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Palabras obtusas y falaces para recortar derechos

Ximo Estal Lizondo

Por desgracia para nuestra débil democracia, muchos de los dirigentes políticos de la derecha retrógrada que intenta gobernar “por las buenas o por las malas” utilizan argumentaciones cargadas de palabras obtusas y falaces que lo único que pretenden es recortar derechos conseguidos y volver a épocas pasadas, de ahí lo de débil democracia. Pues se aprovechan con sus obtusas falacias para manipular opiniones y crear más odio y crispación. Interpretan falazmente la Constitución y con su palabrería obtusa pretenden destrozar la democracia, recortar derechos adquiridos y, lo peor, cargarse todo aquello que suponga mejoras sociales y aumentar los recursos públicos.

Sus pretensiones solo son la privatización y recorte de lo público y aumentar los recursos de los que más tienen. Defienden al empresario con la argumentación obtusa y falaz de que son emprendedores y los que generan empleo, aunque sea con la explotación salarial. Son capaces de defender las subidas salariares de sus dirigentes empresariales y oponerse a la subida salarial del trabajador para acercarse a la pérdida del poder adquisitivo perdido. Son capaces con su palabrería obtusa y falaz de negar el derecho fundamental al aborto. Señor Feijóo, es un derecho fundamental, es la mujer la que decide, pero es un derecho fundamental, no solo de género, argumento empleado por usted y sus nacionalcatólicos, para menospreciar a la mujer y ese derecho. Como es un derecho el trabajar, el tener una vivienda digna, y la palabrería falaz y obtusa de la derecha pretende utilizar las diferencias del gobierno de coalición en estos aspectos para crear crispación y actuar de Pepito grillo.

Hay un refrán popular que dice “hecha la ley, hecha la trampa”, pues todas las leyes no pueden abarcar todo y por desgracia dejan aspectos a la interpretación subjetiva. De ahí que una ley que pretende dar un gran avance a los derechos de la mujer, la derecha con sus palabras obtusas y falaces, corrompe ese avance y pone a su justicia, a sus altavoces mediáticos y provoca con su catastrofismo, solo con el fin destrozar el Gobierno, manipular opiniones y, lo peor, recortar derechos conseguidos en la lucha feminista.

Volver al bipartidismo no es factible, salvo que no se quiera la democracia plena, lo que votamos en las últimas elecciones y que desde el primer día la derecha, los poderes económicos y algunos medios informativos manipuladores no han querido aceptar

Pero lo peor es que un partido como el Partido Socialista cae, por la cercanía de las elecciones, en la trampa y pretende cambiar la ley, y primar el belicismo a la paz, y señor Sánchez, así no. Ha costado y cuesta mucho que la izquierda se una, venza y gobierne y más cuando los poderes económicos son tan fuertes y soberbios y carentes de solidaridad. La izquierda, lo dije en otro artículo, debe unirse, pero lo principal es que todos aquellos que todavía creemos que esta sociedad puede cambiar, que podemos alcanzar más derechos y mejoras sociales y que los servicios públicos mejoren, debemos unirnos y no desmovilizarnos, es la hora de la movilización, de la pedagogía, del puerta a puerta para darles con la cruda realidad y desmontar su continua palabrería falaz y obtusa y sus ataques a la democracia. Basta ya de permitirles que con su consentimiento aumenten los precios, pese a que se baje el IVA, y esta derecha defienda a los empresarios que se enriquecen de manera indigna y a la vez manipulen el mensaje y digan que es el Gobierno quien lo hace mal. Ya está bien de permitir que la banca tenga unos beneficios de una manera desproporcionada a costa de nuestro dinero y la derecha se oponga con sus mentiras al impuesto a la banca y a las grandes fortunas.

Es indigno, falaz y obtuso defender a unas instituciones caducas, e indicar que la justicia es igual para todos cuando hay falta de transparencia. Y lo peor es que día a día y a medida que se acerca el primer choque electoral, vemos a un partido socialista teniendo que pagar los favores recibidos por ciertas élites económicas y reculan en algunas leyes o intentan recortarlas o dejarlas “para un mejor momento”. La palabrería falaz, obtusa, de algunos dirigentes del PP y del PSOE, da lugar a una interpretación muy clara.

¡Se quiere volver al bipartidismo! Y en esta democracia ese bipartidismo no es factible, salvo que no se quiera la democracia plena y real, que es lo que votamos en las últimas elecciones y que desde el primer día la derecha, los poderes económicos y algunos medios informativos manipuladores no han querido aceptar. De ahí que hay que pedir a la izquierda que en estos momentos hay que ser fuertes y valientes. Por eso el PSOE debe saber al lado de quién está, y no caer en la trampa de la palabrería obtusa y falaz, pues a quien beneficia ese papel es a la derecha, esa derecha retrógrada que quiere volver al siglo XX.

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Ximo Estal Lizondo es socio de infoLibre.

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