Anabel Alonso sube a escena la lucha feminista de Simone de Beauvoir: "Son muchos milenios supeditadas"

Simone de Beauvoir escribió La mujer rota en 1967. Un compendio de tres relatos —La edad de la inocencia, Monólogo y el que da título al volumen— en los que la autora expone sus planteamientos éticos y sociales sobre la condición femenina a través de personajes de mujeres que exponen sus conflictos sentimentales y morales, debatiéndose con palabras en situaciones sin salida: la edad, la soledad, la agonía del amor, la frustración o el deseo de ser reconocidas. 

De máxima actualidad en estos tiempos de empuje conservador, la actriz Anabel Alonso (Barakaldo, 1964) protagoniza su propia versión de La mujer rota en un monólogo basado en el texto original, con dirección de Heidi Steinhardt. La pieza sitúa al espectador en una Nochevieja en la que Murielle, la protagonista, se encuentra sola en su casa, desbordada por los recuerdos, el resentimiento y una sensación de fracaso vital. A través de una confesión íntima, el texto retrata la caída emocional de una mujer que lo ha entregado todo —como madre, esposa e hija— y que, en ese proceso, ha perdido el vínculo con su propia identidad.

Tras su estreno el pasado fin de semana en Bilbao y Vitoria, la obra llega al Teatro Infanta Isabel de Madrid, donde estará desde este miércoles hasta el 16 de noviembre (después girará por toda España durante 2026). "Simone sigue siendo tan vigente como entonces", afirma la intérprete a infoLibre, entre otras muchas cosas.

Anabel Alonso convertida en Simone de Beauvoir en el escenario. Una confluencia impactante.

Yo hago el monólogo, que es un texto literario que está incluido en el volumen La mujer rota. Y tiene una cosa muy atractiva que yo resalto mucho, porque es la primera vez que se lleva a escena esta pieza, que no está escrita para teatro. Es un texto sin puntos, ni comas, no tiene ninguna acotación, porque realmente está escrito para ser leído, así que por un lado tienes plena libertad pero, por otro, te preguntas ¿y por dónde le hinco yo el diente a esto? ¿Cómo empiezo? Bueno, pues empezamos casi poniendo puntos y comas, porque era un lío. Después, Heidi ha hecho un trabajo maravilloso con la puesta en escena y la creación de este universo de Murielle, muy conseguido, con una poética maravillosa.

Llama mucho la atención el cambio de registro, de la comedia al drama.

Es un reto a muchos niveles. Este es un cambio, indudablemente. Yo he hecho drama, pero no llegará ni al 10% de mi carrera. Lo maravilloso es que, en teatro, cuando, afortunadamente, tienes ya una carrera, cierto nombre, tú puedes también poner en pie proyectos que de otra manera no te llegarían. Por eso yo soy coproductora, junto con La Zona. Y sí es cierto que este no sería un texto que de entrada me llegaría a mí, pero me gusta provocar que las cosas pasen. Creo, además, que en teatro siempre hay personajes interesantes para mujeres, tengas la edad que tengas.

¿Qué nos sigue diciendo Simone de Beauvoir en 2025?

Ella puso voz y palabra al runrún. Quiero decir, las sufragistas ya dieron su vida a principios del siglo XX por el derecho al voto de la mujer, por esa igualdad que reclamamos. Cuando dicen eso de 'ni machista ni feminista' yo digo, pero vamos a ver, ¿qué tendrá que ver? El machismo es la supremacía del macho y el feminismo lo que busca es una igualdad entre los sexos, ya sea de derechos, de salarios, de trabajos... de todo. A lo que íbamos, esta obra se escribió en el 67 y hemos avanzado mucho, hemos dado pasos de gigante viendo por ejemplo dónde estábamos en 1910, volviendo a las sufragistas. O dónde estaban las mujeres españolas en el 67, que no podían abrir una cuenta corriente ni viajar al extranjero sin el permiso del marido. Pero, indudablemente, queda mucho por recorrer, son muchos siglos, muchos milenios de estar supeditadas y, por ejemplo, en este texto también se hace hincapié a ese papel de la mujer como esposa, madre, hija, y que en tanto en cuanto no es ninguna de las tres cosas, pierde su lugar en el mundo. Eso sigue siendo tan vigente como entonces, ahora lo que pasa es que aparte de tener este rol de cuidadora, protectora doméstica, tenemos también el laboral, o sea, que se nos han sumado obligaciones, no es que se hayan repartido. También sigue vigente esa contradicción que hay en muchas mujeres que, por un lado, quieren reivindicar y luchar por esa igualdad y, por otro, se ven en esa cárcel también suya de que si no cumplen con las expectativas que se espera de ellas, no lo están haciendo bien.

