Pako Martí

No tiene bastante con la Bibby Stockholm, el Auschwitz flotante que se encuentra amarrado en la isla de Portland, Dorset, Inglaterra, donde se espera encerrar a 500 migrantes en la barcaza-cárcel, que el cretino primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, y su gobierno conservador se plantean controlar a los inmigrantes irregulares con brazaletes vía GPS, o lo que viene siendo: que en lugar de la estrella que utilizaban los nazis con los judíos, los “tories” utilizarán los brazaletes tecnológicos. Esta nueva vuelta de tuerca de Sunak ha hecho del combate contra la inmigración irregular la piedra angular de su gobierno, cuando no es más que una nueva violación de los Derechos Humanos y de la que depende el éxito o fracaso de su mandato.

Esto es lo que hay y acontece.

Esta nueva vuelta de tuerca de Sunak ha hecho del combate contra la inmigración irregular la piedra angular de su gobierno, cuando no es más que una nueva violación de los Derechos Humanos y de la que depende el éxito o fracaso de su mandato

Ni pensamiento crítico ni hostias. Esto es lo que ocurre en la flemática y obscena Gran Bretaña, con un primer ministro al que se la “pela” todo, excepto los resultados económicos que le reportarán sus decisiones en la política migratoria. Pendejadas. El tipo, Sunak, hijo y nieto de inmigrantes, estudió en Oxford, sin becas, a puro cash.

Hay personajes en la esfera internacional que por sus acciones y, esto ya es opinión, se te atragantan. La lista es extensa y obviamente no me da la gana realizar incursión alguna en mi disco duro. La intro es lo suficientemente específica, así como el titular. No es más que reflejo de un estado determinado de muy mala hostia tras la deriva de acciones que con toda seguridad a nadie le importan o le importarán una mierda. Acciones que reflejan la impunidad con la que actúan estos personajes. Sunak es uno de ellos.

Llueve a lo bruto. El gato del vecino no tiene hoy ganas de tonterías.

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Pako Martí es socio de infoLibre.

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