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Cultura

La nueva ola de la genealogía feminista

Miembros de la Generación del 27. Entre ellos, Concha Méndez y María Teresa León.

¿Cómo se titulaba la obra de Flora Tristán que anticiparía el movimiento feminista de finales del siglo XX? ¿Dónde se puede leer a Concha Méndez? ¿Quién escribió Los inadaptados, novela localizada en la Almería profunda de principios del siglo XX? ¿Qué temas aborda Judith Butler en sus últimos libros? Si el lector conoce la respuesta a estas preguntas, ya sabe más que la media. Porque La emancipación de la mujer, de Tristán, no se publica de manera completa desde 1986, según la base de datos del ISBN. Porque Surtidor, uno de los primeros poemarios de Méndez, una de las mujeres que creó a la par que la generación del 27 (y parte de las reivindicadas Sinsombrero) estaba desaparecido hasta hace nada. Porque Los inadaptados, la primera novela larga de Carmen de Burgos, conocida como Colombine, no se encontraba ya en las librerías. Porque Marcos de guerra y Cuerpos aliados y lucha política, de Butler, no tienen la popularidad de sus primeras obras. 

Una nueva hornada de editoriales y colecciones se proponen desfacer este entuerto. En este artículo figuran el nuevo sello Ménades, la colección La mitad ignorada de Cuadernos del Vigía y la serie Las imprescindibles, de Dos Bigotes. Pero son solo un muestrario. En mitad del boom de nuevos ensayos sobre feminismo —que se deja notar en la bandeja de entrada de las secciones de Cultura según se acerca el 8M—, estos proyectos se proponen mirar al pasado. A autoras que jamás han llegado a las estanterías españolas o que lo hicieron hace décadas. A escritoras patrias que la patria olvidó. A pensadoras que son clave en la teoría feminista pero cuyas obras resultan de difícil acceso para la mayoría. Pese a lo dispar de sus líneas editoriales, comparten propósitos. "Rebatir el argumento falaz de que ellas no tienen calidad", resume Jairo García Jaramillo, coordinador de La mitad ignorada. "Recuperar aquellos referentes que nos faltaban", dice María Sánchez, una de las integrantes de Ménades. 

 

Esta editorial recién nacida no duda en definirse como "feminista". Nace con tres líneas: la recuperación de autoras desconocidas, la publicación de nuevas escritoras y la edición de ensayos que fomenten el debate. Entre las primeras autoras de esa primera colección, que lleva el nombre de Olvidadas, está la pensadora socialista francesa Flora Tristán; la escritora estadounidense Willa Cather, ganadora del Pulitzer en los años veinte; la escritora y activista sioux Zitkala Sa; Ioanna Tsatsos, prolífica diarista griega, y la aventurera británica Anne Lister. En este conjunto, algunos nombres suenan más que otros, pero eso no quiere decir que unos sean más importantes que otros. "Son mujeres relevantes en la historia de la literatura, que tienen el mismo derecho a estar ahí que muchos otros nombres", defiende Sánchez, una de las cinco editoras del proyecto, apoyado también por la Asociación de Mujeres Escritoras e Ilustradoras. 

Veamos. Flora Tristán fue una pionera del socialismo, feminista de clase antes de que el feminismo como tal existiera, que reflexionó en la primera mitad del siglo XIX sobre la situación social de las mujeres, el trato dado a las migrantes o las reformas necesarias para el avance de la clase obrera. Anne Lister logró romper las convenciones machistas del siglo XIX, viajó por toda europa, vivió sus relaciones con mujeres a plena luz... y dejó escrito un diario minucioso, de más de cuatro millones de palabras, sobre todo ello. Zitkala Sa fue una de las primeras novelistas nativoamericanas, la compositora de la primera ópera nacida de esta cultura y una influyente activista por la recuperación de su tradición. "¿Cómo puede ser que estas mujeres no se conozan?", se pregunta la editora. "Hay que ponerlas en valor, concienciar sobre que estas personas forman parte de la historia, que hace falta que estén ahí". 

