Librepensadores

La fantasía y la retórica fascista de Díaz Ayuso

Librepensadores nueva.

Juan José Torres Núñez

Poco podemos añadir que no se haya dicho sobre el gran éxito de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones del 4M en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, encontramos en Ayuso una visión de la política tan llena de fantasía y tan alejada de la realidad que nos recuerda a otro personaje bien conocido en la literatura norteamericana, Willy Loman, en Death of a Salesman [La muerte de un viajante o de un vendedor]. Hay un leitmotiv que se repite en todo el drama. Willy está convencido de que para tener éxito en la vida se necesitan dos cosas: ser well liked [muy querido o que uno guste a los demás] y tener personal attractiveness [un atractivo personal]. En la obra de teatro Willy, en su mundo de ensueño, mintiendo todo el tiempo para poder sobrevivir, jamás habla del producto que vende. Y este es el caso de Ayuso, al hacer una campaña electoral con un discurso vacío, simple, lleno de mentiras y vaguedades, sin hablar del “producto” que ha vendido. No ha hablado de la realidad de la Comunidad de Madrid ni de los problemas de sus habitantes. Era más fácil hablar de salir a la calle porque somos más libres cuando hacemos lo que nos da la gana. Lo que aconsejan los inmunólogos no importaba. Prestar atención a los científicos hubiera significado para Ayuso entrar en el mundo de la realidad. Ella no podía hablar de los escándalos del Partido Popular, del estado de la educación pública, de la corrupción, de la salud pública, de los servicios públicos, de las residencias de mayores, de las privatizaciones y tampoco de la pandemia del covid-19. Eso hubiera significado hablar de la miseria y de la esclavitud de la clase obrera en un sistema neoliberal. Ir de cañas resulta más divertido. Ayuso, pues, ha hablado en su campaña de las banalidades que la gente quería escuchar. Ayuso y Willy rechazan reconocer la realidad. Ambos personajes reemplazan la verdad por la fantasía.

El discurso vacío de contenido de Ayuso lo encontramos en la derecha y en la extrema derecha. En las elecciones hemos constatado que Madrid se ha rendido a las derechas y que resulta difícil entender cómo la clase trabajadora se ha tragado el anzuelo neoliberal y los discursos carentes de soluciones. Si leemos los periódicos de la Guerra Civil española del día en que Franco entró en Madrid, vemos una retórica fascista muy familiar en los discursos de Ayuso y en la ultraderecha. Esos periódicos nos muestran que las derechas de hoy en España son las herederas del franquismo y del nazismo, si comparamos el lenguaje que emplean. Veamos, pues, unos ejemplos de los textos de algunos artículos del periódico El telegrama del Rif, del miércoles 29 de Marzo de 1939, y del Diario de Navarra, del mismo día, para después contrastarlos con el discurso de Ayuso.

En el primer periódico, leemos que Madrid se ha rendido a Franco y a su excelsa Santa Cruzada. Todo Madrid está lleno de banderas rojo gualdas. La ciudad entera está llena de “un desbordado entusiasmo”. La primera página nos muestra que Madrid “vuelve a ser la capital de España”. Madrid es “por fin, otra vez España”. Madrid es “el acogedor hogar de todas las regiones españolas”. Madrid es “el corazón de todos los españoles”. Y su españolismo se ha salvado “de la zarpa inicua del cruel bolchevismo”. Madrid, pues, “es y será el corazón de la Patria”. La capital de España “ha sido liberada de la barbarie roja”. Sí, “con los colores gayos de nuestra bandera Madrid es mucho Madrid”.

