MAR insiste en el 'bulo' de García Ortiz pese a que dos fiscales tumban en el TS su teoría de la conspiración

Miércoles, 8.53 horas. El jefe de Gabinete de la presidenta madrileña, Miguel Ángel Rodríguez, publica un mensaje en la red social Twitter. En él, vuelve a insistir en el bulo sobre una supuesta mano negra que busca perjudicar a la pareja de su jefa, Isabel Díaz Ayuso: "El fiscal quería cerrar el caso, pero... llamaron desde arriba. Lo ha dicho así al juez". Lo hace en base a una noticia de OkDiario. Y tan solo una semana después de que tanto el fiscal que llevó el caso del empresario Alberto González Amador como la fiscal superior de Madrid, cuyo testimonio entró en contradicción con el de Rodríguez, desmontasen en el Tribunal Supremo la teoría de la conspiración política.
Nada más conocerse la denuncia interpuesta por el Ministerio Público contra su pareja, Díaz Ayuso habló públicamente de una "persecución política escandalosa" donde "todo huele a turbio". Y su jefe de Gabinete, entre bambalinas, se esforzó por intentar colocar en algunos medios de comunicación el relato de que la Fiscalía proponía y retiraba acuerdos de conformidad por ser quién era el empresario. Lo hizo a través de la filtración de un correo electrónico de fecha 12 de marzo. Un mail que no era más que la continuación de una negociación para buscar una conformidad iniciada, realmente, por el abogado de González Amador.
En su reciente declaración ante el Tribunal Supremo, a cuya transcripción ha tenido acceso infoLibre, el fiscal del caso, Julián Salto, cargó duramente contra dicha filtración. "Gracias a ese correo parece que he quedado como un mentiroso y como que voy ofreciendo conformidades por ahí y que vamos poniendo denuncias o querellas políticas", aseveró en su testifical, recogida en el marco de la investigación que se sigue en el Alto Tribunal contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. "Yo pienso que su letrado sigue la ética y la correspondiente deontología profesional y que no va a filtrar un correo a un jefe de Gabinete de un Gobierno", insistió.
El fiscal aseguró que él nunca ofrece conformidad a nadie: "Por supuesto que parte del correspondiente abogado de la defensa". Y en ningún momento dijo al magistrado instructor, Ángel Hurtado, que le hubieran dado orden alguna para frenar cualquier intento de acuerdo. De hecho, eso es algo que rechazó categóricamente en su primera declaración en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid: "En ningún momento nadie, ningún superior me ha llamado o me ha dicho que no puedes seguir adelante con la conformidad".
La fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, también dejó claro ese mismo día en su testifical que la iniciativa de salir a "desmentir" el bulo que estaba difundiendo el jefe de Gabinete de Ayuso fue de ella misma. "Nosotros lo que atajamos era esa falsa información que nos decían que estaba trasladando [Miguel Ángel Rodríguez]", aseveró la fiscal, que durante su comparecencia ante el magistrado instructor insistió en que "por supuesto, ningún superior" de Salto le dio "instrucciones para hacer o no hacer esa conformidad".
El momento en el que dicen haber tenido conocimiento de quién era realmente González Amador arroja otra palada de tierra más sobre la supuesta conspiración política alrededor del caso que persigue al empresario por fraude fiscal. "Yo me entero el 8 de marzo, cuando ya está la denuncia visada y presentada", apuntó Salto. Las diligencias de investigación del fiscal se iniciaron el 22 de enero, tras recibir el resultado de una investigación tributaria de dos años. Y el 5 de marzo, tres días antes de que supiera el vínculo del empresario con Ayuso, la denuncia fue enviada a Plaza de Castilla.
Contradicción con el jefe de Gabinete
El testimonio de Lastra también entra en contradicción con el que aportó en su momento el jefe de Gabinete de Ayuso. Durante su declaración como testigo, en la que estaba obligado a decir la verdad, Rodríguez aseguró que no hizo nada con el email que le hizo llegar González Amador "hasta 38 horas después", cuando El Mundo ya había publicado que la Fiscalía ofrecía un pacto y La Sexta aclaraba que era al revés. Y para ello, aportó el Whatsapp que había hecho llegar a su lista de difusión de periodistas con el literal del correo electrónico a las 22.27 horas del 13 de marzo.
Es cierto que el diario conservador había lanzado su información una hora antes, a las 21.29 horas. Ahora bien, Lastra aseguró que Rodríguez llevaba moviendo esa información desde la tarde: "Yo llamo la primera vez al fiscal general del Estado a las 20.50 horas del día 13 porque a las 20.26 horas he recibido una llamada de Íñigo Corral –su jefe de prensa– que me dice que un periodista concreto de un medio muy importante le traslada que el jefe de gabinete [...] está trasladando a los medios que la Fiscalía ha ofrecido un pacto al señor González Amador y ha recibido órdenes de la superioridad de no llegar a ese pacto".
La Abogacía del Estado, que representa a los dos investigados, puso el foco en esa contradicción. Y planteó al instructor la posibilidad de llevar a cabo un volcado del móvil del jefe de Gabinete. Pero como ya ocurrió durante la testifical de uno de los periodistas de elDiario.es, que demostró haber contactado con Rodríguez antes de publicar una noticia –algo que este último puso en duda en sede judicial–, Hurtado prefirió no acordar la diligencia. "Como no acabo de ver la relevancia de ese detalle, por más que usted me ha insistido en ello, de momento sigo pensando si tomar la decisión", respondió el magistrado.
"En ese correo no hay ningún secreto"
La única orden que recibió Salto en relación con este asunto es la que le dieron sus superiores en la noche del día 13, tras la publicación de El Mundo, para que les hiciera llegar los correos intercambiados con el abogado de González Amador. Algo que no vio raro a la vista del "incendio" que se había montado. "Entiendo que me pidan de urgencia una dación de cuentas", lanzó. Y como consideró que se trataba de una "orden legítima", hizo llegar a quien se lo había pedido la información que le había sido solicitada.
"Esa noche no van contra el señor González Amador, esa noche van contra el fiscal del asunto y en su caso, contra la fiscal de delitos económicos, por si hemos hecho algo al margen de la ley, nos hemos dado cuenta y nos hemos comprometido a algo beneficioso para una persona, es decir, al parecer con interés público", apuntó al relatar cómo se había producido el envío de esos correos a sus superiores. Entre ellos, el del 2 de febrero, cuya filtración centra el procedimiento y en el que el abogado de González Amador ofrecía un acuerdo y reconocía la comisión de dos delitos fiscales.
En relación a este correo, dijo que el mismo no incluía "ninguna información privada" ni "ningún secreto". "Es, simplemente, una toma de negociaciones", aseveró. Y es algo en lo que insistió una y otra vez: "No es información privada, es una información que el señor Neira mandaba un buzón de la Fiscalía Provincial de Madrid". El fiscal, de hecho, restó importancia a lo que él llama "intercambio de mail sin ninguna trascendencia". "Mientras no lo ratifiquen ante un juez, ese presunto ofrecimiento no vale para nada", aseveró.