Cuando dicen eso de 'ni machista ni feminista' yo digo, pero vamos a ver, ¿qué tendrá que ver? El machismo es la supremacía del macho y el feminismo lo que busca es una igualdad entre los sexos

La identidad femenina es uno de los grandes temas de Beauvoir...

Claro, esa famosa frase que se malinterpretó mucho, de que 'una mujer no nace, sino que se hace'. Eso explica que nacemos con un potencial igual, pero luego la educación de género nos va colocando a cada uno en un sitio.

Supeditadas a ser El segundo sexo, su gran texto de 1949...

Es verdad, es como somos y sigue siendo así ahora. A mismo puesto de trabajo, menor sueldo. Hay techos de cristal, el 90% de los directivos de las grandes empresas son hombres, no se deja pasar a las mujeres. Además, a nosotras siempre se nos exige una excelencia que a los hombres no, una calidad que a los hombres no. Barro para mi terreno ahora, a nivel por ejemplo de directoras de cine y directores de cine, o de teatro. Es como si las mujeres no pudiéramos tener derecho a nuestro cupo de mediocridad o de chafarla. Si un tipo hace una mierda, pues bueno, pero si la hace una tía, ¿qué hace esta dirigiendo? Y así seguimos.

A nosotras siempre se nos exige una excelencia que a los hombres no, una calidad que a los hombres no

Esa es una denuncia generalizada en todas las artes y, por extensión, en todos los ámbitos de la sociedad.

Siempre es igual. Pasa en el humor, donde tenemos que ser mucho más graciosas que los hombres. Hay hombres que no tienen ni puta gracia y ahí están. Pues nosotras también podemos no tener ni puta gracia, pero siempre se nos pide una excelencia y un plus, y un de todo, que al hombre no. Se nos mide con distinto rasero. Indudablemente, hemos dado muchísimos pasos adelante, pero falta mucho recorrido. 

De Beauvoir tuvo también un papel determinante en la legalización del aborto en Francia en 1975. Medio siglo antes de que aquí, en el Ayuntamiento de Madrid, hayamos vivido el esperpento de PP y Vox queriendo informar a las mujeres de las secuelas del trauma post-aborto.

Es que te juro que ni en las cosas más distópicas pensé que viviría esto en este momento. ¿Pero de qué estamos hablando? ¿Qué es eso del trauma post-aborto? Algunas tendrán, otras no, desde luego a ninguna se le olvida que ha abortado. Una no va a comprar un pantalón y dice 'de paso aborto'. ¿Qué pasa, que todos los tíos que se drogan, beben y están deprimidos tienen trauma post-aborto? ¿Qué mierda es esta? Así te lo digo. El PP ha tenido que recular, pero que se llegue a plantear ya me parece como impensable, es que no deberían haber dado ni ese mínimo paso. Yo estoy un poco sorprendida, no te voy a decir asustada, porque esa no es la palabra, pero espero que la sensatez triunfe ante este avance de la extrema derecha, esos pensamientos ultraconservadores, o cómo chicos jóvenes de repente se reafirman en el machismo diciendo que les quitamos sus derechos, cuando en todo caso serían privilegios. O dicen 'nos están quitando nuestro sitio, nos están moviendo el sillón'. No, tenemos el mismo derecho a ese sillón, lo que pasa es que vosotros lo lleváis ocupando hace muchos miles de años y os parece que es vuestro, pero no.

