Mientras lee a Lorca, se deleita con Schubert y disfruta del cine de ciencia ficción, recuerda que ni sus ochenta y nueve años pueden con sus ganas de hacer de mañana una aventura repleta de proyectos.

Mientras lee a Lorca, se deleita con Schubert y disfruta del cine de ciencia ficción, recuerda que ni sus ochenta y nueve años pueden con sus ganas de hacer de mañana una aventura repleta de proyectos.

Mientras lee a Lorca, se deleita con Schubert y disfruta del cine de ciencia ficción, recuerda que ni sus ochenta y nueve años pueden con sus ganas de hacer de mañana una aventura repleta de proyectos.

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