La fiscal del juicio por el beso de Rubiales: "¿Hasta cuándo vamos a pedir a la víctima un comportamiento heroico?"

La fiscal Marta Duránez, este miércoles durante el juicio por el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso.

La fiscal Marta Durántez ha alzado la voz contra la "revictimización" de Jenni Hermoso en el juicio por el beso "no consentido" que le dio Luis Rubiales tras el Mundial de 2023, donde ella misma se ha visto obligada a preguntar por qué se rio tras el triunfo, y ha preguntado: "¿Es menos víctima por eso?". "¿Hasta cuándo vamos a estar exigiendo a la víctima de una agresión sexual un comportamiento heroico? (...) ¿Qué le podemos exigir que haga? ¿Que se vaya a un rincón a llorar? ¿Qué monte un espectáculo?", ha preguntado en la recta final del juicio a Luis Rubiales por delitos de agresión sexual y coacciones, recogido por EFE.

La fiscal, que ha mantenido su petición de dos años y medio de prisión para el expresidente de la Federación de Fútbol, ha defendido que, tras siete jornadas de juicio, "no hay género de duda o por lo menos duda razonable suficiente" de que el beso que dio a Jenni Hermoso tras la victoria del Mundial "fue un beso no consentido".

Y esa actuación encaja "como un guante" en un delito de agresión sexual, ha asegurado la fiscal, que ha echado mano de la jurisprudencia para intentar acreditarlo, como una sentencia que, tras condenar por este delito, dejó claro que un "beso robado" atenta contra la libertad de la mujer de decidir con quién debe besarse. No existe un derecho de una persona a acercarse a otra y darle un beso sin su consentimiento "ni como prueba de cariño ni como muestra de afecto", ha dicho la fiscal al leer la sentencia, "muchas" de las que existen -ha recalcado-.

En este caso, "no hubo consentimiento" para que Rubiales pudiera agarrar a Jenni Hermoso de la cabeza y "darle un beso robado", ha dicho Durántez, que ha cuestionado la pericial en lectura de labios presentada por el expresidente federativo que concluye que le pidió "un besito". De ser así, ha preguntado, "¿qué contestó ella? ¿Hay alguna pericia? No".

"No hubo consentimiento, no hubo pregunta, no hubo respuesta. Fue sorpresivo, inesperado y sin posibilidad de reacción de la víctima", ha manifestado Durántez, que ha reprobado que Rubiales sostuviese que Jenni Hermoso se fue dándole palmadas en los costados tras el beso: "¿Qué querían que hiciera? ¿Que le empujara? ¿Qué le diera una patada? ¿Qué le insultara? ¿Se le puede exigir esto a la víctima?". Y ha dejado claro, además, que no se necesita "ánimo libidinoso" para condenar, pues "un beso es un acto de contenido sexual".

Durántez ha denunciado con contundencia que aún en 2025 se siga revictimizando a las víctimas de agresiones sexuales y que ella misma se haya visto preguntando a Jenni Hermoso "por qué se reía, por qué lo celebró" para combatir lo que ha intentado hacerse ver en el juicio por los vídeos tras el triunfo: que estaba contenta. "Me veo obligada a revictimizar una y otra vez a la que ya fue víctima", ha lamentado la fiscal, que se ha preguntado si las víctimas de agresión sexual "tienen que mostrar un plus": "¿A alguien que le roban y se va luego a comer con sus amigos es menos víctima?"

La fiscal, que ha querido dejar claro desde un primer momento que nunca indujo a Jenni Hermoso a denunciar, ha aseverado que "estamos ante una simple jugadora enfrentada contra una Federación de Fútbol con un poder que ya hemos visto". "Y con un presidente que no es que mandara mucho, es que mandaba todo", ha apuntado, y ha precisado que la pena que pide -dos años y medio- es la mínima.

El poder de Rubiales en la Federación: "Si él caía, se caían los demás"

La fiscal también ha subrayado el poder que ostentó Rubiales al frente de la Federación de Fútbol, donde "mandaba todo", y no ha dudado de que los otros tres exdirectivos acusados coaccionaron a Jenni Hermoso para que dijese que el beso que le dio fue consentido, porque "si él caía, se caían los demás".