Simone de Beauvoir también dice que en momentos de crisis los primeros derechos que se tambalean son los de las mujeres, así que estad atentas. Se ve claramente que en este momento es así

Sorprende que el PP haya reculado en Madrid, porque nunca lo hace.

Lo que habrá habido ahí por dentro... y por fuera. Entre los votantes y simpatizantes, y dentro de las propias filas del PP, quiero pensar que hay un amplio abanico. Evidentemente, antes Vox estaba dentro del PP, luego salió, pero quiero pensar que la sombra del PP es muy grande y abarca un amplio espectro. Hay otra frase de Simone de Beauvoir, que también dice que en momentos de crisis los primeros derechos que se tambalean son los de las mujeres, así que estad atentas. Se ve claramente que en este momento es así. 

¿De ahí la importancia de que Simone deje de ser un personaje blanco y negro para las nuevas generaciones?

Y para mujeres mayores también. Yo creo que a Simone se le ha juzgado más duramente que a cualquier hombre. Es decir, sus coetáneos, Sartre o Camus, también tenían contradicciones, tuvieron vidas más o menos polémicas, pero a ella se le ha medido con otro rasero. Ella también tuvo sus cosas, por eso se volvió el feminismo más puro, más que ideológico, porque en la izquierda también hay mucho machismo. No es una cuestión de decir 'los de derechas son más machistas que los de izquierdas'. No, hay mucho machismo en las izquierdas. Es lo que ella decía, que en la Revolución Soviética primero eran mujeres y luego eran camaradas, o sea, no las trataban de tú a tú. Cuando hablaban ellos, ellas no hablaban.

¿Qué le gustaría que comentara el espectador cuando se esté tomando una caña después de ver la obra?

‘1936’, una experiencia de terror, hambre y redención sobre la Guerra Civil española

Ver más

Me gustaría que planteara preguntas. Aquí no se plantean respuestas, pero yo creo que igual sí se plantean preguntas. Por eso, me gustaría que el espectador o la espectadora no saque conclusiones. Porque Simone no es así, ella plantea cuestiones, dudas. También me gustaría acercar a Simone al público de a pie, porque a ella le lees o no, tampoco viene a ti, pero esta es una manera de llevarla a pie de calle. Vamos a conocer un poco cómo escribía esta señora, que escribía muy bien, además. Y luego, también, si descubren una faceta mía nueva, mejor que mejor. Hay muchos frentes por los que este montaje me parece atractivo y creo que puede, por lo menos, plantear ciertas inquietudes en el espectador.

Aparte de tener este rol de cuidadora, protectora doméstica, ahora tenemos también el laboral. Se nos han sumado obligaciones, no es que se hayan repartido

Dar voz a Simone desde el escenario, acercarla a la gente, es también dar la batalla. ¿Hay que darla en todos los campos? En redes sociales, Twitter concretamente, ha peleado mucho Anabel Alonso.

Peleaba, ya me canso. Pero, ¿sabes por qué? Porque he dicho, 'estoy harta de la impunidad del anonimato'. Aquí, o todo el mundo da la cara como servidora o se acabó. Uno detrás de un vaso de plástico no me puede insultar, difamar, vilipendiar, amenazar, inventarse movidas. No me da la gana. Al principio me resultaba divertido, yo me río, son una panda de cobardes. a mí no me han afectado nunca de ninguna manera. Pero ya me he cansado. Señores, aquí hay que identificarse. Si estuvieran identificados y identificadas, te digo yo que ahí no se soltaba ni la décima parte, no, ni el 5% de la mierda que se suelta. No vamos por la calle insultándonos sin conocernos, gritando "¡tú, hijo de puta!" Basta ya de anonimato e impunidad. Y además, ya está ahí Elon Musk, que a mí no me viene tampoco bien.

Simone de Beauvoir escribió La mujer rota en 1967. Un compendio de tres relatos —La edad de la inocencia, Monólogo y el que da título al volumen— en los que la autora expone sus planteamientos éticos y sociales sobre la condición femenina a través de personajes de mujeres que exponen sus conflictos sentimentales y morales, debatiéndose con palabras en situaciones sin salida: la edad, la soledad, la agonía del amor, la frustración o el deseo de ser reconocidas.