Triste y amarga decepción

Ximo Estal Lizondo

Observar lo que sucedió en las elecciones de Madrid me ha provocado, como pienso que a muchos demócratas, una tristeza y una decepción amarga muy grande. Como demócratas, a diferencia de los que han ganado, hay que aceptar el resultado, aunque no se comprenda. Hay que aceptar que la ciudadanía madrileña optó por una libertad falaz cargada de individualismo y connotaciones insolidarias y un nacionalismo como el que propugna, ¡que ironía! Junts per Cat en Cataluña. Nacionalismos e individualismo que olvidan que hay más comunidades y les convierten en egolatras de sus propios egoísmos.

Por eso no comprendo, y siento ser tan crítico, ¿como es posible que haya ganado un partido cargado de corrupción, con argumentaciones falaces, que se vanaglorian de ser , la comunidad que mandan los últimos en defensa de lo público y los primeros en desigualdad y privatizaciones? Y lo peor, no comprendo como puede ganar un partido que se enorgullece de como ha tratado la pandemia y humilla a los muertos que se produjeron por su desidia y malas praxis abandonando a los ancianos con problemas a su suerte en las residencias donde hubieron tantos contagios.

Y lo peor es observar como el trumpismo ayusista no necesitando al fascimo le invita a participar en su gobierno.trumpismo ¿Realmente la ciudadanía madrileña quería eso? Pienso, por desgracia, que si quería y el discurso ególatra, nacionalista hipócrita, falaz y cargada de una libertad sin valores colectivos es lo que necesitaban, como triunfo con Trunp y Bolsonaro e incluso Berlusconi. Por eso pienso que la ciudadanía que creemos en la libertad colectiva, en el bienestar colectivo frente al enriquecimiento de los de siempre, tenemos una amarga decepción y nos encontramos tristes, pues observamos que con la mentira del odio al “coletas” se ha escondido la necesidad de un egocentrismo e individualismo muy peligroso para la convivencia y la democracia.

Nos va a costar salir de esta decepción y debemos reflexionar y buscar recursos para volver a que la ciudadanía crea en la colectividad en la lucha de valores grupales y defender aquello que nos hace mejores y no el “salvese el que pueda”. Los partidos de izquierda debemos reflexionar y buscar recursos para volver a reeducar, pues solo con la educación podremos generar libertad de opinión y recursos de reflexión para que discursos individualistas, ególatras y carentes de programas triunfen y generen destrucción en los valores democráticos y volver a autoritarismos que provoquen más odios y crispación y, lo peor, más insolidaridad, exclusión social, discriminación y la destrucción de los valores de izquierda y de igualdad que tanto costó alcanzar.

Por eso siento una triste y amarga decepción ante los resultados de la comunidad de Madrid, pues observo como la ultraderecha vuelve a hablar de que se ha vencido al frente popular, frase que se vuelve al golpe genocida franquista y como la derecha trumpista de Ayuso les refrenda, aplaude, y les ofrece contar con ellos y lanza la proclama con su jefe Casado, “ y ahora ESPAÑA”, como si ser España solo fuera Madrid y españoles los que votan a PP y Vox. Pero lo dicho, como demócrata acepto el resultado , aunque no lo comprenda. Nos quedan dos años para reflexionar y no caer en los errores y buscar que la colectividad es mejor que el individualismo.

Ximo Estal Lizondo es socio de infoLibre

Observar lo que sucedió en las elecciones de Madrid me ha provocado, como pienso que a muchos demócratas, una tristeza y una decepción amarga muy grande. Como demócratas, a diferencia de los que han ganado, hay que aceptar el resultado, aunque no se comprenda. Hay que aceptar que la ciudadanía madrileña optó por una libertad falaz cargada de individualismo y connotaciones insolidarias y un nacionalismo como el que propugna, ¡que ironía! Junts per Cat en Cataluña. Nacionalismos e individualismo que olvidan que hay más comunidades y les convierten en egolatras de sus propios egoísmos.

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