LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Por qué una familia rica con tres hijos puede acceder al bono social eléctrico para familias vulnerables

Escribo para que no me lean

Arturo Tirador

Fantaseo con la idea de que este texto sea bien recibido, aunque me conformaría con que simplemente fuera recibido, incluso de mala manera. Lo que escribo apenas lo lee nadie. A muy pocos interesa. No puedo sin embargo evitar escribir lo que otros no leen. A menudo tengo la sensación de que mi esfuerzo es baldío/inútil/irrelevante y me digo, para animarme, que es mi esfuerzo y no yo, el baldío, inútil e irrelevante. No siempre consigo persuadirme.

Escribir –toda creación artística–, para el 99,99% de nosotros/as sirve para poco o nada, si damos al término algo una definición mercantil, que es la que pudiéramos deducir procede, a juzgar por cómo nos juzgan a esa mayoría invisible –anulada– de creadores con escasa o nula audiencia. Incluso desde la perspectiva del impacto social, para cuya medición propongo multiplicar el número de personas impactadas por el efecto transformador logrado de media por dichos impactos, el resultado es también poco alentador. Y me refiero aquí a aquellos artistas y literatos que venden y viven de sus obras, no a nosotros/as, que no las vendemos –solo las vivimos– y cuyo consiguiente resultado, seamos aunque duela sinceros, siempre suma… cero.

En un mundo que circula a gran velocidad, en una sociedad cuyas monedas de cambio más cotizadas son el dinero y la fama, la creación como acto de amor silencioso tiene un valor incalculable, el valor de frenar nuestra deshumanización

No obstante, no todo está perdido. Hay otras miradas y quiero prestar aquí una diferente, más optimista, por si a alguien sirviera de consuelo y aliento. Habiendo dedicado décadas de mi vida a trabajar profesionalmente en sectores relacionados con la cultura, he conocido a muchísimos individuos con mis mismas inquietudes y en idéntica situación; aparentes perdedores en quienes los focos nunca reparan y que sin embargo son héroes para mí, lo cual me hace sentir orgulloso de pertenecer a ese ejército de fracasados y fracasadas que no desfallece nunca en su dedicación por seguir investigando, creando, comunicando, conscientes de que sus ideas son minúsculas gotas evaporables en un océano de información, ideas insignificantes en apariencia que sin embargo sienten la necesidad y responsabilidad de expresar, sienten son importantes.

He llegado a la conclusión, tras muchas letras y lágrimas vertidas, de que hay algo admirable, valioso, incluso necesario, en el empeño de explorar la mente humana mediante la filosofía, la literatura, la música, el arte, independientemente de los resultados mensurables e incluso cuando dicha exploración hubiera acontecido exclusivamente en el ámbito privado, sin aplausos que la acompañen, validen o avalen. En un mundo que circula a gran velocidad y con incontrolable algoritmia, en una sociedad cuyas monedas de cambio más cotizadas son el dinero y la fama y en el que tantos valores han sido artificialmente depreciados, la creación como acto de amor silencioso tiene un valor incalculable, el valor de frenar nuestra deshumanización, que no es poco. 

___________

Arturo Tirador es socio de infoLibre.

Más sobre este tema
stats