"El fanatismo perpetúa la represión": Mohammad Rasoulof, el cineasta iraní exiliado que aspira al Oscar

"Nunca en mi vida hubiera imaginado la posibilidad de ir a los Oscar. Jamás pensé que mis películas pudieran ser seleccionadas mientras esté la República Islámica, porque en mi país es el gobierno el que decide". Es Mohammad Rasoulof (Shiraz, 1972), el cineasta iraní más odiado y perseguido por su gobierno, el que comparte con infoLibre su sorpresa en videollamada desde Alemania, el país en el que vive exiliado desde el pasado mes de mayo y que ahora le da la oportunidad de aspirar al premio de la Academia de Hollywood a Mejor película de habla no inglesa con The Seed of the sacred fig (La semilla de la higuera sagrada), que se estrena este viernes en los cines españoles.
Esta cinta, al igual que anteriores trabajos del director (perseguido desde hace años por las autoridades iraníes, arrestado en varias ocasiones e incluso encarcelado durante siete meses en 2022), es una bomba de destrucción masiva contra los guardianes de la rectitud islámica, pues se inspira en las masivas protestas que se desataron en Irán en 2022 tras el asesinato de la joven Mahsa Amini a manos de la policía de la moral. Rasoulof escuchaba las protestas desde su celda cuando tuvo la idea de hacer una película sobre la violencia de Estado, la paranoia y la censura.
"Es una película sobre el fanatismo", recalca, para acto seguido denunciar que los "sistemas totalitarios difunden ese fanatismo entre los individuos para perpetuar y que siga funcionando la máquina de la represión que quita la dignidad a los ciudadanos". A partir de esta premisa y entendiendo el cine como una herramienta contra la persistente obstinación del radicalismo más extremo, se puso manos a la obra Rasoulof rodando en secreto en las calles de Teherán. No ya para evitar que los funcionarios gubernamentales descubrieran sus intenciones, sino porque el régimen iraní le prohibió expresamente filmar allá por 2017.
Spoiler: no les hizo caso ya entonces y en 2020 ganó el Oso de Oro a Mejor Película en el Festival de Cine de Berlín por La vida de los demás (2020), un film sobre la pena de muerte en Irán. Nada como seguir haciendo películas para molestar a unas autoridades que basan su perpetuación en el poder en la manipulación y el silenciamiento de opositores y disidentes. "Todos los sistemas totalitarios intentan callar las voces que los contradicen y fingir que el país es un sistema homogéneo que comparte sus valores propios", remarca, con pleno conocimiento de causa.
Esta "lucha del poder para apropiarse de todos los modos de expresión" y que la voz del régimen sea la única que se escucha en el país es uno de los grandes asuntos de La semilla de la higuera sagrada, pues su gran valor reside también en las grabaciones hechas por los propios participantes en las protestas de 2022 con sus teléfonos móviles y compartidas después en unas redes sociales a las que, aunque censuradas, las jóvenes saben perfectamente como acceder sorteando todas las trabas. Unos vídeos de los que, por supuesto, no hay ni rastro en los medios de comunicación en general ni en la televisión en particular.
"Esto tiene que ver con los contextos en que vive cada cual. En un sistema totalitario todos los modos de comunicación son controlados y prohibidos, la prensa no puede dar cuenta de lo que pasa cuando hay estas protestas en el país", resalta el director, añadiendo: "Por eso, cada ciudadano que participa en estas protestas utiliza su teléfono móvil como una fuente de información y un modo de comunicarse con el otro, de dar testimonio y compartir lo que está viviendo. Lo más interesante es que cada vez que se cierra una puerta el ser humano intenta abrir otra y encuentra su modo de comunicarse".
Hacer esta película se convierte, así, en una manera de mostrar al mundo la realidad de Irán y documentar el presente para mantener de alguna manera de cara al futuro las posibilidades de un país libre. Ese es el compromiso de todo el equipo de la película, que no puede salir de Irán al tener los pasaportes retenidos tras ser interrogados por las autoridades. En este contexto, el caso particular del director llegó a una situación límite cuando el Tribunal Revolucionario le comunicó que iba a ejecutar la sentencia que le condenaba a ocho años de cárcel, latigazos y confiscación de todos sus bienes.
