LIBREPENSADORES

Sostener la nada

Pablo Quirós Cendrero

El PP pactó con ETA cuando era gobierno, una forma de hacer política para intentar que el terrorismo acabase. El “intrépido” Aznar acercó presos a Euskadi (muchos) y trató de sensibilizar a todos con que la banda terrorista era un movimiento vasco de liberación, así como que sería generoso si la banda dejaba la violencia. Todo ello tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Pero una vez perdido el gobierno, y al analizar desde aquel momento en Génova qué podría ser de los populares sin tan excelso enemigo, no ha habido límite en negar todos los pasos que se fueron dando hacia la desaparición del terrorismo etarra, el abandono de la violencia y la disolución de la banda. ETA ya no existe y el partido popular se esfuerza en sostener la nada

Cuando algo desaparece o ya no está, utilizamos el concepto de no tangible en cuanto que ya no se puede percibir. Incluso aunque podamos dimensionarlo en nuestra imaginación y recordarlo en el tiempo, ya no existe. No es fácil para el ser humano llamar “nada” a algo que existía y que, en realidad, pese a nuestro poderoso cerebro, no deja de ser la ausencia absoluta de lo que existió.

Existe un imaginario en cada ser, en el que las cosas tienen un formato específico y una cantidad relativa, en función del espacio mental que se le ha dado anteriormente, a la idea que lo contenía antes de que dejaran de existir física o conceptualmente. Hablamos del no ser, tan especialmente diseñado desde la Filosofía, para explicar la nada.

Pero cómo poder ser sin serlo, o cómo dotar de contenido algo que se esfumó en el tiempo. Para ello, los partidos políticos tienen chisteras repletas de recursos de todo tipo y la mentira, no siendo un país sajón, tiene el mismo valor que cualquier otro; sobre todo si el público al que va dirigido la compra, por muy cara que sea para la sociedad en la que se desenvuelve el propio individuo y de la que forma parte, en todas sus concepciones incluso aunque no tenga idea de que lo hace

ETA ya no existe y el Partido Popular se esfuerza en sostener la nada

En ese avispado pensamiento de que los políticos construyen puentes, incluso cuando no hay ningún río, de Nikita Khrushchek; intuimos que la demagogia es parte del juego político como un recurso más. Y no se sabe bien por qué, la aceptamos con total normalidad aparentando que somos conscientes de esa, nuestra aceptación. Aunque el listón lo subimos casi al infinito, en esa otra máxima clasista lanzada casi desde la divinidad política de “el político debe ser capaz de predecir lo que va a ocurrir mañana, el mes próximo y el año que viene, y de explicar después por qué no ha ocurrido”, de Winston Churchill.

Pareciera que hablamos de cien años atrás y, sin embargo, en pleno siglo XXI se nos aplica la misma medicina política, cuando deberíamos estar mejor educados que un siglo antes, incluso en cuanto a la política se refiere. 

Hay un chascarrillo para exagerar lo torpes o brutos que son los de tal o cual localidad según la geografía, en el que se dice que guardan una botella vacía en la nevera para los que no quieren nada. Está claro que, en las neveras de las sedes peperas, no falta esa botella vacía con la que hacer aparecer a ETA, más allá del tiempo que haga que desapareció. El problema es que esas botellas vacías ocupan casi toda la nevera, ya que no hay casi ningún otro producto que ofrecer al público.

----------------------------

Pablo Quirós Cendrero es socio de infoLibre.

Más sobre este tema
stats