Cumplir la promesa de la igualdad

El ocho de marzo siempre es un día especial por lo que recordamos y celebramos, pero sobre todo por lo que reivindicamos. Por eso este año es especialmente importante, porque no estamos en un momento cualquiera de cualquier año. La reacción ya no es una amenaza futura, es una realidad que ataca en este mismo momento derechos y hace retroceder conquistas que creíamos ganadas. Lo que está ocurriendo es la constatación de algunas verdades de las que el feminismo y el pensamiento progresista nos llevan advirtiendo mucho tiempo. Verdades como que a cualquier período de avances en igualdad, sucede una reacción de quienes temen y odian la justicia que implica esa igualdad. Verdades como que la igualdad y la democracia nunca son un objetivo cumplido ni un trabajo terminado. Son siempre un horizonte hacia el que avanzar, una promesa siempre renovada de defender la libertad ante nuevas injusticias, nuevas desigualdades, nuevas amenazas como las que hoy vivimos.

Este es el momento de cumplir esa promesa y de hacer honor a nuestro compromiso con la igualdad. Es el momento de reafirmar la democracia y los derechos humanos. De reforzar lo más digno y lo más valioso que hemos construido, unidos por primera vez en la historia, los seres humanos: la igual libertad para todos, hombres y mujeres por igual. Hoy, este 8 de marzo, se trata de avanzar, se trata de organizarnos más y mejor; en nuestras ciudades, en nuestros barrios, en nuestros países, en los organismos internacionales, en las instituciones y las empresas.

Hay un lazo que une democracia e igualdad entre hombres y mujeres. En España lo conocemos bien, la democracia y la igualdad avanzan y retroceden juntas porque no se puede entender lo uno sin lo otro. Por eso defender el feminismo es defender la democracia. Avanzar en igualdad es fortalecer nuestra democracia y es trabajar, esto es muy importante hoy, para la justicia y la paz. Esa es la convicción del ministerio que dirijo y del Gobierno de España. Por ello trabajamos desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación a través de nuestra Política Exterior Feminista, una de las grandes prioridades de nuestra acción exterior.

La democracia y la igualdad avanzan y retroceden juntas porque no se puede entender lo uno sin lo otro. Por eso defender el feminismo es defender la democracia

Por eso España publicará el nuevo Plan Nacional de Acción de Mujeres, Paz y Seguridad este año, coincidiendo con el 25 aniversario de la Agenda Mujer, Paz y Seguridad de Naciones Unidas. Si la desigualdad no conoce fronteras, tampoco debe conocerlas la lucha contra la desigualdad y con ese principio actuamos en Afganistán. Desde la toma de poder por parte de los Talibán, el Gobierno de España ha defendido que las mujeres deben ser incluidas en todos los diálogos políticos que se celebren sobre Afganistán y su futuro. Las mujeres deben formar parte de las negociaciones de Doha y en ellas deben debatirse los derechos de las mujeres y las niñas. Todos nuestros esfuerzos diplomáticos se alinean con este objetivo. Si no se incluye a las mujeres en estos debates, la credibilidad y la eficacia de las negociaciones de Doha se verán socavadas. Mientras tanto, es de suma importancia asegurar que las mujeres afganas, en Afganistán y en el exilio, tengan espacios para compartir sus opiniones y puntos de vista. Por ello, España ha organizado dos Conferencias HearUs en Madrid. Vamos a seguir ofreciendo a las mujeres afganas espacios para que su voz, que quieren silenciada, se escuche en todo el planeta fuerte y clara.

También en Siria la participación plena, igualitaria, significativa y segura de las mujeres en todos los ámbitos de la vida pública es esencial para lograr un desarrollo pacífico y duradero. En febrero firmé una declaración conjunta con otros ministros y ministras de Asuntos Exteriores en la que reafirmamos nuestro apoyo a una solución política al conflicto, que pasa por contar con el liderazgo y la participación significativa de las mujeres sirias, que deben ocupar un lugar de igualdad en el proceso de transición política. Además, la futura nueva constitución siria deberá incluir la igualdad entre hombres y mujeres como uno de sus pilares, y deberá asegurar que las mujeres ocupan los puestos de poder en igualdad de condiciones.

Este ocho de marzo no se trata de resistir ante las prácticas reaccionarias, se trata de empujar más, se trata de avanzar más y más deprisa. De ocupar más espacios, de ser más decisivas, de convertir la igualdad en una realidad tan contundente que ya no haya vuelta atrás. Por eso España apoya las candidaturas de mujeres para altos cargos en organismos multilaterales y la integración del enfoque de género en los instrumentos de financiación. Apoyamos la alternancia de género en la Presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas y el nombramiento de una mujer como Secretaria General de las Naciones Unidas en 2026. En España no predicamos, damos ejemplo promocionando a mujeres a puestos de toma de decisiones en nuestro Servicio Exterior. Hoy, un 30% de nuestras Embajadas están dirigidas por mujeres, frente a un 15% en 2019. Incluyendo las de países tan relevantes como Estados Unidos, China o Turquía. Estoy personalmente comprometido con asegurar que el Cuerpo Diplomático refleja la sociedad española y las últimas tres promociones de la carrera diplomática han sido la primera igualitaria y las dos primeras con mayoría de mujeres.

Este es un ocho de marzo para celebrar y reivindicar la igualdad. Para reafirmar nuestro compromiso ante la embestida reaccionaria. Y habrá quien diga que no va a ser fácil, pero ¿cuándo lo ha sido? Venimos de una lucha contra siglos de dominación, injusticia y machismo y siempre hemos seguido avanzando; paso a paso, ley a ley, año a año, día a día como haremos, con más fuerza que nunca, este ocho de marzo.

__________________

José Manuel Albares es ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.

Más sobre este tema
stats