La narrativa española en el 2023, y más…

Pilar Adón, Cristina Fernández Cubas y Luis Mateo Díez.

Tres nombres han destacado en la narrativa española a lo largo del 2023: Pilar Adón, Cristina Fernández Cubas y Luis Mateo Díez, quienes han obtenido los premios literarios más importantes que se conceden en nuestro país: el de la Crítica, el Nacional de Narrativa, el de las Letras Españolas y el Cervantes. A veces los premios recaen en quienes más lo merecen. La primera, por su novela De bestias y aves, ha conseguido los dos primeros; mientras que el segundo y el tercero han sido premiados por el conjunto de su obra. Además, durante este año que ahora se acaba, Fernández Cubas ha reeditado su novela corta El columpio (Firmamento), recibida con muestras de aprecio por la crítica, y Luis Mateo Díez nos ha dado un libro nuevo, El limbo de los cines (Nórdica), ilustrado por Emilio Urberuaga.

Si tuviera que destacar algunos libros por encima de los demás, entre los que yo he podido leer, que son solo unos pocos, me decantaría por cuatro diarios: la edición completa de los de Max Aub, al cuidado de Manuel Aznar Soler, en Renacimiento; los Diarios de Berlín. 1939-1940 (Renacimiento), de Carlos Morla Lynch, en edición de Inmaculada Lergo y José Miguel González Soriano; el tercer y último volumen de los de Rafael Chirbes, en Anagrama, para mí el mejor libro del año; y el de Andrés Trapiello, Éramos otros (Ediciones del Arrabal). A ellos deben sumarse las novelas de Álvaro Pombo (Santander, 1936, Anagrama); Antonio Muñoz Molina (No te veré morir, Seix Barral); Ariel Dorfman (Allende y el museo del suicidio. Una historia de amor y muerte, Galaxia Gutenberg), Ignacio Martínez de Pisón (Castillos de fuego, Seix Barral); Edurne Portela (Maddi y las fronteras, Galaxia Gutenberg); Mario Martín Gijón (Restitución, Pre-textos); e Irene Solà (Te di ojos y miraste las tinieblas, Anagrama, traducción al castellano de la novela escrita en catalán).

Quiero llamar también la atención sobre dos libros de cuentos, la recopilación de Ricardo Menéndez Salmón, que incluye el excelente La vida en llamas (Los muebles del mundo, Seix Barral) y la reedición de un volumen de cuentos de Peri Rossi (El museo de los esfuerzos inútiles, Menoscuarto). En el terreno del microrrelato, debo recomendar El hombre del espejo (Eolas), de Julia Otxoa, y Un pájaro bajo la cama. Historias médicas en Nueva York (Jekyll & Jill), de Nuria Mendoza; tres libros de poesía, género que no he podido seguir tanto como la narrativa: los de Guillermo Carnero, Perfil perdido (Visor), de Andrés Neuman, Isla con madre (La Bella Varsovia), y un volumen recopilatorio, en el que conviven en estricta armonía la poesía y la prosa de José Jiménez Lozano, Señores pájaros (Días contados).

También me han interesado los artículos de Javier Cercas (No callar. Crónicas, ensayos y artículos. 2000-2022, Tusquets); la Correspondencia inédita. 1958-1987 (Renacimiento), de Carmen Laforet y Emilio Sanz de Soto, en edición de José Teruel; así como la que mantuvieron Max Aub, José Monleón y Nuria Espert (Primer acto), en edición de Esther Lázaro y Ángela Monleón. Por último, quisiera llamar la atención sobre el Teatro mayor (Punto de vista), de Max Aub.

Por lo que se refiere al ensayo literario, destacaría los siguientes libros: Claves ibéricas de la Guerra Civil. Memorias y narrativas (Renacimiento), en ed. de Joan Oleza;  El orden del azar. Guillermo de Torre entre los Borges (Anagrama), de Domingo Ródenas de Moya; La narrativa española en la democracia actual (Arco/libros), de Irene Andres-Suárez; y Un cuento de Navidad (Gris Tormenta), de Alejandro Zambra, sobre las relaciones con su editor. Pero también las conversaciones que mantuvo Nuccio Ordine con George Steiner, el huésped incómodo (Acantilado); y Blanco móvil (Aguilar), de Sergi Bellver, en el que relata su experiencia vital y literaria. Cabe mencionar, asimismo, la biografía Manuel Chaves Nogales. Barbarie y civilización en el siglo XX (Alianza), de Francisco Cánovas Sánchez, aun cuando apenas cuente nada que no supiéramos a quienes hemos seguido la obra del periodista y escritor con interés, pero que contextualiza como es debido sus escritos en la historia del siglo XX. Siento no conocer el libro que le ha dedicado, en Renacimiento, Yolanda Morató.

El caso es que ha sido un año de buenas y oportunas reediciones, más que de grandes novedades, lo que resulta preocupante. Pero me alegra poder citar aquí libros de editoriales pequeñas que vienen haciendo una labor extraordinaria. Pero no me cabe duda de que debe haber más literatura de interés a la que yo no he podido llegar todavía. Pienso, por ejemplo, en las novelas de Ramiro Pinilla (El hombre de la guerra, Tusquets), la primitiva novela, ahora recobrada, de Manuel Vázquez Montalbán (Los papeles de Admunsen, Navona), así como en las de Mario Vargas Llosa (Le dedico mi silencio, Alfaguara), Fernando Arrabal (Un gozo para siempre, Libros del Innombrable), Antonio Soler (Yo que fui un perro, Galaxia Gutenberg), Miguel Ángel Hernández (Anoxia, Anagrama) o Raúl Quinto (Martinete del rey sombra, Jekyll & Jill); o en los cuentos de Ernesto Calabuig (Todo tan fugaz, Tres hermanas). Como ven, a pesar de todos los pesares, hay mucho y bueno donde elegir dentro de una gran variedad.

Pablo Andrés Escapa: maestro del cuento de Navidad

Varios de los libros que aquí cito los he reseñado en estas mismas páginas y otros aparecerán comentados en las próximas semanas. Remito a los lectores más curiosos a esos comentarios. Que pasen unas buenas fiestas y que el 2024 les sea propicio, mejor.

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* Fernando Valls es profesor de Literatura Española Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona y crítico literario. 

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