El Do de pecho de Yolanda Díaz

Felipe Domingo Casas

Con la transcendencia que tienen estas elecciones generales para el buen futuro de España, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo están acaparando la actualidad política, en programas, declaraciones y propuestas. Les secunda, como si se tratara de un maratón o una prueba de alta montaña en el tour de Francia, que comienza ahora, Abascal. La rezagada, la que ha perdido contacto con la cabeza, con los primeros  líderes , es Yolanda Díaz.

Han quedado lejos las dificultades que surgieron para lograr la coalición Sumar, pero parece que la pájara que sufrió Yolanda, ha afectado a todo el equipo de Sumar. ¿Dónde queda esa declaración entusiasta y vehemente de Yolanda en el polideportivo Magariños de que “quiero ser la primera Presidenta del Gobierno de España”?

Arrecia el bipartidismo en la pugna entre PSOE y PP, en dos sentidos. Primero, pretende  colocarse  cada uno en cabeza en cuanto al número de apoyos electorales. Y segundo, pretende aumentar el porcentaje entre los dos partidos  sobre elecciones anteriores, ya conseguido en las últimas elecciones municipales y autonómicas.

 A Pedro Sánchez, le está echando una mano importantísima Zapatero, el cual, en dos programas, ha desbaratado con gran entusiasmo y convicción la “burbuja antisanchista”. Feijóo se defiende, como gato panza arriba, de las críticas que sus vaivenes de pactos con Vox están provocando y trata de normalizarlos, convencido de que los españoles transigirán y aceptarán esa involución en derechos y libertades que él mismo se impone y a los que la ultraderecha de Vox le obliga. El Partido Popular confía en la amnesia de los españoles que, desde mi punto de vista, es enorme. Al que  atribuyo esa certeza y convencimiento en esta idea es a Rajoy. Confiaba  plenamente en dar la vuelta a los asuntos  en la volubilidad de los españoles y en su desmemoria. Por desgracia, es así.

¿Dónde queda la afirmación de Yolanda Díaz de que “quiere ser la primera mujer Presidenta del Gobierno"? No la ha repetido, porque ella mismo la ha desdibujado. El principal soporte de sus intervenciones públicas últimas ha sido la entrevista de Ana Pastor en la Sexta y alguna en la radio. Pero la imagen pública, diaria, entusiasta, si se me permite, agresiva, no ha aparecido, desperdiciando muchos  días antes de la campaña en sí. Sobre los cara a cara o no en los debates, puso en liza un argumento feminista, que no ha  repetido: “esto no va de dos hombres”.  Añado, de dos hombres, que serían tres, más dinámicos dispuestos a  repartirse el pastel. Con acierto ha respaldado a Irene Montero aprovechando declaraciones de Sánchez, el cual criticaba afirmaciones de Irene Montero sobre el feminismo, como ininteligibles por hombres de determinadas de edades,  entre los 40 y 50 años.

Yolanda Díaz tiene que rehabilitar a Irene Montero e Irene Montero tiene que acompañar a Yolanda Díaz

Aprovecho, pues, para insistir en el aspecto feminista de estas elecciones. Al que no se le está dando la importancia que tiene o debe tener. Y a lo mejor es que a Yolanda no la rodean mujeres que se lo hagan ver. Por eso no cejo en advertirlo. Yolanda Díaz tiene que rehabilitar a Irene Montero e Irene Montero tiene que acompañar a Yolanda Díaz. Entre las dos tienen que movilizar al feminismo en dos o tres actos exclusivos, y muy amplios,  que tengan visibilidad en otros territorios. Ambas saben que se necesitan, ambas saben que se complementan. Basta de resentimientos. Yo creo que los directores de campaña de Yolanda, hombres,  no lo comprenden.

En el canto, dar el do de pecho es la nota más alta de la tesitura habitual del tenor emitida con la voz plena, sin acudir a la técnica del falsete. De la música ha pasado al lenguaje popular, y dar el do de pecho se entiende como la realización de aquellos esfuerzos extremos necesarios para conseguir unos objetivos, principalmente en el deporte, pero también a los esfuerzos diarios que muchas personas, sobre todo mujeres, tienen que hacer para criar a su familia, al hijo o hijos,  o padres dependientes, poniendo en riesgo su salud. Se atribuye el do de pecho a los esfuerzos del atleta de maratón para llegar a la meta, al aizkolari para partir el tronco en el menor tiempo posible o al ciclista para subir el Galibier o el Puy de Dome, el primero.

Las circunstancias en las que se ha colocado,  exigen a Yolanda Díaz que dé el do de pecho. No un esfuerzo físico extremo o extenuante, el cual ponga en riesgo su salud, sino que multiplique las iniciativas para mostrarse más visible, más protagonista, más contundente y valiente. Más entusiasta y que lo transmita a los votantes.

Si Sumar no rompe la barrera de los 35 diputados y no llega a los 50 y los pasa, otro Gobierno de coalición progresista no se renovará. Y a los españoles hay que decirles que es totalmente necesario para que España siga avanzando. Para que España siga siendo el dique en Europa contra la ola reaccionaria que nos invade. Para el avance en derechos económicos, políticos y feministas.

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Felipe Domingo Casas es socio de infoLibre.

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