Señor Sémper, ¿qué le ha pasado?

Máximo Aláez

Escuchando hoy al portavoz del PP Borja Sémper responder a los periodistas sobre la manifestación del domingo en defensa de la sanidad pública en Madrid, o sobre la reacción del señor Feijóo ante la convalidación por el TC de la ley del aborto que había recurrido su partido, me pregunto qué es lo que ocurre cuando una persona, digamos normal, traspasa la entrada de Génova 13.

Resulta que la situación de la sanidad madrileña que motivó la manifestación del domingo se produce, para el señor Sémper, porque Pedro Sánchez no convoca plazas de MIR y, por tanto, no hay médicos para contratar; o que cuando, una vez conocida la decisión del TC de avalar la ley del aborto de Zapatero, Feijóo dice que una ley de plazos es perfectamente legal sin explicar cuál es el cambio de posición de un partido que hasta ese mismo día seguía con la ley recurrida ante el TC, al portavoz Sémper solo se le ocurre decir que el señor Feijóo no ha dicho que abortar sea un derecho. Solo le faltó hacer un pareado.

Algo tiene el agua cuando la bendicen y algo debe de haber en el hall de entrada de Genova 13 cuando todo el que lo traspasa parece que entrega su capacidad de raciocinio

Pero es que el caso del señor Sémper no es la excepción, sino la regla entre los sucesivos portavoces de ese partido. Algo tiene el agua cuando la bendicen y algo debe de haber en el hall de entrada de Génova 13 cuando todo el que lo traspasa parece que entrega su capacidad de raciocinio y se limita a poner su imagen para servir de mamporrero.

Y la respuesta, como ocurre casi siempre, creo que no puede ser más simple: el Partido Popular, por mucho que haga cambios de CEOs y de portavoces —chisgarabís, que diría Esperanza Aguirre—, nunca ha dejado de estar bajo el control de quien lo refundó y acomodó a su imagen, el señor Aznar, ni ha tenido otro ideario que el que le marcan desde la FAES. El resto es mero atrezo para realizar su representación en según qué ocasiones.

Lo cierto es que todos sus portavoces se comportan como loros o bustos parlantes que se limitan a repetir machaconamente el argumentario que les entregan cada mañana en maitines. Dejan de ser personas que tienen ideas, que ven blancos, negros y grises en la realidad, ya sea política, económica o social y toda respuesta que sale de su boca lleva a Pedro Sánchez aunque nada tenga que ver, como en el caso de la manifestación del domingo.

Demasiado simple y demasiado pobre. La verdad es que solo el señor Rajoy le hacía dribling a tal funcionamiento, y por eso se echan de menos su “sentido común” y sus ruedas de prensa.

Pero volviendo a la pregunta del inicio, permítame el atrevimiento de darle un consejo en público, señor Sémper: usted, que escribe poesía, no puede pasar de estar en tratos con las musas a ser un mero muñeco parlante manejado por un ventrílocuo con cara de asustar a los niños. Algo le ha pasado cuando ha traspasado la puerta de Génova 13, y los hados no le auguran nada bueno.

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Máximo Aláez es socio de infoLibre.

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