15.000 fotos y un año de trabajo para resucitar la fotonovela: "Un género muerto que es puro cine"

Escena de 'Mondo difficile' con Germán Pose y Juan Estelrich

El director grita "¡acción!" y el movimiento se detiene. Nadie filma la escena, tan solo está el fotógrafo tratando de captar el momento exacto, la esencia del guion, el gesto preciso de los actores, petrificados y silenciosos como estatuas. A la orden de "¡corten!" todos se relajan bulliciosos. Así, viñeta a viñeta, se va moldeando y desarrollando la trama: vuelve la fotonovela

El que grita "¡acción!" y "¡corten!" es el periodista, escritor, guionista y ahora director de fotonovelas German Pose, mientras que el fotógrafo es Ricardo Rubio. Ambos han empleado alrededor de un año en crear Mondo difficile (Atlantis Ediciones, Serie Gong) y en recuperar en pleno siglo XXI un género de otro tiempo, que gozó de especial popularidad en los años sesenta y setenta del siglo pasado.

"La fotonovela surgió en Italia en la década de los sesenta, luego saltó a Francia, España y Sudamérica. En España, Corín Tellado lo petó con su aire de melodrama atildado, con sus relatos de gran carga crepuscular, historias de amor mal entendido, con poca enjundia", recuerda Pose a infoLibre, añadiendo: "No había tantos medios ni tecnología, solo la radio, una televisión en blanco y negro y la ilusión del cine de barrio. Luego llegó la supuesta modernidad y los culebrones televisivos acabaron enterrando el género de la fotonovela".

Para los nueve relatos que conforman Mondo difficile, Rubio hizo alrededor de 15.000 fotos, de las cuales finalmente han quedado unas 800 a lo largo de 200 páginas. Una labor artesanal para plasmar los guiones de Germán Pose, "que eran puro cine, con todo muy detallado". "Él veía cine, quería que se produjeran una serie de cosas que en una foto fija es complicado mostrar", apostilla.

Concede Pose que esta obra se acerca mucho al cine, pues cada viñeta está pensada como un plano de película. "Me molesta que identifiquen mi libro con un cómic. Es muy fácil hacer un cómic si sabes dibujar y tienes talento e imaginación. Puedes estrellar un avión en el salón de tu casa a lo tonto. Ahí pongo en bandeja todo un story board para quien se atreva a hacer una película con estas historias", apunta.

Coincide Rubio al asegurar que con este material ya se puede montar toda una película, y remarca que cuando lo han visto directores de cine, como Juan Estelrich, que participa aquí como actor en varias historias, todos coinciden en que "es prácticamente una película". "El propio Gonzalo García-Pelayo –editor de Serie Gong, que apostó por el proyecto desde el primer momento– tiene claro que en esta fotonovela hay nueve películas", agrega.

El elenco de actores lo conforman nombres como el mencionado Juan Estelrich, Jorge Berlanga Jr. (hijo de Jorge Berlanga, traductor de Bukowski en España), Javier de Juan, Tonino Carotone, Julia Florez, Alberto Gómez Font, Juan Luis Ambite o Piluka Aranguren. Entre todos nos cuentan historias que hablan "de la vida, de este mundo difícil, cruel, tremendo que es el viaje de vivir y sobrevivir", remarca Pose.

Y prosigue: "Siempre me apoyo en mis clásicos y uno de mis grandes favoritos es Emile Cioran. Bukowski es otro de mis autores de referencia y tiene un capítulo basado en sus textos y poemas. De alguna forma es, también, un homenaje a mi querido amigo ya desaparecido, Jorge Berlanga, el primer traductor de Bukowski en España. Por eso el capítulo lo protagoniza su hijo Jorge Berlanga Jr., un gran actor en ciernes".

"Es un género que estaba dormido, por no decir muerto", subraya Rubio, fotoperiodista de la agencia Europa Press, quien se ha enfrentado en este proyecto a una "forma de narrar completamente diferente". Además, destaca que teniendo en cuenta que es algo que no se puede ver en un teléfono móvil, puede tener "mucho recorrido". "Igual que las fábricas de discos de vinilo están saturadas y vuelven otras cosas que se fueron demasiado rápido, las fotonovelas se tienen que quedar un poco más", plantea.

Pose coincide con su compañero al explicar que tenía cosas que contar y decidió hacerlo en un formato "que no cultivara nadie". Así optó por la fotonovela, un género "tan extinguido" ahora, pero que le sedujo siendo un niño: "Tiene que volver todo lo que tenga lustre porque ahora el mundo, la vida y el arte han perdido toda su gracia y pellizco. La calle es un muermo y los amigos han desaparecido de la vista. Yo también me considero de otro tiempo glorioso y pasado. No acabo de encajar en este río tonto que nos lleva, en esta época. Llevo sombrero y botines, y en los días difíciles, que son bastantes, me consuelo con Frank Sinatra o los Ramones".

"Germán quería transgredir la norma de lo que hay y ver qué efecto produce algo que no está ya dentro de este mundo audiovisual", termina Rubio, resaltando de nuevo la tarea titánica a la que se han enfrentado ambos apostando a contracorriente y encargándose de la producción, los textos, las localizaciones (todas entre Pozuelo y Madrid), las fotografías o la maquetación . Porque, ¿hay algo como esta fotonovela ahora mismo por ahí? ¿Alguien ha hecho algo remotamente parecido en los últimos años? "Para mí que no, pero no me hagas mucho caso", concluye Pose.

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