Esther Vera: “Lo que quiere el Partido Popular es que salte por los aires una legislatura que se aguanta con pinzas"
Esther Vera (Badalona, 1967) dirige el diario catalán Ara. Periodista de amplia trayectoria, ha sido corresponsal en París y Washington para el periódico Avui. Ha editado y presentado los informativos de TV3, ha sido delegada en Cataluña de la cadena CNN+ y ha trabajado para Cuatro y para El País. Como docente, ha impartido clases en la Universidad de Barcelona y en la de Columbia, en Nueva York. Además, fue colaboradora de Andreu Mas-Colell durante la etapa de este como consejero de Economía y Conocimiento de la Generalitat de Cataluña. Afirma que “el periodismo se salva con más periodismo” y aporta su profundo conocimiento de la situación catalana para analizar el momento que vive actualmente.
Constitucionalidad de la ley de amnistía
“Este es un proceso muy largo. La noticia de que es constitucional más o menos se daba por descontada. Se creía que sería así después de los cambios en el Constitucional y de las sensibilidades actuales. Para el mundo independentista y no independentista, para todos aquellos que creen que la ley de amnistía aprobada políticamente debe culminar, es una buena noticia. De todas formas, este proceso no se ha acabado porque quedan todavía muchos temas pendientes antes de que las personas que están en el exilio desde el año 2017, recordémoslo, puedan volver a Cataluña. Por lo tanto, todavía tenemos pendientes algunos temas sobre la malversación, de los cuales depende, por ejemplo, que el expresidente Puigdemont pueda volver a Cataluña”.
Discrepancias jurídicas sobre la amnistía
“Lo que me parece es que responden a las sensibilidades no solo jurídicas, sino también políticas, acerca de lo que está pasando y de lo que fue el procés en Cataluña. Creo que la justicia ha actuado con argumentos jurídicos, pero también en algunos momentos con argumentos políticos. Y que el poder Ejecutivo tiene suficientes valores e importancia como para poder aprobar una ley de amnistía que, evidentemente, es constitucional, tal y como dice la ponencia del Tribunal Constitucional. Y lo que se debería hacer es aplicarla. Lo que hemos vivido hasta el momento es una cierta acción-reacción a las decisiones políticas para no acabar aplicando esa ley de amnistía”.
Situación actual de Puigdemont
“Carles Puigdemont vive una situación muy complicada. Está en el exilio desde el año 2017 y creo que en este momento no tiene prisa. Evidentemente, querría volver a Cataluña, lo ha expresado en múltiples ocasiones, y normalizar su vida política y personal, pero yo no creo que venga en uno, dos, tres, cuatro o cinco meses. Lo que no quiere Puigdemont es volver a ingresar en prisión. Y en este momento se daría la posibilidad por el delito de malversación, que todavía está pendiente de dilucidar. Por lo tanto, yo creo que no se va a arriesgar a ser detenido, aunque sea por poco tiempo. Así que no tiene mucha prisa, lo que quiere es que la ley se aplique, que el delito de malversación salga de la ecuación y que por lo tanto pueda volver sin tener que ingresar en la cárcel. Mientras, es un político que está muy encapsulado, que se fía de pocas personas de su entorno. Hay un núcleo que es quien toma las decisiones políticas en Junts per Catalunya. En este momento los alcaldes están ganando peso políticamente porque las próximas elecciones son las municipales”.
El PP pasando página de la amnistía
“No creo que se dé exactamente por amortizado, porque continúa el tema de la malversación y por lo tanto la amnistía no está completamente en vigor. Pero sí que es verdad que les preocupa menos y creo que en este momento la estrategia del Partido Popular es conseguir que el ambiente sea muy difícil, que sea irrespirable y que los casos de corrupción o que un ambiente de corrupción acabe impactando sobre el prestigio y sobre la fortaleza del Partido Socialista y sobre todo del Gobierno. Por lo tanto, estamos en otro nivel, estamos en el nivel en este momento del "váyase, señor Sánchez", de las manifestaciones en la calle y también de esta especie de circo mediático en el que se convierten las filtraciones sobre temas que judicialmente no están aclarados”.
Acercamiento entre Puigdemont y el Partido Popular
“Para que haya un acercamiento entre Junts per Catalunya y el Partido Popular tiene que haber antes una amnistía. Sin amnistía, sin la aplicación política de la amnistía, no puede haber un acercamiento. Que ese acercamiento se dé en el futuro, cuando se normalicen las relaciones, y en un futuro en el que Carles Puigdemont pudiera hacer política con cierta normalidad en Cataluña, eso no lo descarto. En otras ocasiones, Convergència tuvo relaciones con el Partido Popular y se pactaron algunas ventajas para Cataluña que fueron muy importantes y que marcaron una época. Nos tenemos que acordar de los pactos del Majestic entre José María Aznar y Jordi Pujol. Junts per Catalunya no es exactamente la Convergència de entonces, pero sí que representa a una parte de su electorado. Por lo tanto, no podemos decir que Junts per Catalunya no va a hacer nunca acuerdos con el Partido Popular. Esos acuerdos pueden llegar en el futuro, pero antes se tiene que normalizar la situación. Y normalizar la situación pasa por que Carles Puigdemont pueda hacer política de manera natural o de manera normal en Cataluña, habiendo sido amnistiado”.
