El Gobierno ha justificado la decisión de prohibir banderas nacionalistas gallegas en un partido de fútbol que tuvo lugar a finales de la pasada temporada. En una respuesta por escrito al BNG, el Ejecutivo ha asegurado que "si bien es cierto que hay banderas que no constituyen por sí mismos y de forma separada ningún tipo de infracción, cuando se trata de un espectáculo deportivo de masas conde convergen otras circunstancias –como rivalidad deportiva o regional– su exposición puede provocar una reacción adversa y violenta por parte de otros sectores del público".
De esta manera, ha explicado que en este tipo de casos, como en el encuentro disputado entre el Valladolid y el Deportivo hace ya varios meses, el coordinador de seguridad "puede ordenar que no se permita la introducción a los recintos deportivos de dichas banderas y/o emblemas", quedando normalmente en depósito en las consignas de los estadios y pudiendo –añade– ser retiradas a la finalización del evento deportivo por las personas que las portaban.
La diputada del BNG, Rosana Pérez, ha aludido en la iniciativa que, a la vista del acta policial, "parece claro que las fuerzas de seguridad del Estado tratan a los adeptos que acuden a los estadios con banderas nacionalistas como un problema de seguridad o de alteración del orden público".
El Gobierno ha justificado la decisión de prohibir banderas nacionalistas gallegas en un partido de fútbol que tuvo lugar a finales de la pasada temporada. En una respuesta por escrito al BNG, el Ejecutivo ha asegurado que "si bien es cierto que hay banderas que no constituyen por sí mismos y de forma separada ningún tipo de infracción, cuando se trata de un espectáculo deportivo de masas conde convergen otras circunstancias –como rivalidad deportiva o regional– su exposición puede provocar una reacción adversa y violenta por parte de otros sectores del público".