Historia

La pugna entre EE UU y el Reino Unido afianzó al franquismo al final de la II Guerra Mundial

La pugna entre EE UU y el Reino Unido afianzó al franquismo al final de la Segunda Guerra Mundial

La respuesta a la gran pregunta de por qué la dictadura franquista pudo sobrevivir a la derrota de los nazis alemanes tras la Segunda Guerra Mundial ha encontrado un nuevo enfoque en el ensayo El telegrama que salvó a Franco (Crítica), que acaba de publicar el historiador Carlos Collado Seidel. La mayoría de expertos en la época habían aportado hasta ahora algunas razones que explicarían la milagrosa supervivencia del régimen de Franco tras la derrota de sus aliados: los nazis alemanes y los fascistas italianos. Entre estos motivos se incluyen la necesidad de las potencias occidentales de encontrar un apoyo anticomunista en España de cara a la Guerra Fría; el apartamiento de los falangistas en favor de los católicos en el seno de la dictadura; o la debilidad y la fragmentación de la oposición republicana.

Collado resta importancia a estos factores que, “en cualquier caso se manifiestan a partir de 1945 tras el final de la Segunda Guerra Mundial” y declara que “las diferencias entre Estados Unidos y el Reino Unido salvaron al franquismo a mediados de 1944”. En opinión de Collado, algunas medidas de Franco como la destitución de su cuñado, Ramón Serrano Súñer, como ministro de Exteriores, obedecieron más a reforzar al Ejército frente a la Falange que a una táctica para congraciarse con las potencias democráticas.

La tesis de este profesor hispano-alemán de la Universidad de Marburg, nacido en Múnich en 1966 pero criado en Valladolid, apunta a que Washington estaba resuelto a desbancar a Franco en aquellos meses de 1944. No obstante, el Gobierno de Winston Churchill se mostró mucho más conciliador en aquel periodo con la dictadura española y solamente la casualidad de que un telegrama del premier británico al presidente norteamericano, Franklin D. Roosevelt, no llegara a enviarse, impidió acciones decididas en contra del régimen de Franco. De ahí el sugerente título del libro, que lleva como subtítulo Londres, Washington y la cuestión del régimen (1942-1945).

“El borrador del telegrama”, cuenta Collado, “anunciaba que el Reino Unido estaba dispuesto a secundar las acciones de Estados Unidos contra Franco. Pero, poco antes, había llegado otro telegrama del embajador británico en Washington al titular del Foreign Office, Anthony Eden, con un enfoque contrario. Por ello, Churchill desistió de expresar por escrito su apoyo a Roosevelt. De este modo, la dictadura se salvó en aquellos momentos de confusión para jugar después el general Franco su baza de que el enemigo de Occidente estaba en Moscú y no en Berlín”.

La presión más efectiva ejercida por la Administración estadounidense contra el franquismo se concretó en el embargo de carburantes procedentes del Caribe hacia España y en el cierre de la exportación de caucho, necesario para fabricar neumáticos. A juicio de Collado, el mantenimiento del embargo de carburantes podría “haber provocado el colapso del régimen franquista”. Washington llegó incluso a plantearse un respaldo más activo a los opositores españoles del exilio que contaban con una opinión pública favorable tras la participación de destacados intelectuales norteamericanos en la guerra civil al lado de la República.

Entretanto, los británicos, con su embajador en Madrid, Samuel Hoare, optaron más por la carta de una restauración monárquica en la persona de don Juan. Lo bien cierto es que, como analiza Collado, unos y otros esfuerzos terminaron por neutralizarse y resultar baldíos.

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En contra de lo que han mantenido algunos estudiosos, Collado argumenta que Franco no retiró su apoyo a Hitler hasta finales de 1944 cuando ya resultaba evidente que el régimen nazi se desmoronaba en todos los frentes y que la derrota alemana, culminada en mayo de 1945, era algo inevitable. “El franquismo”, señala este experto en las relaciones hispano-germanas, “permitió la presencia de espías nazis en España, a la vez que cedió el uso de puertos e instalaciones militares al Ejército alemán hasta casi el final de la Segunda Guerra Mundial. El dictador español pensó que se alcanzaría un pacto entre Estados Unidos y Alemania para frenar el avance soviético”.

Autor de publicaciones en español de referencia sobre este periodo como España, refugio nazi, la doble nacionalidad cultural de Collado Seidel le ha permitido publicar varios ensayos de divulgación en alemán sobre la historia contemporánea española como libros sobre la guerra civil, las relaciones hispano-alemanas en la posguerra o la historia de los nacionalismos de Cataluña y el País Vasco. “En la actualidad”, comenta el autor de El telegrama que salvó a Franco, “doy clases de historia contemporánea de Europa en Marburg. Pero, en efecto, mi vida ha sido un continuo ir y venir entre España y Alemania”.

*La foto del autor es de K. Meißner.

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