Balance del procés
“El balance del procés se ha hecho de manera muy intensa en Cataluña. En la sociedad catalana se ha reflexionado mucho, sobre todo en la opinión pública, sobre cuáles fueron los errores, qué es lo que no se calculó, si había suficiente apoyo social o no, si se fue muy lejos o no y si se tendría que haber convocado elecciones. Yo creo que la sociedad catalana ha hecho una reflexión muy profunda de lo que pasó en los años del procés y hay temas de fondo que continúan existiendo. Para mí los temas de fondo eran dos: el reconocimiento nacional y lingüístico y, por otra parte, la situación económica y, por tanto, la financiación. Si esos temas no se resuelven bien, yo no descarto que, en algún momento, en otro ciclo político pueda haber un resurgimiento de esas demandas políticas.
Pero, en este momento, la sociedad catalana ha hecho una lectura muy clara de lo que pasó en el año 2017, de por qué fracasó el procés y en este momento está en una pantalla de cosas prácticas, en avanzar económicamente, socialmente y en las competencias actuales que tiene Cataluña. También tengo la sensación de una cierta calma en la opinión pública, de una cierta calma política, y esa quizás ha sido la habilidad del presidente Illa. Los independentistas dirían que adormece a la opinión pública, pero los que están a favor de la situación como está en este momento en Cataluña, lo que dirían es que ha tranquilizado, normalizado o calmado a la opinión pública en Cataluña”.
Valoración de Salvador Illa
“Illa ha sido muy hábil tejiendo complicidades a derecha e izquierda y con su lema del gobierno de todos, el Govern de todos. De la misma forma que se ha visto muy a menudo con el rey, también recibió en el Palacio de la Generalitat a Jordi Pujol, por ejemplo, a Òmnium Cultural o a la Asamblea Nacional. Por lo tanto, lo que ha intentado es tender la mano a derecha y a izquierda, al independentismo y al nacionalismo español. Que eso se pueda mantener a largo plazo dependerá del éxito que tenga en las políticas clave que pide la sociedad catalana y que fueron el motor del procés. Son el reconocimiento nacional, el respeto a la lengua y la situación económica. Esa situación económica quiere decir también la financiación de la Generalitat de Cataluña. En función de los éxitos que tenga en esos temas fundamentales para el autogobierno de Cataluña, la sociedad le seguirá o no. Pero, de momento, lo que ha conseguido es calmar la tensión política en Cataluña. Y eso también se ha visto reflejado en las elecciones”.
Relaciones entre Esquerra Republicana y Junts per Catalunya
“Ellos te dirían que sí, pero las relaciones no son buenas porque hay algunos traumas que vienen del año 2017. Mantienen las formas, pero las conexiones están muy viciadas por las relaciones personales. Especialmente por los últimos días antes de la Declaración de Independencia y concretamente por la noche en la que Carles Puigdemont iba a convocar elecciones al día siguiente y acabó no convocando elecciones y promoviendo una declaración de independencia. En ese momento, unos y otros se acusan de traiciones y de ese momento surge una relación personal muy difícil entre los líderes de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, y de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont. No se puede pensar que actúen de manera coordinada ni en política española ni en política catalana”.
Audios y cloacas
“Desde la perspectiva de un catalán o de una catalana que ha seguido de cerca el procés y también la operación Cataluña, que las cloacas del Estado o que la fuerza interna del Estado actúa es algo de lo que no tengo ninguna duda. Del caso concreto de la señora Díez y el señor Dolset tendríamos que saber exactamente si la señora Díez actúa por iniciativa propia o actúa por encargo. Eso sería muy diferente y hasta el momento no lo sabemos y no tenemos ninguna prueba de que actúe por encargo. Ahora, que hay cloacas, que hay intereses contrapuestos y también que hay personas que pactan con algunos medios y publicaciones de alguna manera orientadas, eso también es así. Por lo tanto, lo que deberíamos es discriminar de dónde viene la información, explicar muy bien a nuestros lectores si nuestras fuentes son más o menos honestas o de dónde sacamos nosotros la información. Lo otro forma parte de la guerra sucia entre los grandes partidos políticos. Sobre todo, hay una oposición muy dura del Partido Popular, que lo que quiere es que salte por los aires una legislatura que se aguanta con pinzas, con una mayoría de la investidura que es muy difícil de reproducir. Está imposibilitando prácticamente que se aprueben leyes en el Congreso de los Diputados. Y me temo que la política está pasando a una especie de ciénaga en la que lo que hay son corrupciones, corruptelas, escándalos e intervenciones públicas que parecen casi de una telenovela”.
Del amor al odio de Trump y Musk
“Los platos rotos los pagarán todos aquellos países que en estos momentos estamos esperando por la arbitrariedad de Donald Trump en las decisiones comerciales y en las de política exterior. Lo que temo es que incluso los países que van bien en este momento, como es el caso de España, van a retroceder económicamente dada la situación de guerra comercial de Estados Unidos. Y, entre Trump y Musk, continuará [la batalla] porque ninguno de los dos es capaz de pensar antes de hablar ni de pensar que el otro puede ser más listo que él. Pero eso formará parte del espectáculo. El problema es todo lo que va por detrás. Todas esas medidas en política exterior que no están funcionando para acabar con las guerras que había dicho que acabaría inmediatamente, porque la realidad es mucho más compleja de lo que puede parecer en un reality show y todos los países tendrán dificultades comerciales. Serán las personas de a pie quienes tendrán dificultades en sus vidas. Porque aranceles comerciales quiere decir también inflación, por ejemplo. Y eso es el coste de la vida de muchos trabajadores y de muchas personas que en este momento están muy lejos de esa batalla de egos que podría haber entre Elon Musk y Donald Trump”.