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Política de brocha gorda

Amador Ramos Martos

En el coloquio del viernes día 6 sobre nuevas políticas y nuevos medios que tuvo lugar en la Fundación del Diario Madrid, Juan Fernando López Aguilar, al que hay que agradecer su presencia en el mismo, sobre todo dada la crítica situación en que se encuentra el PSOE y a las dificultades para recuperar la credibilidad de su partido, admitió la “ruptura de la confianza” de los ciudadanos con la política en un intento creo que equivocado de difuminar los errores políticos del PSOE, causantes en gran parte del deterioro político actual, dentro de los errores del conjunto de partidos, del “todo político”.

Solicitó a continuación, que admitiendo la ruptura de la confianza en la política no se juzgara de la misma forma, con juicios de “brocha gorda”, a todos no sé si refiriéndose a los partidos en su conjunto o a las conductas individuales de algunos políticos. Finalmente y admitiendo la evidencia del cambio de tiempo y formas políticas que la crisis política está provocando y la situación de incertidumbre social, pidió consideración hacia el papel que su partido puede desarrollar en el nuevo escenario confesando él mismo no darse por vencido.

No sé si era el lugar ni el momento apropiados, pero pasó de largo y de puntillas sin hacer ruido sobre el núcleo del problema, en mi opinión, el reconocimiento de los errores cometidos por su partido y que considero trascendentales en la falta de confianza actual de los ciudadanos, no creo que con la política si no con la forma de hacer política de los políticos. El error de la socialdemocracia –que no de los partidos conservadores con su aberrante modelo neoliberal de brocha gorda– fue abandonar su papel de contención desde el poder político del poder económico, que ha desarbolado el Contrato Social que debíamos haber blindado legalmente de cara al futuro.

La crisis de Europa es la crisis de la izquierda europea, consecuencia del error –aún no reconocido por ésta– de asumir la tercera vía socialdemócrata de brocha gorda, en su intento de conjugarse con un neoliberalismo post Thatcheriano abanderado por Tony Blair del que aquella dijo que era su mejor herencia. Las consecuencias del descarrilamiento socialdemócrata en su tránsito por la equivocada por imposible tercera vía, lo comenzamos a pagar hace mucho tiempo, lo estamos pagando y lo seguiremos haciendo en forma de desigualdad social galopante y pérdida de derechos ciudadanos básicos, mientras la socialdemocracia no se reencuentre en su espacio político perdido hoy ocupado por formaciones políticas que ideológicamente son de brocha fina, no tradicionales en su composición, discurso y objetivos políticos.

Como Jesús Maraña espetó a Juan Fernando López Aguilar: “Podemos ha ocupado la silla del PSOE y éste políticamente se ha quedado de pie”. Honestamente pienso que mientras el PSOE “ideológicamente de rodillas” no reconozca sus errores y haga su catarsis honesta ante los ciudadanos y reconduzca sus políticas al espacio político abandonado no será creíble. Si lo hace, quizás en el futuro pero no a corto plazo, los que ocuparon su lugar, lo dejen inicialmente quedarse de pie junto a ellos, sentarse después en sus rodillas para finalmente, compartir con ellos la misma silla política.

Amador Ramos Martos es socio de infoLibre 

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