Este cruce de caminos fue lo que le llevó al exilio en Alemania, donde había residido de joven mientras estudiaba cine y reside actualmente su hija, la actriz Baran Rasoulof. Su pasaporte había sido también confiscado en Irán, pero sus datos ya figuraban en los archivos de las autoridades alemanas, por lo que una vez finalizado el rodaje, abandonó la producción del largometraje y huyó del país a través de la frontera. "Elegí irme de mi país porque no podía aceptar el estatus de víctima. No podía aceptar ser un cineasta víctima de la censura, quedarme en la cárcel y dejar de trabajar. He decidido cambiar mi sitio geográfico para poder seguir haciendo mi trabajo expresándome con el cine", explica.
Cada vez que se cierra una puerta el ser humano intenta abrir otra y encuentra su modo de comunicarse
Un alto precio a pagar por seguir denunciando la situación de sus compatriotas, si bien, tal y como asegura, "el compromiso es una elección, no es un deber", pues "nada obliga a un artista a inspirarse o expresarse sobre su entorno". Es por ello que no cree que merezca ningún tipo de "compensación" por su cruzada, pues considera suficiente en el hecho mismo de que un grupo de personas hayan "encontrado la convicción de esforzarse, con la valentía necesaria, para hacer este trabajo y describir su visión y su impresión de su entorno en cierta época de su vida, y así poder crear esta obra que queda como testimonio de la Historia". "Eso ya es mucho, con eso basta", apostilla.
Porque La semilla de la higuera sagrada es un paso más en la lucha contra el régimen de los ayatolás que está librando una parte creciente del país. "El movimiento Mujer, Vida y Libertad es solo la última etapa hoy en día del movimiento de las mujeres, que tiene mucha historia e importancia en Irán. Además, las mujeres no están solas, hay muchos hombres que también comparten estas convicciones y son muy activos en este movimiento porque ya no pueden con este sistema de represión del patriarcado en el país", afirma el director, que pone su grano de arena a la batalla con una fe total en el poder del cine a través de una cinta nominada al Oscar y que acumula muchos otros premios internacionales: "Eso es interesante para esta película pero también para todos los directores del mundo, no solo en Irán, que tienen condiciones de trabajo y condiciones complicadas parecidas a las mías. Es una esperanza para ellos comprobar que el mundo es más amplio y que hay otros países y otras culturas que también pueden acogerles a ellos y a su trabajo".
Reconocimientos internacionales
‘La semilla de la higuera sagrada’, el adictivo thriller por el que Mohammad Rasoulof huyó de Irán
Ver más
La semilla de la higuera sagrada fue un éxito de crítica y público en el Festival de Cannes, donde tuvo su estreno mundial, recibiendo una ovación de más de trece minutos y alzándose con tres galardones incluyendo un Premio Especial del Jurado, el Premio del Jurado Ecuménico y el Premio FIPRESCI. En España, pudo verse en la Sección Perlak del Festival de San Sebastián, donde recibió el Premio del Público a la Mejor Película Europea (galardón que también le fue otorgado en Las Palmas y Manresa). Después participó dentro de la Sección Constelaciones de la SEMINCI, donde Rasoulof recibió la Espiga de Honor que no pudo recoger en 2018.
En su recorrido por festivales internacionales, también ha recibido el Premio a Mejor Guion en el Festival de Chicago y en el Festival de cine Asiático de Barcelona; Mejor Película en el Festival de Denver; Mejor Película Internacional en el Festival de Sidney y en el Festival de Middleburg; Mejor Película en el Festival de Santa Fe y en el Festival de Lisboa y el Premio Especial del Jurado en el Festival de Montclair. Más recientemente, ha sido nominada a 3 Premios EFA (Mejor Director, Mejor Película Europea y Mejor Guionista Europeo), a Mejor Película Internacional Independiente en los Premios del Cine Independiente Británico, y a Mejor Película en habla no inglesa en los BAFTA.
La semilla de la higuera sagrada es una coproducción iraní, francesa y alemana que nos cuenta la historia de Iman, un juez de instrucción que se enfrenta a la paranoia en medio de los disturbios políticos de Teherán. Cuando su pistola desaparece, sospecha de su mujer y sus hijas, imponiendo medidas que tensan los lazos familiares a medida que las normas sociales se desmoronan.