La teniente fiscal de la Audiencia Nacional ha centrado gran parte de su informe en tratar de apuntalar el delito de coacciones por el que también acusa a Rubiales y a tres exdirectivos de la Federación. No sin antes lamentar que, tras aquel episodio que se enjuicia estos días, la jugadora no va a ser recordada como una de las internacionales que ganó el Mundial de 2023, sino que "va a ser Jenni Hermoso, la del beso", y no por su culpa, sino por los acusados.

La fiscal ha desgranado el "puzzle coactivo" en el que, según ella, participaron Rubiales, el exentrenador de la Selección femenina Jorge Vilda, el exdirector de la masculina Albert Luque y el exjefe de marketing Rubén Rivera, y que se desplegó en varios escenarios: en el vestuario, en el autobús hacia el aeropuerto, en el avión, en el viaje a Ibiza y al no ser convocada tras el Mundial.

Jenni Hermoso tuvo, según la fiscal, "toda una maquinaria de la Federación contra ella, llamándola mentirosa, tratando de desacreditarla de todas las formas posibles", con unos acusados "dispuestos a hacer lo que haga falta" por arreglar la situación, para conseguir "a toda cosa" lo que querían.

La fiscal ha subrayado la dependencia jerárquica que los tres exdirectivos tenían respecto a Rubiales, con quien "hicieron carrera" en la Federación, y por eso pretendieron obligar a Jenni Hermoso a hacer lo que no quería, ha dicho. "Así es como actuaba el señor Rubiales", ha indicado al describir una "situación de poder absoluto y omnímodo". "Se aplicó una absoluta omertá. Nadie podía hablar, nadie podía contradecir, allí se ponía y se decía lo que el señor Rubiales quería", ha añadido.

Y también ha destacado el "desnivel jerárquico" con respecto a Hermoso: una jugadora frente a altos cargos de la Federación. Ella, ha dicho, acababa de ser "víctima de una agresión sexual y se pretende hacer ver que las cosas no son como ella pensaba que eran".

Hubo violencia psíquica "y mucha"

Aunque, según la jurisprudencia, no es necesaria la violencia para que se dé un delito de coacciones, Durántez ha defendido que "claro que hubo, violencia psíquica y mucha". En la Federación, ha subrayado, nadie ayudó ni se preocupó por Jenni Hermoso, "solo para coaccionarla, para no dejarla tranquila" y ha resaltado el peso de Rubiales. "Cualquiera le decía nada", ha dicho con ironía.

Es más, ha aludido a las empresas que comparte con dos de los acusados para lanzar una pregunta: "¿No iban a estar dispuestos a hacer lo que fuera por salvarle el pellejo?". "Si él se caía, se caían los demás", ha aseverado Durántez y, como prueba, ha afirmado que ya ninguno forma parte de la Federación, aunque ha dejado claro que "no los echó" Jenni Hermoso; "fueron ellos con sus hechos".

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La fiscal ha contrarrestado la "humildad" con la que declararon los testigos que respaldaron la versión de Jenni Hermoso, frente a la "chulería" de otros como el exdirectivo de la Federación Pablo García Cuervo, de la que también advirtió el magistrado. "¿Pensábamos que no iban a tener miedo las jugadoras y que no iba a tener miedo la señora Hermoso a lo que podía pasar? Si han sido unos maleducados", ha expresado.

En las coacciones, que ha catalogado de graves por la "contumacia" empleada, ha incluido la ausencia de Hermoso en los primeros partidos tras el Mundial, pese a haber sido una de las mejores jugadoras, algo que, además, no solo le afecta personalmente, sino también económicamente al no recibir la prima correspondiente.

Durántez ha cerrado casi dos horas de informe pidiendo al juez aplicar una ley "clara" ante una "verdad material" y acudiendo al Sinceramente tuyo de Joan Manuel Serrat para zanjar: "Nunca es triste la verdad. Lo que no tiene es remedio". 

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