En el segundo periódico, encontramos los discursos de José María Pemán y de Ramón Serrano Suñer –que también se pueden leer en el primero, pero más borrosos. Pemán escribe que Madrid “es y será siempre la suprema representación de España”. Ahora “lucen los colores de la bandera rojo gualda por doquier. Hemos quitado ese inicuo morado que tenía incrustado como un clavo de dolor”. El Excelentísimo Sr. Ministro de la Gobernación, Suñer, habla de todas las fuerzas nacionales que acompañan a Franco en la entrada en Madrid y pronto entra en materia. Según Suñer, todos los dirigentes del “gobierno criminal de la República” huyeron y “abandonaron a las masas entontecidas del proletariado español”. También huyeron “las mujeres comunistas que fueron sembrando el terror con su rufianesca vecindad”. En un párrafo de su discurso, señala que “Madrid, proclamado tumba del fascismo, con la estúpida fanfarronería de los charlatanes, será, sí, para nosotros todo él tierra sagrada, porque es como templo que cobija las cenizas de nuestros mártires; tumba gloriosa de fascistas gloriosos en la cual la Historia escribirá un epitafio de áurea leyenda”.

Cuando Ayuso repite en sus intervenciones que “Madrid es España y España es Madrid”, declarando, como la ultraderecha, que si te llaman fascista “es estar en el lado bueno de la historia, su retórica se remonta a la que hemos visto en la prensa de 1939, con las exaltaciones de las hazañas de los “fascistas gloriosos”, que la Historia escribirá un epitafio. Ayuso ha vendido su discurso vacío hablando del peligro y del miedo al “social-comunismo” y de la necesidad de luchar contra el comunismo por medio de la libertad. Esta confusión entre comunismo y libertad resulta tan absurda como irrisoria. Su forma de infundir miedo a los votantes es una nueva versión “de la zarpa inicua del cruel bolchevismo”, que Suñer también utilizó. En los periódicos de 1939 se presenta la Guerra Civil como una Cruzada “de la lucha del bien contra el mal”. Ayuso y la ultraderecha se enorgullecen de estar “en el lado bueno de la historia”. Se produce así la apoteosis de la unión de la derecha y la ultraderecha, que tanto predica Aznar en su discurso lleno de odio contra Unidas Podemos.

Ayuso concederá a Vox un puesto en la Mesa de la Asamblea pero recuerda que ella cuenta con "una amplísima mayoría"

Ayuso concederá a Vox un puesto en la Mesa de la Asamblea pero recuerda que ella cuenta con "una amplísima mayoría"

Hace ya tiempo que casi todos los medios de comunicación se lanzaron en tromba contra UP. En estas elecciones del 4M han alcanzado su punto álgido con una técnica y una propaganda comparable con la forma de proceder de la CIA. Pablo Iglesias era el enemigo a batir. Pero también los enemigos de Iglesias han venido de las filas del Partido Socialista. Lo más triste es que algunos de estos “socialistas”, que nunca lo fueron, han atacado y criticado a Iglesias con el mismo odio y la misma virulencia que las derechas. Algunos ya están ayudando a la derecha. También resulta muy triste que parte de la clase obrera haya votado a la derecha, olvidando que esta clase ya la definió Suñer como “las masas entontecidas del proletariado”. Iglesias es el único que ha hablado desde la izquierda sobre las cloacas de la sociedad liberal. Eso nunca se lo ha perdonado la sociedad del orden y la explotación de la economía de mercado neoliberal.

Ayuso y el PP, en su mundo de fantasía, no deben confundir los molinos de viento con gigantes, pensando que ahora pueden extrapolar los resultados electorales de la Comunidad de Madrid a toda España. Claro, para que esto no ocurra la izquierda tiene que trabajar conjuntamente con el resto de las fuerzas de centroizquierda, limando sus diferencias y hablando de la realidad y de la unión, pero sin olvidar el atractivo personal de los candidatos o candidatas que se presenten en las próximas elecciones. Necesitamos, pues, que la Historia escriba un epitafio que diga: Más izquierda, luchando contra las injusticias para esclarecer la verdad.

Juan José Torres Núñez es escritor y socio de infoLibre

Más sobre este tema
stats