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Había una vez un circo

Ximo Estal

De todos es conocido la canción infantil de los payasos de la TV de hace años “había una vez un circo”, pero por desgracia esta canción infantil que muchos hemos cantado en nuestra infancia e incluso cantamos a nuestros nietos, lo vemos reflejado en algunas de las instituciones y organismos de nuestra política, Justicia e incluso medios informativos con cierta ideología amarilla. Cada miércoles vemos como el lugar “sagrado” de la democracia española, como es el Congreso de los Diputados, la derecha más rancia, casposa, retrograda, insolidaria y, lo que es peor sin propuestas, se lanza a convertir el Hemiciclo en un circo donde prima el insulto, las falacias, la hipocresía, donde todo vale y donde, no se esconden, algunos diputados y diputadas, en hacer “ el payaso” empleando argumentaciones obscenas, crueles e incluso utilizando a niños y el dolor de las víctimas para conseguir el aplauso palmero de los suyos y de todos aquellos que piensan que el Congreso es un circo y lo peor que la democracia no sirve para nada, salvo para conseguir sus intereses prevaricando o lo peor atacando los derechos mas fundamentales de solidaridad y unión entre todos. Son capaces, en su argumentación circense, de engañar, alterar informes y, lo más desagradable, insultar y propagar el catastrofismo, cuando por desgracia, para ellos, en estos momentos, pese al covid, el volcán, las desgracias meteorológicas: la economía va mejor que nunca e incluso “sus amigos” de Inditex tienen más beneficios que nunca. Ver a Casado insultar, ridiculizar e incluso indicar que son “chorradas” hacer dibujos en las lenguas que la Constitución reconoce, y por tanto atacar el multilingüismo reconocido en la Constitución, es bochornoso y demuestra, él y su partido que le aplaude, que no cree ni en la Constitución, ni en los acuerdos del 78, que tanto dicen defender. Pedir el 155 para Cataluña, por una norma educativa que lleva 40 años, con un éxito, utilizando a un niño , me parece cruel, irónico e incluso hipócrita, cuando la realidad es distinta a la que esta sucediendo, por mucho que algunos medios afines amarillos pretendan hacer de esta cuestión una batalla irracional e insensata. Pero si eso fuera poco el otro partido Vox, al que Casado quiere imitar, se encarga de incendiar, insultar y mentir continuamente, convirtiendo en más circo el Hemiciclo, con el fin de acabar con la democracia, pues solo quiere volver a la dictadura, donde mejor se encuentran. Pero no es solo el Hemiciclo un circo, observar cómo la Justicia, que debería ser igual para todos, se ríe de la ciudadanía y anula imputaciones de malversaciones, indica que son válidos miembros del Constitucional y Tribunal Supremo que atacan los valores democráticos en sus escritos y que no se esconden para defender unos principios ideológicos mas cercanos al medievo que al siglo XXI. Y si fuera poco, para continuar con el circo, observamos que los grandes monopolios ahogan con sus falacias e intentan destruir la igualdad social y el equilibrio de la ciudadanía, utilizando bienes tan esenciales y necesarios como el gas, la electricidad, el agua, la vivienda, la educación e incluso la ayuda al mayor con las residencias. Pretenden hacer negocio con todo aquello que es, según la Constitución, una necesidad y un derecho. Pero ellos, en un afán de egoísmo económico, convierten este derecho en un circo, donde con falacias aumentan día a día sus precios con la excusa que es una necesidad. Basta ya de mentir, y de convertir en un circo el Parlamento, la vida de la ciudadanía. Nuestra democracia necesita de convivencia, paz y solidaridad y sobre todo de medios de comunicación que informen y no desinformen y de políticos que empleen el diálogo y no el insulto porque no tienen propuestas o porque solo ven que utilizando esos argumentos tan infantiles y circenses consiguen los votos que les auparan a un poder para conseguir sus intereses que es acabar con la democracia y sus valores. Pero por desgracia, si cuando lleguen las elecciones, estos partidos que convierten la política y sus instituciones y la Justicia en un circo las ganan, todos seremos responsables de convertir la canción infantil en una realidad cruel. Había una vez un circo y donde todos somos payasos de ese circo.

Ximo Estal es socio de infoLibre

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