuidamos se puede romper", respondió cuando se le he preguntado por el desafío independentista, donde ha defendido que Barcelona "tiene que ser una capital tan importante" como Madrid. "No me siento nacionalista español. En mi casa nadie me tiene que decir qué bandera tengo que colgar", sentenció.

En clave electoral, Rivera defendió la candidatura que lidera dándole la vuelta al refranero. "Somos muy de más vale malo conocido que bueno por conocer, pero creo que es mejor lo bueno por conocer", dijo para reivindicar la capacidad de Ciudadanos para gestionar aunque no tengan experiencia en las instituciones.

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"Los que han arruinado nuestro país construyendo aeropuertos que nadie utiliza o han saqueado las cajas de ahorros no me pueden hablar de experiencia, debe haber experiencia buena", dijo antes de proclamar que en Ciudadanos son "nuevos, pero no novatos", recordando la labor del partido en Cataluña en los últimos ocho años.

En ese sentido, Rivera bromeó de su propia capacidad de gestión cuando le han preguntado por despistes cotidianos. "Soy un desastre", aseguró, admitiendo que pierde la cartera con facilidad. "A veces pienso, ¿cómo voy a gestionar un país si no soy capaz de gestionar mi cartera y mis llaves?".

Sobre sus rivales en la carrera a La Moncloa, Rivera calificó a Mariano Rajoy (PP) como "un tío paciente" que "piensa que los problemas hay que dejarlos en la mesa", a Pablo Iglesias (Podemos) como "un tío listo y hábil para conseguir sus objetivos", mientras que al socialista Pedro Sánchez le ensalzó por haber sido "un poco rebelde con su propio partido" al intentar "salir del corsé que le habían hecho" al negociar y pactar un pacto de investidura.