Indignidad y falta de moralidad

Ximo Estal

Por desgracia, día a día, ya sea por el aumento de crispación, odio y falta de realidad entre lo que la ciudadanía espera y lo que algunos políticos, partidos e instituciones están provocando, en nuestra democracia la indignidad y la falta de moralidad se están asentando muy peligrosamente y, lo que es peor, están torpedeando claramente los valores democráticos y que hacen que la convivencia sea real y no utópica. Creo que hay partidos y gente que actúa de forma mezquina para cargarse la democracia y así mantenerse en sus estatus, y no quiere que nadie pueda igualarse a ellos, pues si no, no se entiende cómo actúan con esa falta de moralidad y rozando la indignidad en sus acciones.

Es indigno y falto de moral observar cómo, sin ningún pudor, un consejero de la Comunidad de Madrid se atreve a humillar a los familiares de las víctimas por covid en las residencias madrileñas y, para justificar sus errores, su falta de empatía y, lo peor, su acción irresponsable, habla de que la comisión es por conseguir rédito electoral de la oposición, y que los familiares ya han olvidado. Es indigno y de no tener moralidad el no saber reconocer la culpabilidad y no saber pedir perdón y, lo peor, es indigno que tras esto no dimita y se esconda en que se han tergiversado sus palabras. Y lo peor es que su presidenta lo apoya e indica que la izquierda miente, o calla. ¿Pero qué se puede esperar de un gobierno autonómico en el que algunas personas se han lucrado o favorecido a sus familiares, jugando con la desgracia de otros? Lo dicho: indigno y falto de moralidad. Pero por si el ejemplo de este consejero fuera poco, este miércoles vimos cómo el diputado de Vox, el señor Espinosa, haciendo lo de siempre, utilizando la falacia y la mezquindad, utiliza de forma indigna a la ciudadanía y niega lo que se ha conseguido.

No solo no conoce a ninguna persona normal, sino que solo conoce a personas que, como él, utilizan la indignidad y la falta de moralidad para conseguir unos votos que le pueden llevar a mantener esa dictadura que ellos quisieran implantar, pues no respetan nada ni a nadie —salvo a aquellos que coman de sus principios ideológicos indignos—. Tanto es así que en la fiesta que van a celebrar, el señor Abascal, presidente de ese partido ultra, cantará un rapero, del que sus letras están cargadas de xenofobia, machismo y falta de valores democráticos. ¿Pero qué esperamos de un partido ultraderechista en el que su líder es Franco y su ideología el fascismo? Indignidad y falta de moralidad es observar cómo, pese a sus falacias continuas, a su aumento del odio y crispación, su apoyo electoral aumenta. ¿Qué se esta haciendo mal? ¿Es que es más importante ser indigno y estar cargado de falta de moralidad que la dignidad y la moralidad de defender los valores democráticos y luchar por la igualdad?

Pero por si esto fuera poco, hoy nos despertamos con cómo en un colegio mayor de chicos se lanzan de forma indigna y con una gran carga de falta de moral insultos machistas a otro colegio mayor de chicas. Y lo indigno es que son acciones repetidas y lo peor de todo es que algunos medios de la ultraderecha los defienden e incluso se apoyan en falacias de que era una broma entre jóvenes. ¿No creen que llamar putas, ninfómanas, conejas, etc, es indigno y falto de moralidad, como para justificar que es cosa de jóvenes? ¿Realmente nuestros jóvenes son así indignos y cargados de inmoralidad? Yo creo que no, sino que son unos cuantos que además se ríen e incluso se enorgullecen de realizar actos fascistas. ¿Quiénes les alientan y defienden? Aquellos de los que son principios ideológicos la indignidad y la falta de moralidad y su forma de actuar y que solo tienen un fin: cargarse la democracia e implantar la dictadura en la que tan bien se sienten. Pero por desgracia, como estoy comentando en todo el articulo, la indignidad se está asentando en nuestra sociedad día a día por culpa de esa ultraderecha y de una derecha que demuestra que está más cerca y convive muy fácilmente con su lado mas ultra. Ver cómo, tanto Feijóo como Gamarra, utilizan los impuestos, es indignante y de una falta de moralidad que roza el esperpento y, lo peor, el caciquismo y la humillación a la ciudadanía mas necesitada.

¿No creen que llamar putas, ninfómanas, conejas, etc, es indigno y falto de moralidad como para justificar que es cosa de jóvenes?

Utilizan de forma mezquina e indigna la bajada de impuestos y después piden que se les de más dinero y, lo peor, rechazan de forma indigna que los que más tienen paguen más. Indigno. Pero lo peor es que sus medios afines defiendan y justifiquen esas indignidades e incluso consideren que solo la bajada de impuestos a los ricos puede generar riqueza a los más necesitados. ¿Cómo? ¿Cargándose de forma indigna los servicios públicos? ¿Privatizando servicios y pensiones públicas? ¿Destruyendo la reforma laboral y favorecer a las empresas? ¿Volviendo a dar amnistías fiscales a los que más tienen? Indigno y falto de moral y lo peor es que muchos de los que más tienen carecen de solidaridad, e incluso, de forma indigna, algunos de ellos, indican que ellos trabajan y los más necesitados se pasan el tiempo tumbados en los bancos de los parque. ¿No es digno el defender que el que más tenga pague más, para así repartir la riqueza? Lo indigno es observar como mientras unos sí viven en los bancos, por falta de empleo y desahucios mal realizados están en exclusión social, otros se pasean en sus Ferrari y se pavonean de que tienen dinero en paraísos fiscales y pueden tributar donde ellos quieran.

Es indigno observar como defiende por parte del PP bajar los impuestos a los ricos con la excusa que así promocionan empleo y con ello también se puede rebajar el impuesto a los que menos tienen. ¿Cómo se paga la sanidad pública, las carreteras, el alumbrado o la educación pública? Lo indigno es primar lo privado, y de ello el PP sabe mucho. Lo demuestran sus ayudas a los bancos cuando han gobernado y allí donde gobiernan ahora. Lo demuestran las ayudas a lo privado a costa de recortes en lo publico. Indigno. Y podríamos seguir con más indignidades no solo en los partidos de derecha y ultraderecha que son una marca ideológica, sino también en que hay instituciones que se apoyan en esa indignidad y falta de moralidad, como la de Justicia, manteniéndose con falacias en cargos caducados. La iglesia católica con sus bienes inmatriculados y no reconocimiento de sus abusos. Pero por si eso fuera poco, quisiera terminar este articulo indicando, como una acción indigna, como una comisaría de policía premia a un ultraderechista. Y escuchar cómo los partidos de derecha pretenden anular si llegan al poder, leyes como la del aborto, la de eutanasia, la ley de memoria democrática, la ley LGTB... Pero más indigno será si la ciudadanía da apoyo a esos partidos que pretenden cargarse la democracia. Aún queda tiempo, reflexionemos, y defendamos nuestra democracia, y apartemos de nuestra política y de nuestra sociedad a aquellos que defienden la indignidad y la falta de moralidad.

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Ximo Estal es socio de infoLibre

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