Dos años y tres meses después del hallazgo del mayor laboratorio de producción de cocaína a partir de pasta base jamás visto en Europa, el proceso judicial ha finalizado. A lo largo de la semana pasada, la Audiencia Nacional vio desfilar a investigados y policías y, tal y como relató en exclusiva Narcodiario, 15 de los 19 acusados reconocieron los hechos. Lo hicieron en aras de obtener una rebaja en las penas de prisión, (elevadísimas, sumando 257 años de cárcel según el escrito de acusación provisional), y sus confesiones sirvieron para apuntalar la tesis de la Fiscalía Antidroga.
En este momento, Narcodiario está en condiciones de explicar los entresijos de un entramado criminal que se desconocían hasta ahora. El más relevante de ellos, la reunión en la que se gestó el negocio. Que tuvo lugar en México. Allí se encontraron alias 'Karina' y alias 'Sobrino' que, según la Policía, serían los máximos responsables del laboratorio. Ninguno de ellos pudo ser detenido, si bien se piensa que el primero sería el capo y el segundo podría ser Hernando Sánchez Rey, considerado el financiador de todo el entramado desde España y que sí acabó entre rejas y está entre los procesados. Sin embargo, no pudo ser acreditada esa relación (entre el apodo y la persona), y Sánchez Rey, hermano de alias 'Coletas', negó todos los hechos en el plenario desarrollado estos días en Madrid.
De la reunión celebrada en México, a la que acudieron todas las partes (incluso los canarios que reconocieron los hechos en la Audiencia), surgió el negocio. La pasta base iba a introducirse en máquinas de minería que, por lo que se supo después, habían sido fabricadas ex profeso para ser rellenadas con la droga. Esas máquinas, de fabricación colombiana, partirían de ese país hacia España vía Oporto. Esa parte de la historia ya se conoce.
Dando por sentado que la cabeza estaba en México, el socio preferente era colombiano. La Policía sitúa en ese nivel a Sánchez Rey. En Pontevedra fueron detenidos muchos colombianos, pero un elemento señala que en la cúspide de la pirámide estaban los aztecas: un notario de ese país estaba en el laboratorio de Cerdedo-Cotobade en el momento de la detención controlando la fase final de la producción, y un segundo mexicano fue arrestado en Mourente, muy cerca de la capital de la provincia del noroeste de España, en la nave en la que se almacenaba la pasta base y se extraía. Solo ellos tenían las instrucciones para poder extraer la droga de las máquinas de minería.
En cuanto al supuesto capo colombiano, que pese a no tener ocupación lícita conocía llevaba una vida de lujo en una zona exclusiva de Madrid, la Policía asegura que se encargaba de financiar todo lo necesario desde España. Un camarero que presuntamente estaba a su servicio entregaba los sellos, con el logotipo de Supermán, a otros miembros de la organización para su traslado a Pontevedra.
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Hay que recordar que el entramado criminal se pensó para producir 200 kilos de cocaína al día, lo nunca visto en España (ni en el resto de Europa), y pocas veces replicado en América Latina. El gran trabajo de la Brigada Central de Estupefacientes lo impidió. Los 19 individuos que fueron detenidos (un vigésimo identificado consiguió refugiarse en Colombia en aquellos días y no ha vuelto a aparecer) ingresaron en prisión de forma preventiva, y la mayoría de ellos siguen encarcelados en la actualidad.
La Fiscalía consiguió probar lo ocurrido. Los 'cocineros' colombianos, los dos mexicanos y buena parte de los españoles, incluidos los canarios que organizaban el entramado en España, aceptaron los cargos. Intentarán obtener condenas de entre siete y nueve años de cárcel, con rebajas sensibles respecto a los 13 y 18 que se exigían provisionalmente. Probablemente lo consigan.
Resta por saber ahora lo que sucederá con los cuatro encausados que decidieron defender su no culpabilidad, entre ellos el citado Sánchez Rey. El dictamen se conocerá en las próximas semanas, pero lo que ha trascendido es que era el de Pontevedra fue un intento del narco mexicano de hacer negocios clandestinos en Galicia, algo que no se había visto en estas dimensiones hasta la fecha.
Dos años y tres meses después del hallazgo del mayor laboratorio de producción de cocaína a partir de pasta base jamás visto en Europa, el proceso judicial ha finalizado. A lo largo de la semana pasada, la Audiencia Nacional vio desfilar a investigados y policías y, tal y como relató en exclusiva Narcodiario, 15 de los 19 acusados reconocieron los hechos. Lo hicieron en aras de obtener una rebaja en las penas de prisión, (elevadísimas, sumando 257 años de cárcel según el escrito de acusación provisional), y sus confesiones sirvieron para apuntalar la tesis de la Fiscalía Antidroga.