Lo mismo podría decirse de las autoras que recoge La mitad ignorada. Los primeros nombres: Carmen de Burgos, Concha Méndez, Carmen Conde, Carlota O'Neill... De nuevo, unos nombres suenan más que otros. El 150º aniversario de Colombine ha hecho que se editen títulos como La malcasada o La mujer moderna y sus derechos. Pero otros están aún olvidados. Lo mismo se puede decir de Concha Méndez, cuyas memorias han interesado, en los últimos años, más que sus textos —y Surtidor, apunta García Jaramillo, "no tiene nada que envidiar a otros poemarios de la época"—. Carlota O'Neill está prácticamente desaparecida en las librerías. Y las obras de Carmen Conde, pese a ser la primera mujer de la Real Academia Española, tienen una distribución desigual. La colección, dice su coordinador, solo retoma "una labor que han hecho investigadoras a lo largo de décadas" (algunas de ellas, por cierto, firman los prólogos de estos títulos). No quieren, dice, pecar de adanismo. "Pero lo cierto es que las ediciones anteriores circulaban poco, o se agotan y no se reeditan. La mayoría de las obras que editamos llevan 20 o 25 años descatalogadas".

 

No es el caso de las autoras recogidas en la colección Las imprescindibles. Los tres nombres con los que se estrenan lo dejan claro: Judith Butler, Angela Davis, Kate Millet. Títulos como El género en disputa, Mujeres, raza y clase y Política sexual son algunos de los pilares teóricos sobre los que se mantiene el feminsimo actual, y están al alcance de la mano de cualquier lector. Pero ni siquiera aquí es oro todo lo que reluce. "Generalmente, se presenta el pensamiento de estas autoras desligado de la acción política", critica Silvia López, coordinadora de la serie de Dos Bigotes. Ella será también la autora de los breves ensayos divulgativos que compondrán la colección —se lanzará en abril— y que quieren ser una puerta de entrada a estos textos. "Estas obras nos suenan, sabemos que han escrito obras que son ya clásicos... pero muchos no se atreven con ellas", apunta. La idea es condensar algunas de sus ideas principales, y también algunas de las menos conocidas, quitarles de encima la pátina académica y llevarlas a la calle. 

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Cada uno de estos proyectos viene de una senda distinta. El de Dos Bigotes, de una editorial LGTB que tiene "desde el inicio" una "conciencia feminista". Ménades, de un grupo de filólogas —la más joven, Sánchez, de 23 años— reunidas por el editor Javier Baonza a instancias de la asociación AMEIS. El de Cuadernos del Vigía, de un grupo de veteranas investigadoras en las autoras de la Edad de Plata coordinadas por Jaramillo. Si ahora coinciden, si stos proyectos son posibles, dicen todos los entrevistados, es gracias al momento de fuerza que vive el feminismo. Habla Gonzalo Izquierdo, de Dos Bigotes: "En las ferias del libro, es alucinante cuánta gente se acerca a nuestra caseta y nos pregunta por libros sobre feminismo. Chicos y chicas jóvenes". Sigue García Jaramillo: "Cualquier cosa que oliera a mujer y a república fue extirpado, llevado al exilio. Ahora sí que estamos viendo ese éxito que se lleva trabajando tanto tiempo". Coincide María Sánchez, y con conocimiento de causa, ya que Ménades nació gracias a un proceso de crowdfuding en el que consiguieron más de 18.00 euros en 35 días: "Sí hay un mayor interés en tener nuevas referencias, aunque falta mucho por cambiar". 

Y comparten deseo: que no se necesiten más recuperaciones. Que las nuevas generaciones tengan integradas a estas autoras en sus propias genealogías. Que el hilo que teje la historia contada por ellas no vuelva a romperse. 

 

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